Órzola: Circular por la Peña de Las Siete Lenguas II 02052023

Como complemento a la salida del pasado 29 de abril (https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/orzola-circular-por-la-pena-de-las-siete-lenguas-29042023) en la que visitamos la Peña de Las Siete Lenguas con los chicos/chicas de Senderismo Lanzarote hoy repito parte de esa ruta (alrededores de la Peña de Las Siete Lenguas) y la complemento, para que no sea repetida, con una ida y venida diferente. La idea era acercarme a la Peña sin las prisas de la manada y poder hacer las fotos de las rocas del lugar sin los ornamentos humanos de entonces.
Partí desde la parada de guaguas de El Callao, en Orzola, y recorrí la carretera en dirección a la entrada a Las Hoyas, en las proximidades de la Peña del Artisco, por la acera, con la idea de tener otra mirada de la zona en vez de la reiterada del barranco y la GR-131. Hubo un momento que aproveche para ver si veía la vereda, que me habían comentado que hay, desde esta carretera hasta la Peña de Tonico y me salí un poco para curiosear.
Una vez alcanzado la pista de tierra que da acceso a Las Hoyas me fui por ella. La idea era atravesar la parte central de la zona por la hoya mayor hasta alcanzar la pista de tierra que comunica el lugar con la carretera LZ-204, una vez en la pista me dirigí hacia otra de las hoyas que hay ubicada en la parte mas al Noroeste y próxima a la finca de parras que luce con muritos blancos en esa zona, justo enfrente de la hoya donde se haya la Peña de Aguaita.
Atravesé la hoya hasta que pude localizar la zona de acceso que los currantes del lugar habilitaron para entrar y salir, esta vereda sobre muros de piedras viene de la zona de la finca anterior y recorre el lugar, aunque en algunas zonas es muy difícil ubicarla.
Desde aquí seguí el mismo trazado por el que nos llevo Blas el pasado sábado cruzando tres de las hoyas hasta la loma donde se haya ubicada la Peña, aquí me fue muy complicado seguirle el rastro y continué a mi ritmo hasta alcanzar la Siete Lenguas y recrearme en ella.
Lo primero que hice fue acercarme a la izquierda (mi izquierda, de cara a la peña) para patear lo que el sábado no pude hacer por las urgencias. Un buen rato observando la zona del Malpais por donde he pasado muchas veces y que ahora contemplo en la distancia, me pude encaramar a las rocas que acompañan a la peña y recorrer un poco su entorno para luego dirigirme al corazón de la Siete Lenguas para repetir el paseo del sábado en solitario y en silencio, los cuervos esta vez ni se inmutaron ya que no los vi.
Una vez hechas las observaciones pertinentes me di por satisfecho e inicie la retirada.
En esta ocasión en vez de voltear la peña para bajar por el Raso, me dirigí a las hoyas ubicadas frente a la vivienda y próximas al muro de piedras que separa la zona agrícola de la ganadera, es decir las Hoyas de El Raso.
Bajé con mucho cuidado y buscando el paso adecuado desde la pequeña meseta donde se ubica la Peña hasta las hoyas frente a la vivienda del lugar. Esta cubierta de muros de piedras que abrigaban árboles frutales y que ahora están secos y plagados de espineras (espino de mar) y aulagas, con lo que mis piernas, que iban descubiertas, quedaron mapeadas y aún ahora, que escribo esto, pican como un c…
Logré descender la pendiente y alcanzar la horizontal pero había que continuar hasta la salida, para ello me fije como objetivo el extremo del lomo donde se ubica la Peña de Las Tres Hermanas que sabía que por ahí terminaba la pista de entrada.
El paso, aunque sin pendiente, seguía siendo entre muros de piedras y arbustos secos que arañan, por lo que debía seguir la precaución y el tantear alternativas. Con calma fui avanzando hasta que alcance la vereda que buscaba y me fui por ella.
Como aún me quedaba tiempo, la guagua salía a las 13,10 desde Orzola, me dedique a curiosear la parte derecha (mi derecha) y abandone la pista por la que había entrado. Un rato para satisfacer la curiosidad y regresé al redil.
De nuevo por la pista de entrada hasta alcanzar la peña del Artísco, previa a la carretera LZ-204 por donde me fui. Y como había tiempo el regreso a Orzola lo hice siguiendo el trazado de la GR-131 hasta el mismo muelle de la localidad donde me senté relajadamente a esperar la guagua.