Órzola: Circular por Las Hoyas y el Malpais 20122022

Otra jornada de despiste en la que los planes no salieron como debían pero que al final concluyo bien.
Partí desde la parada de guaguas de El Callao en Orzola y en vez de seguir por el barranco como otras veces lo hice por la acera al borde de la carretera para seguir la primera parte de la etapa de la GR-131. Continuo por la acera hasta alcanzar las indicaciones de la ruta indicada y siguiendo sus instrucciones me desvío a la derecha. Tras varias curvas que pasan próximas a la finca de Aloe atravieso unos metros de empedrado para volver a camino de tierra ancho. Después de atravesar el cauce del barranco, el camino se torna en senda estrecha que pocos metros después vuelve a ser camino ancho de tierra. Al final del tramo recto de este camino, justo un poco antes del desvío a la derecha por la ladera de la montaña, me voy hacia la finca que aparece a mi izquierda y decido continuar por ahí. Había sido zona de paso en otras ocasiones pero siempre de llegada a Orzola, hoy la estrenaba de salida. Se trata de unas antiguas fincas abandonadas en una especie de ladera con algo de pendiente que asciende y que cruce hasta alcanzar la carretera LZ-204 justo enfrente de la entrada a Las Hoyas próxima a La Peña del Artisco.
Siguiendo los planes alcance la zona de la “cadenita” en la entrada a Las Hoyas y me desvié a la izquierda por la vereda/pasillo (está entre dos fincas amuralladas) que conecta con la Peña de Tonico. Una vez en la Peña la idea era cruzar Las Hoyas por el lado derecho del muro, por el interior de la zona, y en dirección a la Peña de Las Siete Lenguas siguiendo la estela de la linea de piedras.
Desde la Peña Tonico me adentré en Las Hoyas y fui avanzando según se me iba presentando las opciones, no hay vereda y, como es natural, tampoco indicaciones de ningún tipo así que como el lugar esta lleno de piedras descolocadas y hay mucha vegetación la prioridad era ubicar los pies y avanzar. En su día habría orden a tenor de lo que se ve, hay muchos muros de abrigos caídos, rocas mayores que sortear y mucha vegetación seca y también verde coloreando el entorno.
Cuando me di cuenta de que me había separado del muro, avanzar pegado a él era el objetivo, ya era algo tarde porque una “pared” rocosa me impedía virar a la izquierda y la alternativa de retroceder ni siquiera me la plantee. Así que continué pegado al lomo donde se encuentra la Peña de Tres Hermanas y avance en dirección de la pista de tierra que atraviesa Las Hoyas.
Una vez en la pista había que readaptar el itinerario para continuar con los planes previstos. Así que me fui a la izquierda, en dirección a la vivienda aislada de la zona para desde ella acercarme a la Peña de Las Siete Lenguas. Hay una vereda cuyo inicio está algo camuflado pero que te acerca a los alrededores de la Peña, parte desde las proximidades de la caseta del perro que, aislado y amarrado, ladra sin cesar. Sigo el trazado que se me va presentando y logro alcanzar las inmediaciones de la Peña. Ahora tocaba encontrar el sendero que atraviesa Hoya Honda. Lo tenia localizado en el Maps y no fue muy complicado hallarlo, así que, encantado de la vida, seguí con los planes atravesando la Hoya, pero… volvió la caraja y casi al final, por no mirar el maps, me fui por la vereda equivocada y de nuevo me vi en un inmenso mar de lavas sin tener claro por donde continuar. A toro pasado y mirando la ruta en el mapa raster de la aplicación me doy cuenta del disparate, no me explico porque afronte esa dirección si tenia claro que el camino de entrada desde la pista de El Raso estaba cerca, pero … seguí buscando pisadas entre las rocas hasta que por fin alcance el camino de El Raso.
Respire un poco, me comí un plátano confiando que el potasio pusiera las neuronas en su sitio y seguí hacia el Malpais (dirección Siete Lenguas, como no) por la vereda de El Raso.
El caso es que después de avanzar un poco por la vereda, y casi cuando iba a bajar a la hoya frente a la Peña, surgió otra vereda a la derecha y casi sin pensármelo me fui tras ella, no era la idea original pero el día lo tenia como lo tenia y quise averiguar por donde continuaba. Enlazo con otra que había toqueteado algunos meses atrás (https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/malpais-de-la-corona-paseo-entre-lavas-vi-21102022) y eso me ayudo a seguir. De nuevo una hoya conocida pero que no recordaba la salida de la misma por lo que, como es natural, me volví a perder entre rocas en busca de vereda.
Estuve un buen rato deambulando, menos mal que la paciencia no la perdí, hasta que pille vereda y reconocí la señalización de la misma. Unas cuantas rocas bien apiladas me tranquilizaron y aunque en la reanudación me empeñe en ir por donde no era, un rato después recuperé la compostura y me fui por donde debía.
Ahora se trataba de atravesar el mal país por una vereda que había usada bastantes veces pero siempre en sentido inverso al de hoy y eso también provocó algunos despistes pero …, un tiempo después (¿?), alcance la Vereda del Jable y por ella Las Tabaibitas. Fin de la jornada.