Órzola: Paseo por Las Hoyas 27042024

Desde la parada de guaguas de El Callao (Orzola) inicié la andadura cruzando la carretera hasta la acera que recorre el lado izquierdo (sentido de marcha) de la calle La Quemadita (LZ-204). A la altura de la Peña de La Pardela cruce a la acera de enfrente (lado derecho) para, en la inmediaciones de la cancha deportiva, pasar a las fincas de la zona para cruzarlas hasta alcanzar el barranco que recoge las aguas de los valles que descienden de Los Tablones, en el Macizo de Famara.
Por el cauce del barranco anduve unos metros y al acercarme a las inmediaciones de la Peña Jendía busque un hueco para pasar a la finca que tenia a mi derecha, quizás lo hice precipitadamente porque tuve que ir sorteando los muros de las fincas y al final volví al cauce para volver a intentarlo más próximo a la Peña. Avancé hacia Jendía por barranqueras abiertas por las aguas y llegué a la piedra. En medio de los dos “cachos” de rocas que conforman la Peña hay un pequeño pasillo transitable de unos dos metros de ancho y por él pase sin mas inconvenientes que el de evitar las rocas acumuladas en el suelo.
Pasada la Peña y me fui de nuevo al barranco y continué por él hasta la zona de La Breña, alrededores de la finca de Aloe. Aquí deje la vereda que traía desde el barranco para atravesar la finca que se me abría a mi izquierda, cruzarla en dirección al pie de Lomo Blanco y alcanzar la carretera LZ-204 en las inmediaciones de la Peña del Artísco.
Ya en el asfalto cruce al frente para continuar por la pista que sirve de acceso a Las Hoyas, un lugar que me impacta y otro día mas como protagonista de mi paseo.
Entré en el recinto de Las Hoyas saltando la cadenita y empece a trotar por él, la dirección la traía clara, hoy quería atravesar la hoya mas a la derecha del lugar (sentido de mi marcha), y me dispuse a ello pero… no se que me paso, en algún momento de estos primeros pasos mientras avanzaba por la “recepción” del lugar deje atrás la zona de acceso que tendría que haber cogido y continué buscando paso pegado a la derecha, eso sí. Hay un lomo rocoso que me impidió poder rectificar el rumbo y la idea de regresar y recomenzar ni me la plantee, el objetivo hoy era otro, motivos para volver.
El caso es que estaba en la hoya central y continué avanzando pegado al lomo que tengo a mi derecha y con la visión del otro, el de la Peña de las tres Hermanas, algo distante y a mi izquierda. El paso es como todo en la zona, sin veredas ni caminos sorteando los obstáculos que se me iban presentando y poco a poco fui avanzando hasta alcanzar el camino que viene de la carretera LZ-204.
Una vez en la pista me fui a la derecha, unos pocos metros, hasta poder pasar a la hoya que hay al otro lado de esta lomada por la que marcho. Asciendo un poco entre tabaibas relucientes y aulagas resecas y casi sin dar muchos pasos ya se visualiza la hoya que buscaba.
Me bajo a ella y avanzo hasta atravesarla, esto si que es un hoyo en condiciones, amplio y a la sombra. Al otro lado ya estoy al pie de la rampa de acceso que recorre la parte baja del recinto, la que marcha por el rectángulo amurallado que termina con la Hoya Honda.
Avancé al frente escorándome hacia la derecha, pasé el muro y continuo marcha hacia la zona donde se haya la Peña Aguaita. Llegue a una zona de parras y a una encerrona, tenia que pasar al otro lado saltando el muro, hay una puerta que da acceso a la finca pero tiene candado así que me las ingenie para subir al muro y pasar al otro lado.
Una vez “liberado” me fui a la derecha, a la entrada del recinto, éste abierto, para acceder a la rampa que buscaba y afrontar el reto del día. Aquí había estado el pasado 20 de abril (https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ye-arrieta-cercado-de-los-burros-penas-de-tao-la-redonda-jameos-del-medio-chulistaiga-el-canto-2004-167951712), en ese día había dejado pendiente una vereda que parecía que pasaba de esta primera hoya a la segunda y hoy quería comprobarlo.
El pasillo empieza en las inmediaciones de una finca sin uso y que tiene una pequeña vivienda con el nombre de “Abuelos Jesús y Yolanda” y marcha hacia la Peña Aguaita, continua dandole la vuelta y se adentra en la hoya. Una vez dentro continua hasta el lado opuesto para seguir ascendiendo por ese lado, la vereda continua otra vez a la derecha pero en ese desvío hay otro que marcha, parece, hacia la hoya vecina y para allá que me fui.
Dejas la primera hoya para ubicarte en el lomo que la separa de la segunda, aquí hay mas superficie “piconeada” pequeños corralitos y rofe cubriéndolo casi todo. La imagen de la segunda hoya, la mas grande de todas, es una estampa preciosa, desde aquí se observa las laderas cubiertas de corralitos de todos los tamaños y aunque ahora parece que la rampa ha desaparecido una mirada hacia abajo denota la continuación de la misma hacia la tercera hoya, busco zonas de paso y me voy hacia allá.
Ubicado en la rampa me voy por ella hasta el lomo que separa la segunda de la tercera hoya, este es zona de paso frecuente para ascender a la Peña del Quintal pero ahora toca descender y lo hago con la mirada puesta en la rampa que asciende por el otro lado.
Asciendo y desde arriba ya se observa la inconfundible silueta de la Peña de Las Siete Lenguas, el entorno es parecido a todo lo anterior y desde aquí las hoyas de abajo y su palmeral lucen maravillosas. La rampa continua en descenso y parece quedarse ahí, no veo continuación. Al bajar la estampa vuelve a impactar, la Peña del Quintal arriba y otra enorme en esta parte de la ladera parecen vigilar mis pasos, hay mas zonas cubiertas de rofe que facilita el paso y logro alcanzar la zona inferior.
No comprobé si había continuidad hacia el otro lado, estaba muy satisfecho y convencido de que volvería pronto, así que avancé hacia la “salida”. Estoy en el recinto de Hoya Honda y otro de las tareas que me había marcado era la de localizar vereda desde este lado de la Hoya Honda, en el Maps se ve que de esta zona parte una y quería ubicarla si la encontraba.
La salida es por un pequeño pasillo, entre lomos que casi se juntan, y al pasarlo ya quede mirando hacia la derecha a ver si lograba localizar ese punto de arranque. Un derrumbe en el muro facilitó la tarea y al final marque la ubicación en el Maps.
Seguí avanzando y se llega a otra pequeña hoya y la contemplación de la vivienda de la zona desde este lugar me hizo ver que este paseo se estaba terminando.
Avancé por la hoya, terreno ya muy pisado, para buscar el paso hacia le derecha y avanzar por esa zona hasta la Peña de Las Siete Lenguas.
Una vez en la roca mas emblemática del lugar me dio por dar un rodeo por sus alrededores y subir hasta su interior, una rampa facilita el paso y las miradas desde esa altura del Malpais justifican el tiempo empleado en el esfuerzo.
Baje y rodeé la Peña para acceder al otro lado, también aquí me di un volteo. Pateé el pie de la Peña de cara al malpais observando la zona y regrese para bajar hacia la zona de El Raso.
Hay un tramo de descenso, que puede despistar porque es sobre rocas, para llegar a otra hoya y continuar por la vereda que primero te acerca al muro que tenemos enfrente para luego marchar paralelo a él hasta un derrumbe por el que pasamos al otro lado para alcanzar le vereda de El Raso.
Esta vereda marcha bordeando la hoya bajo la Peña para luego ascender hasta el muro que une Siete Lenguas con la Peña de las Lagartijas. Sigo el trazado de la vereda que marcha paralela al muro que cierra el recinto de Las Hoyas hasta alcanzar Las Lagartijas.
Aquí quería acceder a la zona de fincas que hay al otro lado del muro, en el Maps se visualiza lo que parecen caminos y quería curiosear por la zona.
Lo primero que se ve es una vivienda y anduve por el lugar sin muchos aspavientos y pendiente de ladridos pero no hubo contratiempos. Hay caminos y corralitos pero sin producción, avance sin hacer fotos por si aparecía algún mosqueado y recorrí la zona con calma sin percances. Al llegar al final, el último tramo de la pista era el de acceso a la vivienda y terminó en una valla cerrada que me obligo a ingeniármelas para poder saltar el muro.
Accedí al camino de acceso desde la carretera LZ-204 y continué por él hasta el asfalto para seguir hasta el muelle de Orzola donde termine la jornada.