Otoio desde el parking P1 de Lekeito

INICIO.- Parking P1 de Lekeito (BI 2238).
RECORRIDO: La ruta comienza en el parking P1, ubicado en la rotonda a la entrada de Lekeito. Este lugar es obligatorio para aparcar, ya que en la localidad los lugares habilitados para estacionar vehículos han sido repintados de verde, lo que impide obtener un tique de aparcamiento.
Comenzamos nuestro recorrido caminando por una carretera asfaltada que atraviesa el parking de autobuses y la continuamos hasta llegar a un cruce de carreteras donde se encuentra un expositor de madera que proporciona información sobre las rutas cercanas.
Desde este punto, seguimos una pista de tierra hacia la derecha, bajo la sombra de los árboles, y pronto alcanzamos una pista de cemento con tres pivotes que impiden el paso de vehículos. Continuamos por esta pista, que presenta algunos tramos de fuerte desnivel, hasta llegar a una fuente de piedra del año 1994 que actualmente no está en uso.
Desde aquí, seguimos un sendero de tierra junto a la fuente de piedra, adentrándonos en un bosque que nos llevará a un cruce donde debemos tomar un sendero a nuestra derecha (en este punto, tuvimos un pequeño error y tuvimos que dar la vuelta), cerca de un árbol, encontramos un cartel de color blanco con las letras "KONTUZ, EHIZA, LOTIO".
Siguiendo el sendero, empezamos a ver las marcas rojas y blancas características de un GR, que en este caso es el número 123. La subida se vuelve bastante intensa, con fuertes pendientes. A lo largo del camino, no hay mucha más señalización, excepto por un poste de señales cercano, que lamentablemente carece de ellas.
En ciertas zonas, podemos encontrar barro y, aunque las piedras del camino pueden ser tentadoras para asegurar la pisada, en ocasiones, debido a la humedad ambiental y la forma redondeada de la piedra caliza del paso, no resultan seguras.
Finalmente, llegamos al vértice geodésico situado en la cima del Otoio, una cumbre que, según dicen, ofrece hermosas vistas de la costa. Sin embargo, la realidad es que los encinares cercanos han crecido tanto que apenas se aprecia el paisaje. En el vértice geodésico, un poco deteriorado, hay también una placa metálica que representa los montes cercanos, pero debido al mal estado de la misma y a la altura de las encinas, es difícil ver algo con claridad.
El regreso se realiza siguiendo el mismo camino; durante el descenso, podremos disfrutar de algunas vistas del paisaje marino.