Otoio y Talaia desde Lekeitio

Descripción
Estas dos cumbres costeras entre los pueblos vizcaínos de Lekeitio e Ispaster se hallan constituidas por acantilados que caen directamente sobre el Mar Cantábrico. En la zona existen algunas ensenadas poco conocidas como la de la pedregosa playa de Ogeia bajo los siempre espectaculares paredones rocosos.
Uno de los puntos más interesantes y bonitos de la excursión se sitúa en la antigua zona de avistamiento de ballenas cerca del Talaia, que nos ofrece un excelente mirador hacia el mar.
Cabe destacar el desnivel a salvar teniendo en cuenta sus escasos 400m de altitud, ya que hay bastantes subidas y bajadas tal y como se aprecia en el perfil de la ruta.

Itinerario
Desde el puerto de Lekeitio seguimos la línea de costa hacia la ermita de Santa Catalina, que se situa justo en la esquina costera, al lado de una zona de fábricas que afean el paisaje.

Antes de llegar, tomaremos un desvío hacia Eluntzeta por un paso elevado aunque se puede seguir por el asfalto ya que llegamos al mismo sitio. Una vez pasadas las fábricas, a mano derecha sale un sendero que nos ataja otros tantos metros de asfalto para dejarnos en una cuesta de hormigón cerrada al tráfico rodado.
En apenas 200m de subida aparece una pequeña pista de piedras y tierra por donde pasa el GR123 - Vuelta a Bizkaia que por fín nos permite dejar de pisar el dichoso alfalto y que nos conducirá sin pérdida al mirador del Talaia.

En este punto se colocaba antiguamente el talaiero, que era el encargado de dar aviso a los pescadores para que se lanzasen con sus botes y arpones a la mar para dar muerte a las ballenas. Dentro podemos ver un panel explicativo con el código morse y el método utilizado.
Desde este balcón, tenemos unas preciosas vistas del mar, los acantilados y la costa de Lekeitio.

Continuando por el sendero se llega en pocos metros a la cima de Talaia con un curioso buzón montañero y una escultura detrás. A primera vista pensaba que era un autobús así que imaginate xD
Siguiendo el sendero llegamos a otro desvío, donde habrá que torcer a la derecha, siempre pegados al mar.

En este momento el camino empieza a descender a una altitud inferior a la del Talaia para subir en algo menos de 1km a los casi 400m del Otoio por con un desnivel muy fuerte. Este tramo entre los árboles es precioso, en especial un día nublado como hoy, lo que le da un toque especial.

En la cima el clásico buzón montañero, su correspondiente vértice geodesico y un panel indicando los montes aledaños. Hay unas antenas de comunicaciones pero hoy ni se ven debido a lo espeso de la niebla aunque un dia despejado no creo que tuviese muchas vistas tampoco.

Emprendemos la bajada por un sendero que sale al Norte (a la derecha de la cima según llegamos). Siguiendolo nos dejará en la pista que baja hacia Ispaster pero nosotros volvemos a meternos a la izquierda para rodear el macizo. Existe la posibilidad de tirar a la derecha para visitar un mirador en el acantilado, pero ni nos dimos cuenta.

Este camino nos baja a un núcleo urbano donde, en lugar de seguir recto hacia el barrio de Artika, torcemos a mano izquierda de nuevo por un escondido sendero hasta llegar a la pista de hormigón del principio.
Desde aquí solo resta desandar el camino hasta Lekeitio.