Otoñada en Sierra Madrona: Robledo de las Hoyas. El Abuelo. Las Lastras y la Batanera. Collado del Viento. Hoya del Prior
near Fuencaliente, Castilla-La Mancha (España)
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Trail photos
Itinerary description
Todo el track discurre por camino público. Recomendable informarse en oficina.turismo@fuencaliente.es de si hay monterías. Es buena época mitad de noviembre para disfrutar del color ocre de los robles de Sierra Madrona. Nunca defrauda, a pesar de que la sequía no ayuda, ni tampoco el exagerado ataque de la administración a los pinares, excesivamente explotados/eliminados a mi entender.
Empezamos camino en San Isidro, buscando la Chorrera de las Sierpes. Aquí encontramos el primer destrozo en lo que era un frondosísimo pinar, que no dejaba casi pasar la luz, diezmado apreciablemente, además maleando los caminos por el paso de las máquinas. La Chorrera de las Sierpes no es la más espectacular de Sierra Madrona, pero a pesar de la sequía corría con un chorrito de agua. Ahora ponemos dirección al Robledo de las Hoyas, que cogimos en su punto álgido otoñal. Seguimos camino hasta llegar al gran roble llamado El Abuelo, extraordinario ejemplar que bien merece hacer algún km más para verlo. Volvemos sobre nuestros pasos para volver al Robledo de las Hoyas, donde también vimos algún ejemplar suelto de arce que amarilleaba aún más el paisaje.
Salimos a los caminos que te devuelven a San Isidro con el objetivo de bajar a la carretera a la altura de Hotel Sierra Madrona, para cruzar la carretera general en dirección a Las Lastras. Seguí por error un sendero que estaba marcado en el IGN, que comienza muy claro y abierto, pero al llegar a una fuente se pierde y nos obligó a hacer varios cientos de metros de monte a través con bastante vegetación. Mejor no desviarse y seguir la pista aunque haya que hacer un km más. Finalmente volvemos al camino por el que íbamos y cruzamos la carretera para ir a Las Lastras, un bonito sendero habilitado a la vera del Río Cereceda, que llevaba algo de agua...hasta llegar a la gran cascada de la Batanera, absolutamente seca.
Visita de rigor a las pinturas rupestres y camino del Collado del Viento. Dura y constante subida. Nuevo destrozo de pinares, preciosos robledales. Aconsejo ir volviéndose para disfrutar de las panorámicas del Valle del Cereceda, también vestido de gala por el otoño. El Collado del Viento estaba precioso, en su top, no así la habitualmente llamativa Hoya del Prior, demasiado castigada por la sequía. Abajo solo queda seguir las pistas adecuadas hasta la carretera y usar el túnel de un arroyo para cruzarla por debajo justo antes llegar al punto de inicio y final de esta bonita ruta por Sierra Madrona.
Empezamos camino en San Isidro, buscando la Chorrera de las Sierpes. Aquí encontramos el primer destrozo en lo que era un frondosísimo pinar, que no dejaba casi pasar la luz, diezmado apreciablemente, además maleando los caminos por el paso de las máquinas. La Chorrera de las Sierpes no es la más espectacular de Sierra Madrona, pero a pesar de la sequía corría con un chorrito de agua. Ahora ponemos dirección al Robledo de las Hoyas, que cogimos en su punto álgido otoñal. Seguimos camino hasta llegar al gran roble llamado El Abuelo, extraordinario ejemplar que bien merece hacer algún km más para verlo. Volvemos sobre nuestros pasos para volver al Robledo de las Hoyas, donde también vimos algún ejemplar suelto de arce que amarilleaba aún más el paisaje.
Salimos a los caminos que te devuelven a San Isidro con el objetivo de bajar a la carretera a la altura de Hotel Sierra Madrona, para cruzar la carretera general en dirección a Las Lastras. Seguí por error un sendero que estaba marcado en el IGN, que comienza muy claro y abierto, pero al llegar a una fuente se pierde y nos obligó a hacer varios cientos de metros de monte a través con bastante vegetación. Mejor no desviarse y seguir la pista aunque haya que hacer un km más. Finalmente volvemos al camino por el que íbamos y cruzamos la carretera para ir a Las Lastras, un bonito sendero habilitado a la vera del Río Cereceda, que llevaba algo de agua...hasta llegar a la gran cascada de la Batanera, absolutamente seca.
Visita de rigor a las pinturas rupestres y camino del Collado del Viento. Dura y constante subida. Nuevo destrozo de pinares, preciosos robledales. Aconsejo ir volviéndose para disfrutar de las panorámicas del Valle del Cereceda, también vestido de gala por el otoño. El Collado del Viento estaba precioso, en su top, no así la habitualmente llamativa Hoya del Prior, demasiado castigada por la sequía. Abajo solo queda seguir las pistas adecuadas hasta la carretera y usar el túnel de un arroyo para cruzarla por debajo justo antes llegar al punto de inicio y final de esta bonita ruta por Sierra Madrona.
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