Ozaeta-Cruz de Larrea-Aldaia-Gebara

Tras prácticamente un mes sin ir al monte debido a la meteo, decido hacer uno de los centenarios que tengo pendientes para el reto de Mendiko Lagunak en su 50 aniversario: Aldaia. Al llevar tanto tiempo sin hacer una caminata, me parece el recorrido ideal y quedo con Andoni para realizar esta ruta de 15km y 420 metros de desnivel positivo. A pesar de ser una modesta cumbre, tiene su encanto porque da la opción de visitar el castillo y el palacio de Gebara.

Nos desplazamos hasta Ozaeta (Valle de Barrundia) y dejamos el coche en un aparcamiento que hay en el centro del pueblo. Los primeros pasos nos llevan hacia la iglesia del pueblo, pasando enseguida junto a una curiosa fuente. Después, tras la iglesia tomamos a mano derecha la calle Zubiandi que nos lleva hasta una intersección.

De frente tenemos el camino de regreso, pero nosotros continuamos por la parcelaria de nuestra izquierda; que tras cerca de un kilómetro nos lleva hasta Hermua, pasando primero por la iglesia de San Pedro. En la siguiente bifurcación tomamos a la derecha para cruzar el río Barrundia y dejar a nuestra derecha un centro de adiestramiento canino. Es entonces cuando topamos de frente con la subida directa al monte Aldaia, pero en nuestro caso debemos seguir por la pista de la izquierda.

Un kilómetro después, según nos acercamos a Larrea; encontramos a nuestra derecha el camino del portillo de Larrea. Pronto abandonamos la pista siguiendo un cairn a mano izquierda, un estrecho y a veces difuso sendero nos lleva hasta el collado. Aquí decidimos seguir el cordal a nuestra izquierda, y entre la espesura del “perejil” terminamos llegando a la cumbre de la Cruz de Larrea (733m.).

Regresamos después hasta el collado paralelos a la alambrada, y superando ésta por el paso; cruzamos la cercana barrera para alcanzar la pista que lleva a Aldaia. Caminamos por el cordal somital, pasamos junto a la zona de salto de parapente y continuamos hasta alcanzar la antena de la cumbre de Aldaia (790m.). Las vistas sobre el valle de Barrundia y la sierra de Elgea son inmejorables...

Tras sacar las fotos de rigor, nos ponemos en marcha otra vez siguiendo la línea del cordal; para así acercarnos hasta la escondida cima de La Peña del Moro o San Pedro (756m.); sín buzón, ni vértice, ni vistas. Volvemos unos metros atrás para bajar por un cortafuegos (S), tras pocos metros de bajada encontramos una senda en la que continuamos a nuestra izquierda para enlazar después con la pista que va de Aldaia a Gebara.

Habremos recorrido algo más de un kilómetro por la pista, cuando llegamos a un cruce en el que debemos cruzar una barrera y seguir por el camino del medio (W-SW). Este sendero remonta la colina y nos lleva directos a los restos del castillo de Gebara, que datan del siglo XV. Las expléndidas vistas sobre la Llanada Alavesa y el parque ornitolójico de Mendixur nos invitan a hacer aquí la parada del almuerzo, en la cima de Gebara (727m.).

Descendemos (W) camino al collado de Gaztelubide, pasando junto a un depósito de aguas. En este momento hacemos un “campo a través”para atajar hasta la pista que lleva al Palacio de Gebara. Aunque el palacio se encuentra cerrado, decidimos colarnos (no resulta difícil) para disfrutar de la inmensidad de este edificio en ruinas. Tras sacar fotos de la chimenea, la torre, el pozo... volvemos atrás para bajar por un camino (SW) que bordeando las campas nos lleva a la entrada del pueblo de Gebara. Al llegar a la carretera, la seguimos a la derecha y antes de cruzar el río Zadorra (ya unido al Barrundia), debemos pasar por una barrera y continuar por un antiguo sendero que va paralelo al río.

Este camino enlaza finalmente con la pista que lleva de Ozaeta al portillo de Gaztelubide; así que al salir a la parcelaria, la seguimos hasta cruzar el puente sobre el río Barrundia (NE) y ya nos encontramos con la iglesia de Ozaeta de frente. Al entrar en el pueblo, un perro “salchicha” llamado Kevin se quiso enfrentar a Mendi, fue una escena curiosa... es increíble la osadía de los perros pequeños. Así pues regresamos al coche comentando la jugada y con un buen sabor de boca.