P. LOBO-VEREDA DARRO-BOLONES-C. SERENO-C. MÁRMOLES-MAJADA DEL CABO-VEREDA FTE. TEJA-C. AGUA-C. VÍZNAR-P. LOBO

Ruta pateada a ritmo rápido con múltiples altos para sacar cerca de 180 fotos.

Tras una semana de lluvias intermitentes y muchas nubes, el sol hace que senderistas y ciclistas salgamos a la sierra de Huétor como setas. La idea era hacerme unos 15km, pero caminar da a un ciclista en dique seco la oportunidad de explorar sendas y cerros que, cargando con la bici, sería mucho más duro. De este modo, finalmente, me planto en 23km tras recorrer algunas de las zonas más interesantes del parque natural.







Salgo de puerto Lobo dejando el coche a las 0930 cuando ya hay muchos más aparcados por los alrededores. La mañana promete.

Enfilo la pista a la Alfaguara y me desvío hacia la vereda que baja al Darro, pasando por debajo de las trincheras. La salida de la pista está marcada con espray rojo antes de llegar al barranco de la Umbría. Es un tramo nuevo que empalma con una bajada más "radical" que sí conocía.



Esta vereda es ciclable a un 75%, con una parte en la que el peralte del firme la hace delicada.



Una vez en el fondo del barranco, entre abetos y a caballo de una antigua acequia a la izquierda, sigo hacia las Tejoneras.

Desde el área recreativa abandonada, comienzo la subida a Bolones... con el "plus" de hacerlo recortando por un cortafuegos de considerable pendiente. Ahorro metros de recorrido, a costa de sudar y resoplar algo más.

Una caseta con un grupo electrógeno funcionando a todo motor (supongo que para bombeo de aguas a no sé dónde) marca el inicio de la subida por el cortafuegos.



Paseo y fotos en Bolones y media vuelta hacia la casa forestal de los Peñoncillos. Antes de acometer la cañada del Sereno me doy una vuelta por la fuente de Atajuelos y unas hazas en terrazas muy curiosas. La fuente no tiene caño, aunque una alberca cercana sí acumula agua.





Una vez en la cañada del Sereno, cojo dos "recortes":
- Uno hacia un edificio derrumbado sobre las ruinas de los corrales al principio de la cañada. Como curiosidad, puede ser interesante.



- Otro entre pedrizas siguiendo una camino de cabras. No merece la pena desde mi punto de vista.

Al llegar al banco de piedra con un cartel sobre el barranco de los Mármoles, me desvío hacia la cueva de mismo nombre. La bajada es cómoda aunque escalonada hasta llegar a los pinares que ocultan la vereda que lleva a la cueva.



Una vez allí, sigo subiendo hacia la loma que domina la zona, en busca de bajadas alternativas al Darro hacia el oeste. Alcanzo un tajo así que media vuelta. ESTE PEQUEÑO TRAMO ES EL MENOS PRACTICABLE de toda la ruta y el más prescindible.

No me queda otra alternativa que bajar a la fuente de la Teja siguiendo el camino clásico, que no tiene nada de aburrido... sobre todo si se baja en bici. Lajas de piedra, raíces y pendientes pronunciadas lo hacen técnico pero asequible.

Una vez abajo, en el barranco del Darro, decido meterme en la garganta entre el Púlpito y la Majada del Cabo. A medida que subo, veo que el prado verde no presenta camino, vereda o senda que continúe por el barranco a no ser que sea escalando.



La alternativa que me queda es ascender al cerro de la Majada del Cabo por la derecha.

La pendiente es pronunciada pero asequible. Una vez alcanzada la "meseta" que la corona, la progresión se hace lenta y cuidadosa puesto que el suelo es una pedriza con piedras afiladas y separadas lo justo para cascar tobillos. ¡OJO!





Desciendo de las alturas por la vertiente norte hacia el barranco del Polvorite. Ojo de nuevo porque hay que medir bien los pasos buscando puntos de apoyo y, en un par de sitios, pegar el culo al suelo.

De vuelta a la horizontalidad, bajada a la fuente de la Teja por una divertida vereda de raíces y la pista principal.



Tras repostar, enfilo la subida al sanatorio de la Alfaguara desde la fuente. La pendiente es muy pronunciada y, aunque no lo parezca al principio, la vereda está perfectamente marcada y despejada de vegetación.





Una vez alcanzada la pista de la Alfaguara tras superar un desnivel de 200m positivos, continuo la ascensión hasta la cueva del Agua. La pista es archiconocida y muy frecuentada por senderistas y familias que dejan los coches en la Alfaguara.

Una vez arriba aprovecho para comer algo y afrontar la bajada al collado de Víznar y, desde allí, a puerto Lobo por la vereda de la cara sur.



¡Nos vemos en el campo!