GALICIA. P.N. FRAGAS DO EUME. Camiño da Ventureira, R. de los Encomendeiros, Monst de S. Xoán de Caaveiro, centrales eléctricas.
near Teixido, Galicia (España)
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Itinerary description
Niebla, frío, lluvia, sol, calor... cuatro estaciones en solo una mañana... pero esto es Galicia...
Lo primero, una advertencia. Tanto los puentes colgantes como el Monasterio así como el bar, a día de hoy están cerrados...
Esta ruta aquí descrita, no era la que en un principio tenía pensado, si bien sería muy parecida. Con el problema de "todo cerrado", puentes colgantes, monasterio, bar, la ruta de los Encomendeiros se podría hacer pero por la carretera (o algo parecido) por donde los autobuses te devuelven al punto de inicio de esta ruta. Por cierto, también están anulados a fecha de hoy.
Como consecuencia de lo anteriormente mencionado salió esta ruta, que en principio, también incluía llegar al menos hasta el primer puente colgante, según caminaba, el Puente colgante de Fornelos y volver, pero llegué a una zona, que con la crecida del agua cortaba el camino.
LA RUTA EN SÍ...
Poco antes de llegar al puente donde está la antigua central hidroeléctrica, hay una zona de aparcamiento donde caben varios coches.
A partir de ahí, subimos un tramo de la carretera hasta llegar a una curva donde encontramos un carril que será el que nos lleve hasta el Monasterio, aunque este carril, más adelante, se convierte en un bonito sendero. Hay un punto en el cuál tenemos unas vistas al Monasterio impresionantes, si estás atento.
Llegamos primero al bar, que era la "Casa del Horno" que nos da paso al Monasterio, al que sólo podemos llegar hasta la cancela.
Bajamos por lo que es la ruta de los Encomendeiros. Llegamos a un rincón bucólico, lleno de encanto y misterio, el puente y las ruinas del Molino de Sesín. Hay que verlo. Aunque por lo visto, se suele llegar al Monasterio y no bajar a este rincón, posiblemente por el desconocimiento de su existencia, principalmente los que hacen el camino de Ventureira.
Bajando ya por el sendero, pasamos dos puentes de madera y llegamos al río que da nombre a este bosque. El segundo puente es donde el arroyo de Mazoca, Rego da Mazoca, vierte sus aguas al Eume.
Sigo un tramo, lo que me permite el sendero.
Doy la vuelta y al pasar de nuevo el segundo puente, cojo el cruce a la derecha para no volver por el mismo lado y regresar por el puente de Santa Cristina.
Al llegar al puente, decido subir al Monasterio nuevamente para ponerme a resguardo y sacar ropa de agua y hacer una parada. No es necesario hacer este tramo, se puede seguir por el puente para regresar por las centrales hidroeléctrica. Este tramo de vuelta es sorprendente también, no lo esperaba, me sorprendió muy gratamente.
En este tramo nos encontramos con varios "Regos" que dan al camino o al sendero y hay que tenerlo en cuenta porque habrá momentos que el paso sea complicado o imposible si llevan mucha agua.
El tema del agua es importante tenerlo en cuenta, los ríos pueden estar crecidos e impedir el paso o hacerlo muy peligroso, aunque entiendo que en esos casos los caminos lo cerrarán.
En el primer carril que cogimos, hay un desprendimiento de tierra y árboles, no impiden el paso, se puede pasar sin dificultad pero podría haber en algún otro momento alguno más.
Llegamos a la primera central hidroeléctrica, la de San Bartolomé.
Subimos un pequeño tramo de carretera en pendiente. Cuando llegamos a la segunda curva, vemos unos escalones a nuestra izquierda. Nos sube al sendero de vuelta que nos llevará hasta la central hidroeléctrica del Eume. De aquí a la antigua hidroeléctrica, queda poco.
Al llegar al puente de la última hidroeléctrica, me desvío a la derecha una vez cruzo el puente y bajo las escaleras para ver la impresionante cascada de la Ventureira.
De aquí al coche quedan unos pasos donde ponemos fin a esta encantadora ruta.
*Ruta dos Encomendeiros.
La ruta dos Encomendeiros es una de las más conocidas del parque, ya que conduce hasta el imprescindible monasterio de Caaveiro disfrutando del paseo por las orillas del río Eume.
La dificultad de esta ruta es baja y el recorrido lineal, aunque puedes convertirlo en circular si regresas por la carretera que bordea la otra orilla del río tras cruzar el puente de Santa Cristina.
*Ruta de A Ventureira.
La ruta de A Ventureira es una de las más mágicas de las Fragas do Eume, ya que discurre por parte del cañón del Eume.
Por el camino encontrarás una densa vegetación en la que destaca la gran variedad de helechos del parque de todos los tamaños.
*Fragas do Eume.
Fragas do Eume es uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de Europa. Dentro de sus 9.000 hectáreas de extensión viven menos de 500 personas, lo que da una idea del estado virgen de estos exuberantes bosques que siguen el curso del río Eume. El parque tiene la forma de un triángulo cuyos vértices y fronteras serían As Pontes, Pontedeume y Monfero.
La mejor forma de conocer el parque es a pie. Así, si uno sabe ver, quizá descubra a los juguetones duendes que habitan en él. Robles, chopos, fresnos, alisos, más de 20 especies de helechos y 200 de líquenes se dan aquí. A veces la vegetación es tan tupida que apenas deja pasar la luz. Pero este bosque umbrío y secreto es generoso como sus aguas, fuentes y cascadas. Aquí no hay verde, aquí hay paisajes de mil verdes. Y escondido en el corazón del bosque, el Monasterio de Caaveiro, un antiguo cenobio con más de 10 siglos de historia y unas vistas espectaculares de esta "fraga" mágica.
El río Eume, de unos cien kilómetros de longitud total, ha labrado en la mayor parte de su curso medio y final un profundo cañón. Las abruptas laderas, en algunos puntos de hasta 300 metros de desnivel, conservan el manto vegetal original de los bosques atlánticos.
Porque “fraga” significa bosque con árboles de diferentes especies. Robles y castaños forman el manto caducifolio acompañados de abedules y alisos, fresnos y tejos, avellanos y árboles frutales silvestres; y de los perennes laureles, acebos y madroños. Todos forman una heterogénea selva en la que cada especie ocupa su lugar. Los alcornoques, por ejemplo, tienen en estas laderas orientadas al sur su límite septentrional en Galicia. En las riberas húmedas y sombrías se conserva una amplia colección de líquenes, musgo y helechos que son una de las joyas de los bosques climáticos como Eume, relictos de la Era Terciaria.
*Monasterio de Caaveiro.
Situado en un montículo rocoso entre los ríos Eume y Sesín, en la Fraga del Eume, de incomparable belleza, se yergue este monasterio que sufrió numerosas intervenciones a el largo de su historia. Sus orígenes se remontan al siglo X en que se tienen las primeras noticias de la existencia de vida monástica en este lugar. La historia de Caaveiro se vincula a S. Rosendo y perteneció a la orden de S. Bieito y posteriormente fue monasterio de coengos regulares de S. Agustín.
Se trata de un conjunto de edificaciones, algunas ya desaparecidas: Iglesia principal, Iglesia de Santa Isabel, celdas, cabildo, sacristía, pozo, almacenes, archivo, campanario, etc.
La rehabilitación del Monasterio de Caaveiro viene de recibir el Premio Europeo de Intervención en el Patrimonio Arquitectónico en la categoría de espacios exteriores.
Lo primero, una advertencia. Tanto los puentes colgantes como el Monasterio así como el bar, a día de hoy están cerrados...
Esta ruta aquí descrita, no era la que en un principio tenía pensado, si bien sería muy parecida. Con el problema de "todo cerrado", puentes colgantes, monasterio, bar, la ruta de los Encomendeiros se podría hacer pero por la carretera (o algo parecido) por donde los autobuses te devuelven al punto de inicio de esta ruta. Por cierto, también están anulados a fecha de hoy.
Como consecuencia de lo anteriormente mencionado salió esta ruta, que en principio, también incluía llegar al menos hasta el primer puente colgante, según caminaba, el Puente colgante de Fornelos y volver, pero llegué a una zona, que con la crecida del agua cortaba el camino.
LA RUTA EN SÍ...
Poco antes de llegar al puente donde está la antigua central hidroeléctrica, hay una zona de aparcamiento donde caben varios coches.
A partir de ahí, subimos un tramo de la carretera hasta llegar a una curva donde encontramos un carril que será el que nos lleve hasta el Monasterio, aunque este carril, más adelante, se convierte en un bonito sendero. Hay un punto en el cuál tenemos unas vistas al Monasterio impresionantes, si estás atento.
Llegamos primero al bar, que era la "Casa del Horno" que nos da paso al Monasterio, al que sólo podemos llegar hasta la cancela.
Bajamos por lo que es la ruta de los Encomendeiros. Llegamos a un rincón bucólico, lleno de encanto y misterio, el puente y las ruinas del Molino de Sesín. Hay que verlo. Aunque por lo visto, se suele llegar al Monasterio y no bajar a este rincón, posiblemente por el desconocimiento de su existencia, principalmente los que hacen el camino de Ventureira.
Bajando ya por el sendero, pasamos dos puentes de madera y llegamos al río que da nombre a este bosque. El segundo puente es donde el arroyo de Mazoca, Rego da Mazoca, vierte sus aguas al Eume.
Sigo un tramo, lo que me permite el sendero.
Doy la vuelta y al pasar de nuevo el segundo puente, cojo el cruce a la derecha para no volver por el mismo lado y regresar por el puente de Santa Cristina.
Al llegar al puente, decido subir al Monasterio nuevamente para ponerme a resguardo y sacar ropa de agua y hacer una parada. No es necesario hacer este tramo, se puede seguir por el puente para regresar por las centrales hidroeléctrica. Este tramo de vuelta es sorprendente también, no lo esperaba, me sorprendió muy gratamente.
En este tramo nos encontramos con varios "Regos" que dan al camino o al sendero y hay que tenerlo en cuenta porque habrá momentos que el paso sea complicado o imposible si llevan mucha agua.
El tema del agua es importante tenerlo en cuenta, los ríos pueden estar crecidos e impedir el paso o hacerlo muy peligroso, aunque entiendo que en esos casos los caminos lo cerrarán.
En el primer carril que cogimos, hay un desprendimiento de tierra y árboles, no impiden el paso, se puede pasar sin dificultad pero podría haber en algún otro momento alguno más.
Llegamos a la primera central hidroeléctrica, la de San Bartolomé.
Subimos un pequeño tramo de carretera en pendiente. Cuando llegamos a la segunda curva, vemos unos escalones a nuestra izquierda. Nos sube al sendero de vuelta que nos llevará hasta la central hidroeléctrica del Eume. De aquí a la antigua hidroeléctrica, queda poco.
Al llegar al puente de la última hidroeléctrica, me desvío a la derecha una vez cruzo el puente y bajo las escaleras para ver la impresionante cascada de la Ventureira.
De aquí al coche quedan unos pasos donde ponemos fin a esta encantadora ruta.
*Ruta dos Encomendeiros.
La ruta dos Encomendeiros es una de las más conocidas del parque, ya que conduce hasta el imprescindible monasterio de Caaveiro disfrutando del paseo por las orillas del río Eume.
La dificultad de esta ruta es baja y el recorrido lineal, aunque puedes convertirlo en circular si regresas por la carretera que bordea la otra orilla del río tras cruzar el puente de Santa Cristina.
*Ruta de A Ventureira.
La ruta de A Ventureira es una de las más mágicas de las Fragas do Eume, ya que discurre por parte del cañón del Eume.
Por el camino encontrarás una densa vegetación en la que destaca la gran variedad de helechos del parque de todos los tamaños.
*Fragas do Eume.
Fragas do Eume es uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de Europa. Dentro de sus 9.000 hectáreas de extensión viven menos de 500 personas, lo que da una idea del estado virgen de estos exuberantes bosques que siguen el curso del río Eume. El parque tiene la forma de un triángulo cuyos vértices y fronteras serían As Pontes, Pontedeume y Monfero.
La mejor forma de conocer el parque es a pie. Así, si uno sabe ver, quizá descubra a los juguetones duendes que habitan en él. Robles, chopos, fresnos, alisos, más de 20 especies de helechos y 200 de líquenes se dan aquí. A veces la vegetación es tan tupida que apenas deja pasar la luz. Pero este bosque umbrío y secreto es generoso como sus aguas, fuentes y cascadas. Aquí no hay verde, aquí hay paisajes de mil verdes. Y escondido en el corazón del bosque, el Monasterio de Caaveiro, un antiguo cenobio con más de 10 siglos de historia y unas vistas espectaculares de esta "fraga" mágica.
El río Eume, de unos cien kilómetros de longitud total, ha labrado en la mayor parte de su curso medio y final un profundo cañón. Las abruptas laderas, en algunos puntos de hasta 300 metros de desnivel, conservan el manto vegetal original de los bosques atlánticos.
Porque “fraga” significa bosque con árboles de diferentes especies. Robles y castaños forman el manto caducifolio acompañados de abedules y alisos, fresnos y tejos, avellanos y árboles frutales silvestres; y de los perennes laureles, acebos y madroños. Todos forman una heterogénea selva en la que cada especie ocupa su lugar. Los alcornoques, por ejemplo, tienen en estas laderas orientadas al sur su límite septentrional en Galicia. En las riberas húmedas y sombrías se conserva una amplia colección de líquenes, musgo y helechos que son una de las joyas de los bosques climáticos como Eume, relictos de la Era Terciaria.
*Monasterio de Caaveiro.
Situado en un montículo rocoso entre los ríos Eume y Sesín, en la Fraga del Eume, de incomparable belleza, se yergue este monasterio que sufrió numerosas intervenciones a el largo de su historia. Sus orígenes se remontan al siglo X en que se tienen las primeras noticias de la existencia de vida monástica en este lugar. La historia de Caaveiro se vincula a S. Rosendo y perteneció a la orden de S. Bieito y posteriormente fue monasterio de coengos regulares de S. Agustín.
Se trata de un conjunto de edificaciones, algunas ya desaparecidas: Iglesia principal, Iglesia de Santa Isabel, celdas, cabildo, sacristía, pozo, almacenes, archivo, campanario, etc.
La rehabilitación del Monasterio de Caaveiro viene de recibir el Premio Europeo de Intervención en el Patrimonio Arquitectónico en la categoría de espacios exteriores.
Waypoints
Intersection
307 ft
Seguido, hacia abajo y siguiente desvío a la izquierda.
Este segundo desvío no es importante pués en pocos metros confluyen ambos senderos.
Information point
305 ft
Información y bar. Antigua Casa del Horno.
Actualmente se encuentra cerrado.
Bridge
121 ft
Puente sobre 'Rego da Mazoca'.
En este punto, el Rego da Mazoca, da sus aguas al Río Eume.
Risk
154 ft
Riesgo
Pongo aquí término a la ruta por la crecida del río, corta el paso. Si bien habría cierta posibilidad saltando algunas piedras, preferí no arriesgar y darme un "chapuzón". Me quedo con lo visto hasta aquí. Así que media vuelta y a desandar lo andado.
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