P. Nat. Despeñaperros: Castañar de Valdeazores - Collado de la Aviación - Mirador de los Órganos - Vacas del Retamoso.

Iba de camino a Viveiro para pasar la semana de Carnavales y decidí hacer un alto en el camino con el fin de conocer alguno de los más famosos senderos de Despeñaperros. Me desvié hacia la antigua carretera y paré en el parking del Restaurante Despeñaperros, frente al que se encuentra la entrada al sendero del Barranco de Valdeazores. Esta zona cuenta con infinidad de atractivos, empezando por el histórico, al ser el paso que utilizaron las huestes cristianas para evitar la emboscada de los moros antes de la batalla de las Navas de Tolosa; continuando con el botánico, pues está zona ha sido catalogada como un auténtico "paraíso" gracias a una abundancia de agua que permite que crezcan las plantas más exigentes, y finalizando con el geológico, con la presencia del Monumento Natural de los Órganos y distintas cuevas con pinturas rupestres.

Empiezo la ruta confundido, ya que entré por el sendero del Barranco de Valdeazores, que discurre por un carril por la parte alta del barranco, cuando mi intención era recorrerlo por el sendero que va cercano al cauce del río. Así, cuando me di cuenta del error bajé campo a través desde la Casa Forestal hasta el lecho del arroyo de Valdeazores y en la misma puerta de entrada del sendero recomencé la ruta. Decir que por culpa de esta desgraciada sequía que padecemos el arroyo va casi seco, en una época en la que el agua debería ser hasta un impedimento para recorrer la senda; aún así la belleza del recorrido es apabullante. Este es ascendente en todo momento y va paralelo al río por su parte derecha, surcando un bosque de galería de fresnos, alisos y almendros, hasta que a poco más de un kilómetro y medio nos encontramos con un pequeño castañar con varios ejemplares centenarios de formas retorcidas. Tras pasar el castañar la cuesta se empina un poco y entramos en un maravilloso bosque mediterráneo en el que se mezclan pinos y encinas, enebros y durillos, retamas y jaras, alcornoques y perales silvestres, etc, y para finalizar, llegando a la parte alte del barranco encontramos una gran aglomeración de roble melojo y quejigo.

Llegamos así al Collado de los Tubos que por una parte nos conduce al Puerto del Muradal (donde aparecieron por sorpresa las tropas de Alfonso VIII de Castilla) y por otro lado nos lleva hacia el Collado de la Aviación, que sirvió de puesto de control antiaéreo durante la Guerra Civil. Nos dirigimos a esta segunda localización a través de un pinar que crece sobre la blanca pedriza que domina estos suelos. Una vez vista la curiosa caseta que ahora sirve de refugio, pasamos un roquedal desde el que asistimos a la extraordinaria llanura del valle bético cerradas en el horizonte por las Sierras de Cazorla y Magina, de cuya belleza vamos disfrutando en el corto trayecto que nos separa del Mirador de los Órganos. Trepamos hasta él y vemos como "la autovía de Andalucía serpentea por altos viaductos camino del sur y la capital. Al norte podemos ver la "Puerta de Andalucía" y frente a nosotros, al otro lado de la autovía y la línea férrea divisamos el Monumento Natural de los Órganos, donde destacan sus columnas verticales de cuarcitas, que a modo de cuchillos trepan buscando altura y nos ofrecen un buen número de agujas y formaciones pétreas".

Desde aquí tomamos un sendero que en fuerte descenso nos lleva hasta las Vacas del Retamoso, donde encontramos una cueva con pinturas rupestres esquemáticas que datan de más de 5.000 años. Me detengo un rato intentando encajar el esquema que se enseña en un cartel informativo con la realidad que muestra la piedra, hasta que llega una pareja de la zona que la conoce bastante bien y tiene la amabilidad de ayudarme a descifrar alguno de esos "jeroglíficos". Me comentan que más arriba, como a 15 min. hay más pinturas, pero pienso que todavía me quedan más de 800 km. de carretera y me despido dándoles las gracias. Sólo queda bajar por el sendero de las Vacas del Retamoso, que discurre por una de las laderas del Barranco de Niebla, hasta la antigua carretera. Desde aquí quedan 2 km. por la carretera para llegar al coche y cerrar la ruta circular.