Pagoeta/Payueta-Moraza-Txulato-Castillo de Portilla-Portilla-Santa Cruz del Fierro-Zambrana

Antes de nada, diré que he calificado la ruta como "MODERADO" por los tramos de ascenso y descenso del monte Txulato, y el inicio de la subida al estrecho sendero que accede al Castillo de Portilla.
En el primer caso el sendero es sumamente empinado, además de haber mucha piedra y tierra húmeda que dificulta el avance. Hay momentos en los que requiere usar las manos para avanzar con seguridad.

La segunda parte también es bastante inclinada, sumado a que el sendero es extremadamente estrecho y repleto de arbustos, además de haber barro, impide caminar con comodidad.
Por lo demás, todo el recorrido se puede calificar de "FÁCIL".

Hoy ha sido un día realmente gélido, con temperaturas que al inicio del día, han rondado los 0°. Buena prueba era la escarcha que había en muchos rincones, menuda noche habrá hecho.
La niebla también ha tenido mucho protagonismo, no habiéndose disipado hasta la 1 y media de la tarde, al menos en la zona donde yo he andado.


Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 124:

Comienzo la ruta en la parada de bus del pequeño pueblo alavés de Payueta o Pagoeta. Para llegar hasta aquí, he cogido primero el bus de la línea 7 de Alavabus, que va de Vitoria a Lagrán, previa parada en Ventas de Armentia. Luego, cogí un taxi comarcal (habiéndolo reservado el día anterior) que me llevaría hasta Payueta.

Avanzo unos metros por la carretera para luego desviarme a la izquierda, y caminar por un sendero señalizado con marcas PR amarilla y blanca, además de un cartel que indica mi primer objetivo, el monte Moraza. Dicho monte tendría que haberlo visto justo de frente, pero la niebla apenas me dejaba verlo con nitidez.

Lo rodeo por el lado derecho, y después abandono el sendero para ir por otro, bosque adentro. Aquí inicio el ascenso a la cima del Moraza. El sendero es una mezcla de tierra, hierba y sobre todo piedras, siendo resbaladizo en muchos momentos por culpa de las precipitaciones y heladas de los últimos días. Además la pendiente es bastante elevada, así que avanzo bastante despacio. De todos modos, disponía de mucho tiempo para hacer la ruta, así que no tenía ninguna prisa.

De vez en cuando me doy la vuelta para poder contemplar las magníficas vistas que hay en el horizonte: Gorbea, Anboto, Udalatx, Aizkorri, Aratz, Montes de Vitoria, Joar, las sierras de Izki y Toloño... estando la mayoría de ellos cubiertos por un denso y precioso mar de nubes. Si queréis fotografiar dichas vistas, aprovechad durante el ascenso, ya que luego al llegar a la cima, la panorámica se reduce considerablemente.

Más adelante, la pendiente se suaviza, y alcanzo un punto en que ya no asciendo más metros. Estad atentos, ya que la cima se encuentra escondida por el lado izquierdo, entre la vegetación. No obstante, un par de hitos de piedra indican el lugar.
Así pues, llego a la cima (la primera, ya que hay 2) y buzón de monte Moraza (1058m). Como dije antes, la panorámica es bastante pobre, casi nula. Apenas permite ver una parte de la vecina la sierra de Toloño.

Continúo de frente unos metros, y enseguida doy con la segunda cumbre y buzón del mismo monte. Nada de vistas donde se encuentra el buzón, aunque si seguís recto si que podréis disfrutar de nuevas vistas, como mi siguiente objetivo, el monte Txulato, la sierra de Árcena, varios picos del condado de Treviño, Gorbea, Anboto, Udalatx y Aizkorri, entre otros.

Para llegar al monte Txulato, primero hay que atravesar todo el cordal de esta primera parte de la sierra de Portilla. Hay que caminar bastantes km, pero se realizan cómoda y rápidamente.
De igual manera hay que perder altitud, llegando a estar más bajo incluso que el pueblo de Payueta.

Es en ese instante cuando hago un giro a la derecha, y comienzo el ascenso hacia el monte Txulato.
El sendero es en todo momento de tierra y alguna piedra, siendo exigente al inicio, pero muy llevadero después. Además, se encuentra señalizado con varios círculos de color verde pintados en las rocas y árboles.
Poco a poco, me adentro por distintos tipos de arboledas, estando bajo la niebla al principio, pero después, al llegar a un pinar ya en zona alta de la sierra, ésta acaba disipándose.

Luego llego a un punto importante, situado en un pequeño alto. Aquí, puedo continuar de frente, siguiendo las marcas roja y blanca del GR-1, o ir a la derecha por un sendero más estrecho que me acercaría a otro objetivo que viene después, el Castillo de Portilla.
Mi primer objetivo es subir al monte Txulato, además de que mi intención era acceder después al Castillo por otro sendero, así que sigo de frente por el GR.

Desciendo unos metros, y mas adelante, llego a un nuevo cruce. Si giro a la derecha, ascendería por un sendero muy estrecho que me llevaría al Castillo de Portilla. Y si giro a la izquierda, me llevaría directo a la cima del monte Txulato. Así pues, abandono el GR y giro a la izquierda.
Como dije al inicio, ojito con lo que viene ahora, vaya pedazo de rampas!!. El terreno tampoco ayuda mucho, siendo muy rocoso e irregular, así que lo mejor es ir despacio, asegurando cada paso (especialmente al bajar). De este modo llegareis a la cumbre sin mayores problemas.

Mas adelante, llego a una antecima situada en el cordal cimero, donde tengo a la vista la cumbre del Txulato. Tengo que atravesar dicho cordal, por un estrecho camino rodeado de arbustos que por momentos incomodan bastante el avance.

Finalmente, alcanzo la pequeña cumbre del monte Txulato (946m). Extraordinaria panorámica de 360º, casi cubierto en su totalidad por el mar de nubes. De no haberlo, se verían el valle de Ocio y el castillo de Lanos, parte de la gran llanada de la Rioja Alavesa junto con varias poblaciones, y el valle donde se sitúan 3 de mis próximos objetivos, los pueblos de Portilla, Santa Cruz del Fierro y Zambrana.
Destacar también la vista de varias sierras de montaña como el Toloño, La Demanda o Árcena, entre muchos otros.
Después de quedarme varios minutos en la cima disfrutando de la vista, tuve la suerte de que la niebla se despejó hacia el Norte, permitiéndome ver mi próximo objetivo, el Castillo de Portilla.

Desciendo con sumo cuidado hasta llegar al cruce, y después continúo de frente, ascendiendo un pequeño camino muy estrecho y repleto de arbustos, por un sendero de tierra húmeda y resbaladiza, donde avanzaba con ciertas dificultades.
Sin embargo, mas adelante, conecto con otro sendero un poco mas ancho y despejado, que me permite caminar en línea recta con bastante rapidez.
Ya tengo a la vista el castillo, o lo que queda de él. Por supuesto, me dirijo hacia sus entrañas para verlo de cerca.

El castillo de Portilla se sitúa en lo alto de una abrupta peña de 780 metros de altitud, estrecha y alargada, que le proporciona una característica planta en forma de barco. Las ultimas investigaciones apuntan a que fue construido muy posiblemente en la primera mitad del siglo XI, bien por el monarca pamplonés Sancho Garcés III el Mayor (1004-1035), bien por su hijo García Sánchez III (1035-1054), como medio para fijar su autoridad sobre suelo alavés, dentro de un proceso general de expansión y fortalecimiento del reino de Pamplona en el condado de Castilla.
Aquí no solo se hayan las ruinas del castillo, sino también los restos de un antiguo poblado y sus murallas.
Ahora desciendo, y llego al pie de lo que antes era una iglesia o ermita.

A continuación, bajo por un cómodo sendero, dejando atrás de forma definitiva la parte montañera de la ruta, para continuar ahora por llano, entre pueblos. El primero de ellos se trata de Portilla.
Luego, avanzo primero por una pista de cemento, y después por un sendero de tierra/piedras, que me lleva al segundo poblado, Santa Cruz del Fierro.

Por último, camino por otro ancho y cómodo sendero de tierra, y asfalto después, hasta llegar a mi destino, el municipio de Zambrana, donde pongo punto y final a esta preciosa ruta. Muy recomendable.


El tiempo total dedicado a la ruta podría haber sido bastante menor, de unas 6h tranquilamente, pero al no tener prisa he ido a un ritmo bajo casi de principio a fin.
Exceptuando los mencionados tramos del Txulato y el posterior sendero estrecho y cerrado, el resto del recorrido es coser y cantar, siendo además una ruta muy fácil de seguir, ya que la mayor parte del tiempo se avanza en la misma dirección, hacia el Oeste, sin tener que hacer muchos desvíos.