Palacio de Villa Paz, calzada romana y Templo de Diana por la Vega del río Gigüela.

Junto a la antigua ciudad romana de Segóbriga pasa el río Gigüela, principal afluente del Guadiana. Hoy aprovecharemos su cauce para visitar 3 lugares bastante interesantes.
Aparcamos junto a la vega del río para comenzar la ruta siguiendo el PR63.
Nada más cruzar la carretera nos encontramos un puente perteneciente a la antigua calzada romana. Continuamos siguiendo las señales de la PR63 a través de un agradable paseo por la vega del río entre increíbles paredes de piedra donde hay abiertas varias vías de escalada hasta encontrarnos una casa semiderruida que fue construida utilizando la pared de piedra. Resulta curioso ver cómo están escarbados en la roca los huecos para las vigas y el tejado.
En este punto dejamos el camino junto al río para subir a través de una senda desde donde podremos ver el Palacio de Villa Paz, construido en 1898 por la infanta doña Paz con una forma parecida a un antiguo castillo. Posteriormente fue propiedad de la familia Dominguín/Bosé. Actualmente se encuentra en ruinas pero aún se puede divisar la belleza de dicha construcción.
Tras una parada para visitar el Palacio seguimos por la misma senda hasta meternos por una más pequeña que se adentra hacia el monte a nuestra izquierda. Se trata de una bonita bajada que nos llevará de nuevo a la vega del río para desandar el camino hasta el coche.
No obstante aquí no acaba nuestro camino, solo saludamos al coche y seguimos adelante para adentrarnos en el monte a través de una subida que nos hará sudar. El terreno a partir de aquí es bastante arcilloso lo que añadirá bastante dificultad con el terreno húmedo ya que se pegará en las botas complicando nuestros pasos.
Una vez lleguamos arriba y divisando desde lejos el castillo de Almenara continuamos por el camino de nuestra derecha entre el Monte y tierras de labor hasta otra senda con carrascas entre 2 tierras de labor que nos llevará directos a la calzada romana.
Andamos varias centenas de metros por la calzada viendo como las piedras del terreno se entremezclan con otras colocadas por las legiones. Cuando está calzada empieza a ser cada vez más evidente empezaremos a observar paredes de piedra a ambos lados del camino y desviandonos un poco por una senda a nuestra derecha llegaremos a el Templo de Diana, diosa romana de la caza. Dicho templo se encuentra excavado sobre una pared de roca y aún se puede ver la imagen de la diosa con un arco y 2 perros y algunas inscripciones en latín. Además se ve, sobre todo en la esquina, las marcas del cincel, resulta increíble lo que hacían los artesanos en la antigüedad.
Para volver al coche seguimos por la calzada, ya más parecida a un camino convencional, hasta un cruce de caminos donde cogeremos una senda que va rodeando el monte. Esta senda poco transitada pasa junto al río donde se pueden ver construcciones de antiguos molinos movidos por la fuerza del agua.
Más adelante la senda llega a desaparecer durante unos 100 metros en los que transitamos a "cruza tierras" hasta el carril de paso de los tractores que nos llevará al camino donde tenemos aparcado el coche.
Considero la ruta de dificultad moderada porque el terreno estaba mojado cuando la hicimos y se pegaba el barro a los pies, pero quitando esto es bastante asequible.