Pámpano duro por las brañas de Cuevas del Sil

La ruta ha sido copiada de la página de rutinasvarias, me he animado a hacerla tras leer que era una joya de la zona, y eso mismo puedo corroborar. El comienzo hasta la braña de la Degollada es casi en su totalidad por pista, con cuidado de no coger un par de desvíos erróneos, sin mayor dificultad siguiendo el track. El siguiente tramo, entre la braña de la Degollada y la braña de Zarameo, es espectacular, con varios tipos distintos de árboles centenarios. Hay mucha sombra durante la subida, lo cual lo hace bastante cómoda pese al desnivel. En varias ocasiones los riachuelos invaden el camino, llegando a dificultar bastante el paso en esta época (calzado goretex imprescindible, y habilidad). En Zarameo aprovecho a comer, el sitio y las vistas son idóneas para ello. Continuó la subida, la cual se hace menos intuitiva, ya que el agua del deshielo inunda el camino. Subí un trozo campo a través, y rápido me uno al sendero en un terreno más seco, con tierra bastante suelta. Al llegar al collado me sorprenden las vistas hacia el Valdeiglesias, espectaculares. Aún hay un pequeño nevero a mis pies. Continuo subiendo por una zona entre escobas de gran tamaño donde parece no existir camino, pero una vez te adentras “se deja andar” de forma bastante cómoda. Se sigue subiendo hasta el Pámpano Duro, con vistas espectaculares hacia la sierra de Gistredo. Si se continúa por la cresta se llega al Nevadin. Se puede apreciar al fondo el Montihuero y Peña Orniz (Babia), Muxiven, Cornon, Cueto de Arbas, un montón de picos de Cerredo, el Miro de Valdeprado, al fondo la figura del Miravalles en Ancares… y, por supuesto, la sierra de Gistredo: Peñas del Corazón, Valdeiglesias, Catoute, Cernella, Tambarones… espectacular mirador de 2000 de la zona. Desando un un trozo y comienza la parte peor de la ruta: llegó hasta un gran hito de rocas y comienzo a bajar, primero por el canchal y después por una zona de monte bajo, donde en la mayoría del recorrido ni se intuye el camino. Son escobas y de pequeño tamaño (hasta la rodilla en su gran mayoría, en algunos trozos la cintura). Obligatorio pantalón largo (como siempre q se va al monte) y de montaña. La bajada no tiene gran dificultad pisando por encima de las escobas, siempre con vistas hacia los dos valles que nos rodean: el de la braña de Zarameo y el del Pámpano Duro. Durante toda la ruta, y en especial en estos últimos 5 km, me fijo detenidamente por si hay algún oso, ya que las vistas son bastante amplias hacia toda la zona. Al llegar al collado se baja por pista hasta el desvío hacia Zarameo, donde se coge el camino que lleva hasta la braña de la Seita, y desde allí de vuelta a Cuevas haciendo la ruta totalmente circular.