Panderruedas - Posada de Valdeón

Punto de partida: Puerto de Panderrueda.
Espacio protegido: Parque Nacional Picos de Europa.
Época recomendada: Todo el año, especialmente durante el otoño o la primavera.
Elementos de interés: La vista de los Picos de Europa y el valle de Valdeón desde el puerto de Panderrueda y las distintas formas y colores del hayedo que nos acompaña durante todo el descenso.
Tipo de camino: Pista forestal que en su totalidad coincide con las marcas del PR-PNPE 11 "Panderruedas-Posada". Este recorrido es lineal por lo que habrá que tener en cuenta la forma de regresar a por el vehículo.
Servicios: En Posada de Valdeón encontramos alojamientos así como restaurantes y bares. También hay servicio de taxis.

Descripción del itinerario.

El valle de Valdeón es uno de los mejor conservados del parque nacional, en especial los bosques de haya de su vertiente meridional, situados en la cara norte de la cordillera Cantábrica.

El camino viejo que conectaba antaño los valles de Valdeón y Sajambre, encuentra en el puerto de Panderruedas su nexo de unión. La pista que toma dirección sureste adornada con un panel informativo sobre el recorrido será la indicada para comenzar a descender (figuras 1, 2 y 3). Los primeros dos kilómetros de recorrido están surcados por la riega Brañueca, primer curso fluvial que cruzaremos y un casi recién nacido río Cares, que en este tramo ya lleva bastante agua; todo ello adornado por una amplia cobertura arbórea donde las hayas son el nombre propio (figuras 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11 y 12).

Seguidamente encontramos el desvío hacia el pico Gildar, aunque en nuestro caso continuamos descendiendo por una pista que pasa por una cuadra ganadera junto a ella sucedida luego por un pequeño puente. En este tramo existen hayas de gran porte (figuras 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19 y 20).

Sobre el kilómetro 3,8 llegamos al cruce con los caseríos de Pociles, cuya pista desciende por la izquierda. En nuestro caso, giraremos hacia la derecha. La baliza de este punto es errónea pues no llevamos 4,6 si no 3,8 kilómetros. A partir de aquí comienza una pequeña prolongada ascensión (figuras 21, 22 y 23).

Tras cruzar un crecido arroyo del Cable y pasar una cancilla, nos desviaremos nuevamente hacia la derecha (figuras 24, 25, 26, 27 y 28). La siguiente vallina está delimitada por la riega de los Medianos y el arroyo de Anzo, para mi el más espectacular de todos (figuras 29, 30 y 31).

Descendiendo entre hayas superamos el kilómetro 8, donde encontramos un nuevo desvío, momento en el que giraremos a la derecha, como en casi todos, pues el de la izquierda nos lleva hasta las inmediaciones de Caldevilla (figuras 32, 33, 34 y 35).

El siguiente arroyo en nuestro camino es el de Arriba. En este punto encontramos un claro entre tanto bosque que nos permite ver una parte del recorrido que hemos seguido por la pista (figuras 36, 37, 38 y 39).

El último desvío no tendrá mucha importancia pues los dos desembocan en el mismo punto, aunque según las indicaciones el elegido será el de la izquierda, que se desvía por una pista más estrecha en un descenso bastante pindio (figuras 40, 41, 42, 43 y 44).

Llegando al final del recorrido merece la pena ascender hasta el mirador de la Cruz, lugar donde contaremos con una perfecta vista hacia el valle de Valdeón, especialmente de Posada y Prada además del macizo central de Picos, siempre y cuando tengamos suerte con la niebla. El recorrido finaliza en la antigua casa del parque de Posada (figuras 45, 46, 47, 48, 49, 50, 51 y 52).

Impresiones.

La ruta por el hayedo es un agradable recorrido en el que se percibe lo umbroso y húmedo de este tipo de bosques. Se cruzan numerosos arroyos y ríos, entre ellos el Cares en su tramo alto, cuando todavía es un arroyo. Siendo observadores, durante el recorrido podremos ver otras especies de árboles que se entremezclan discretamente con las hayas así como otros habitantes del bosque tales como corzos, ciervos o jabalís entre otros y aves forestales.