Pando desde Mendieta, Artziniega

Recorrido que se suponía iba a ser fácil, pero que resultó más complicado que esperábamos por unas condiciones bastante complicadas en algunas zonas.
Empezamos en el barrio de Mendieta y cogemos una pista dirección este que nos lleva hasta una casa rural. Justo después un camino a la derecha y aquí empiezan los problemas debido al estado horroroso del terreno. Barro como muy pocas veces vemos en nuestras salidas; nos hundimos en varias ocasiones, más de uno deja atrás una bota y tenemos que saltar una valla con alambre de espinas y entrar en un campo privado. Al final salimos del lodo después de un kilómetro infernal que tardamos casi una hora en hacer.
Nos incorporamos a una pista mucho mejor, pasamos al lado de una granja y en poco tiempo llegamos al Alto de Palacio, la primera cima del día. Volvemos sobre nuestros pasos hasta enlazar con la pista que veníamos siguiendo y aquí giramos a la izquierda justo al lado de un gran charco que hace las delicias de nuestra perra, Nala. Hacemos más o menos un kilómetro hasta llegar a un paso canadiense, lo cruzamos y nos acercamos al Alto de los Cellos un poco a la brava campo a través. De vuelta al paso y cogemos de frente una pista muy empinada que nos lleva hasta la base de la cima de Pando. Sin embrago, no se puede acceder a ella en línea recta, sino que hay de dar un par de vueltas en zig-zag hasta encontrar el acceso.
Las fotos de rigor con la bandera irlandesa, celebrando que hoy es el día de Saint Patrick, y comenzamos el descenso por todo el cordal hasta llegar casi a la carretera de Gordexola a Artziniega. Mucha piedra suelta en algunas zonas. Y justo cuando pensamos que ya llegamos, una sorpresa final ya que la pista que nos lleva de vuelta hasta Mendieta está casi tan embarrada como la que pasamos al principio! Todo nuestro esfuerzo para ir limpiando las botas en vano!
Al final he puesto dificultad moderada no por el recorrido en sí, sino por las condiciones. Seguramente si pilláis tiempo muy seco se puede hacer en poco más de tres horas.

A route which turned out to be a lot trickier than we were expecting due to the spectacular amount of mud which we came across, conditions that were so poor that we were forced to jump a barbed wire fence on more than one occasion and even left behind boots stuck deep down in the quagmire!
So, moderate difficulty, although the climb and the route itself are not that hard.