Paraje Natural Cascadas de la Cimbarra, del Cimbarrillo, Charco del Negrillo, Dehesa Navalacedra. Aldeaquemada. Despeñaperros

INTRODUCCIÓN:

Despeñaperros, uno de los parques naturales más pequeños de Andalucía, guarda en sus proximidades un paraje conocido como LA CIMBARRA, un soberbio y caudaloso salto de agua más propio de tierras del norte que de geografías sureñas.

El desfiladero de Despeñaperros, la gran cicatriz de piedra a cuyos pies discurren las aguas del río del mismo nombre, es uno de los espacios naturales protegidos más pequeños del sur. En sus algo más de seis mil hectáreas se citan los valores ecológicos más notables de Sierra Morena.

Pero su violento paisaje, sus fantasmales farallones rocosos, el capricho de su geología, no son los únicos atractivos de este lugar por cuyo corazón discurre la autovía y la línea férrea que une el sur con la meseta. Despeñaperros es además un lugar histórico, de incesante trasiego humano desde el principio de los tiempos. Las cuevas, abrigos y oquedades que la naturaleza modeló en sus zonas más altas acogen pinturas rupestres esquemáticas declaradas Patrimonio de la Humanidad.

En sus alrededores se libró en 1212 la batalla de las Navas de Tolosa, que supuso el avance imparable de la cultura cristiana frente a la hispanomusulmana. Siglos después fue escenario de luchas durante la guerra de la Independencia contra los franceses y pocos años más tarde meta de los primeros viajeros románticos que buscaban el mito del orientalismo andaluz.

En ocasiones, el viajero apresurado no repara en los atractivos que esconde Despeñaperros. Los viajes en vehículo o en tren comportan una velocidad que nos hace olvidar que a un paso de donde estamos hay lugares poco conocidos que merecen una sosegada visita. La autovía de Andalucía se desdobla a la altura de Despeñaperros. En un sentido y otro, a una decena de kilómetros de la localidad de Santa Elena, parte una carretera que sube hasta Aldeaquemada, otra de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena fundada en el último tercio del siglo XVIII por el rey Carlos III.

La subida hasta esta localidad, fronteriza con la provincia de Ciudad Real, discurre por escarpados montes tapizados de encinas y alcornoques. La espectacular carretera asciende hasta el paraje conocido como Collado de los Jardines donde existe un centro de interpretación en el que se relata la biodiversidad del Parque Natural de Despeñaperros. Del centro parten dos tentadores senderos para realizar a pie.

El primero baja hasta la Cueva de los Muñecos, un abrigo rocoso donde se hallan las pinturas rupestres de arte levantino. El segundo sube hasta un alto cerro desde donde se advierte la más bella vista del parque y el cordón montañoso que forma Sierra Morena a lo largo y ancho de la provincia de Jaén. Nosotros unimos estas dos rutas en una y la podéis encontrar en:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/penon-raso-largo-umbria-chica-y-grande-cueva-de-los-munecos-santuario-ibero-cerro-del-castillo-desp-58959609

Además a otra que ruta integra: el ascenso por EL SENDERO SEÑALIZADO DE VALDEAZORES, la visita a las RUINAS DEL CASTILLO DE CASTRO FERRAL, EL COLLADO-REFUGIO DE LA AVIACIÓN con el MIRADOR DE LOS ÓRGANOS, descenso por EL SENDERO SEÑALIZADO DEL BARRANCO DE LA NIEBLA con la visita a las PINTURAS RUPESTRES DE LAS CUEVAS DE LAS VACAS DEL RETAMOSO O DEL TEMPRANILLO; que podéis visitar en:

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/senderos-barrancos-valdeazores-y-niebla-castillo-castro-ferral-monumento-natural-cerro-de-los-organ-58681558

Pero nuestra meta es Aldeaquemada. El pueblo está trazado a cordel, como un damero, como un ordenado y rectilíneo tablero de ajedrez en cuyo centro se alza la iglesia parroquial de la Inmaculada, de estilo neoclásico y al otro lado de la plaza cuadrada y barroca el edificio del Pósito, que hoy es ayuntamiento y centro cultural. Aldeaquemada guarda la arquitectura del XVIII en perfecto estado. Es una mezcla feliz de los alientos barrocos y neoclásicos que imperaron en la época y que se advierten en otras localidades de la comarca y del sur de Castilla-La Mancha.

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO:

Lo más hermoso de Aldeaquemada, no obstante, está a las afueras. A la entrada del municipio hay una pista sin asfaltar, recta y sombreada por grandes árboles que agrietan sus raíces a orillas del río Guarrizas. Aunque el aparcamiento oficial está algo más adelante, nosotros aparcamos en una explana que hay junto al cauce del bello RÍO GUARRIZAS; para iniciar la ruta dirigiéndonos al yacimiento de la Cueva de la Tabla de Pochico.

Una vez aparcados vadearemos el río Guarrizas por unas piedras e iniciaremos un sendero que atraviesa varias callas con puertas que abriremos y volveremos a cerrar tras nuestro paso. La flora, en primavera, es una explosión espectacular de colores, formas y olores. Las recientes lluvias hacen que hayan proliferado una gran variedad de especies.

El sendero discurre en paralelo al exuberante Río Guarrizas. Aconsejamos parar y observar detenidamente alguno de sus extensos y verdosos remansos de agua para ver: tortugas, sapos, ranas, peces, libélulas…todo un espectáculo.

Una pequeña senda asciende por una ladera escarpada, entre pies de encinas y chaparros, para llegar a una gran valla, con una puerta que se encuentra cerrada sin llave con lo que solo hay que abrir y volver a cerrar, que resguarda un gran tesoro; la Cueva de la Tabla de Pochico.


CUEVA DE LA TABLA DE POCHICO:

El yacimiento se localiza a unos 2 km. al suroeste de Aldeaquemada, a unos 30 mts. de la margen derecha del río Guarrizas, poco antes de llegar al paraje de La Cimbarra. Está orientado a Este y a una altitud de unos 694 m.

Su relación geográfica, así como estilística, lo sitúa en la periferia de la influencia naturalista levantina, fundamentada durante el Neolítico en esa zona, si bien en este caso en torno al curso del río Guadalquivir, muy cercano al núcleo similar de la cuenca del río Segura, uno de las cuatro que describe el auténtico núcleo de esta cultura artística (Ebro, Jucar, Turia y Segura). Se trata de la localidad más occidental que presenta el tipo de manifestaciones del arte levantino.

El soporte de las pinturas se localiza en la pared vertical de un gran bloque cúbico monolítico de cuarcita, desgajado en su momento de un gran crestón perpendicular al río Guarrizas. La pared de las pinturas, no tiene pues protección rocosa natural, siendo afectada por el agua de lluvia. Es un conjunto compuesto por tres paneles, el primero de los cuales alberga casi la totalidad de las figuras del mismo. El segundo panel, se encuentra en el interior de la pequeña oquedad que el citado bloque rocoso ha formado con respecto al crestón. Por último, el tercero, está ubicado en el crestón rocoso contiguo y contiene figuras adscritas al arte denominado “esquemático”, distinto del levantino que posee el resto del conjunto.

• En el Panel I encontramos los motivos de zoomorfos (ciervos, cabras), antropomorfos y trazos, de estilo levantino y esquemático. Los colores son castaño rojizo muy oscuro. En ocasiones aparecen figuras agrupadas.
• En el Panel II, solo aparece una figura fragmentada de un ciervo castaño oscuro.

El arco de sus figuraciones contiene arte esquemático y naturalista influenciado por el arte levantino, el primero llega evolucionado hasta la Edad del Cobre-Bronce y el segundo se adscribe al PostPaleolítico. Declarada Bien de Interés Cultural.

Una vez realizada la visita a estas maravillosas manifestaciones de nuestros antepasados, retomaremos la senda que desciende hasta el cauce del Río Guarriza. Una vez en este, y dependiendo de la cantidad de agua que este lleve, buscaremos el mejor sitio para vadearlo. Tras un gran remanso bordeado por sendos inmensos árboles, el cauce se estrecha y no tiene profundidad con lo cual no es demasiado difícil vadearlo. Aun así, nosotros tuvimos que calzarnos unas fundas en el calzado y arremangarnos para poder cruzarlo sin mojarnos.

Vadeado el Río tomaremos una senda que se sumerge en un jaral de jaras pringosas y se dirige al cercano CAMINO DE LA CIMBARRA, que tomaremos a la derecha hasta llegar al aparcamiento oficial. Aquí se inicia el sendero de las Cascada de la Cimbarra, indicado claramente con paneles y postes informativos. La flora sigue siendo espectacular: Valerianas, Jaras estepa o rizadas y Pringosas, Botón de Oro, Hierba Tumera, Orquídeas, Leche de Gallina, Cantuesos, Jaguarzos moriscos…

En el sendero tomaremos un desvío a la derecha que desciende en un primer lugar hasta un bello ARCO PETREO, con unas inmejorables vistas. Algo después llegaremos a la PARTE ALTA DE LA CASCADA DE LA CIBARRA, donde tomaremos un primer contacto con esta sin descubrir todavía toda su grandeza.

Descenderemos la ladera por una cornisa algo expuesta y llegaremos a las ruinas del MOLINO DE LA CIMBARRA, que actualmente se está restaurando. La repisa- canal excavado por el que hemos descendido, se utilizaba para abastecer de agua a este Molino Harinero; que se encuentra en mitad de la ladera a una cota muy semejante a la de la Cascada de la Cimbarra.

Era un pequeño molino realizado en piedra de la zona, cuarcita armoricana, y el agua llegaba desde la cascada del río Guarrizas hasta una pequeña alberca justo encima del molino, esta alberca esta recientemente excavada y restaurada. Algo más abajo encontraremos dos inmensas ruedas del molino.

Tras pasar el molino tomaremos otra senda que discurre por otra repisa, inferior a la anterior, y que nos conduce a la parte central de la impresionante cascada. Este corto tramo no es apto para niños, personas con vértigo o poco habituadas al senderismo. El entorno es increíble; por encima cae la gran cascada que continua, bajo nuestros pies, cayendo en una enorme poza en la que en verano apetece sumergirse (su profundidad es superior a los 40 metros).

Desandaremos este último y complicado tramo para dirigirnos al mirador que hay en la base de la cascada; donde la panorámicas son increíbles.

CASCADA DE CIMBARRA:

La cascada de Cimbarra es una cascada formada por el río Guarrizas, que está declarada paraje natural por la Junta de Andalucía en una extensión de 534 ha, fundamentalmente por sus valores geológicos y paisajísticos.

Por un lado está situada en los límites orientales de la Sierra Morena, de orientación este-oeste, pero que es atravesada por algunos ríos orientados de norte a sur, haciendo que algunas zonas de la meseta central drenen hacia el sur, hacia el río Guadalquivir, atravesando la teórica barrera natural de la Sierra Morena. Este es el caso del río Guarrizas que forma la cascada de Cimbarra, pero también es el caso del cercano desfiladero de Despeñaperros, que también es utilizado por el hombre para comunicar la Meseta Central con Andalucía.

Por otro lado, la Cimbarra se produce por una falla transversal al cauce del río Guarrizas de unos 20 m de altura y que pone al descubierto parte de la historia geológica del entorno, una pared vertical compuesta por cuarcita "armoricana" de gran dureza, formada en el mar hace 500 millones años a comienzos de la Era Primaria, que posteriormente sería cubierta por materiales más modernos y que en el Carbonífero (hace unos 320 millones de años en la Orogenia Hercínica) quedarían elevados y expuestos a la erosión, quedando finalmente al descubierto aquí al igual que en Despeñaperros.

En los estratos de cuarcita "armoricana" quedan a veces al descubierto espectaculares ripples o rizaduras de oleaje fosilizadas, como las que podemos observar en cualquier fondo marino arenoso, lo que nos desvela su origen. También excepcionalmente quedan al descubierto crucianas o rastros fósiles de organismos que dejaron su marca en el sedimento arenoso hace casi 500 millones de años.

Por otro lado, tanto en la cascada de Cimbarra, Despeñaperros como en cuevas del entorno se presentan importantes ejemplos de pinturas rupestres neolíticas, prueba del valor estratégico que este territorio tiene como lugar de paso obligado de civilizaciones desde la Meseta Central hacia Andalucía.

VEGATACIÓN:

La vegetación es la típica de las manchas de monte y matorral mediterráneos, abundando el alcornoque, encina, quejigo y algunas repoblaciones de pinos piñoneros y pinos negrales. La vegetación ripícola está dominada por sauces, fresnos, alisos y algún que otro olmo.

FAUNA:

En el río todavía sobrevive la nutria, y en el monte abundan los pequeños carnívoros como el zorro, gineta, tejón, gato montés, y en menor medida el lince. Entre las aves el águila real, águila perdicera y águila imperial, y en el río se puede observar al martín pescador. En invierno el buitre negro y el buitre leonado.

Retomado la ruta, volveremos a desandar camino hasta llegar al MOLINO; y desde aquí iniciaremos un radical y serpenteante ascenso que nos conduce hasta EL MIRADOR ALTO DE LA CIMBARRA. Donde encontraremos un panel informativo y donde disfrutaremos de las magníficas vistas de la cascada; en la que podemos diferenciar tres tramos de distintas rocas:

-Un tramo inferior compuesto por cuarcita armoricana que esta presente en la cascada.
-Por encima de la anterior, una serie alternamente de cuarcitas, areniscas y pizarras, denominadas Capas de Pochico o Alternancia Inferior.
-Unos tramos de naturaleza pizarrosa, las Pizarras de Río o Pizarras Correderas, estas están construidas por pizarras negro-azuladas con estratificación poco marcada. Son frecuentes los fósiles de trilobites, lamelibranquios, braquiópodos, graptolites y otros.

Un poco más arriba llegaremos a otro formidable mirador; se trata del MIRADOR DEL DESFILADERO. A la izquierda, en la lejanía, veremos extensas repoblaciones de pinar, de unos 60 anos de edad. Debajo veremos como discurre el agua del Río Guarrizas, y a escasos metros aguas abajo el Charco del Negrillo, un hermoso remanso rodeado de vegetación. Enfente observaremos una gran falla y un pliegue. Debido a esta falla se origina un resalte que da origen a la Cascada de la Cimbarra. También se pueden observar la formación de marmitas, Pilancones y canchales, gracias a la erosión producida por las grandes piedras que arrastra el río.

Muy cerca llegaremos a una gran explanada conocida como PLAZA DE ARMAS, en la que, si nos fijamos, podremos ver, en los estratos de cuarcita "armoricana", claros ejemplos de espectaculares ripples o rizaduras de oleaje fosilizadas, como las que podemos observar en cualquier fondo marino arenoso, lo que nos desvela su origen.

Ahora toca descender lo subido por otro zigzagueante sendero. En el camino encontraremos una bifurcación, a la izquierda iríamos a la Cascada del Cimbarrillo; pero nosotros tomaremos el sendero de la derecha que desciende hasta el cauce del ARROYO MARTÍN PÉREZ.

Este arroyo es afluente del Río Guarrizas y nace en el paraje Martín Pérez. Por él transcurre el Sendero Arroyo de Martín Pérez. En su ribera se encuentran las Ondulitas de Martín Pérez otro perfecto ejemplo de RIPPLES O RIZADURAS. En la confluencia de este arroyo con el Río Guarrizas, si estamos atentos, podremos observar fácilmente excrementos con escamas sobre las rocas, muestra inequívoca de la presencia de nutrias en estas aguas.

Asimismo, en algunos barrancos con elevada humedad y suelos profundos aparecen bosquetes de almeces acompañados de pimpinelas, ranúnculos flotantes y aros. Durante nuestro recorrido nos adentraremos en un bosque de galería que nos hará en ocasiones perder de vista el cielo, en el que además de los bien conservados ejemplares arbóreos podemos encontrar un rico sotobosque formado por tamujos, adelfas, zarzas, juncos, majuelos y carrizos. Si nos fijamos en la lámina de agua podremos observar un bioindicador de la elevada calidad de estas aguas, una pequeña plantita flotando que se denomina "lenteja de agua". Es de destacar, igualmente, la rica flora rupícola que puebla las paredes y cornisas de los desfiladeros, colonizadas por helechos, como las doradillas o el culantrillo, y musgos.

En este tramo de sendero también podremos observar unos claros ejemplos de CRUCIANAS. Cruziana es el icnofósil más antiguo de Andalucía. Un icnofósil o icnita es la huella de actividad de un ser vivo. Estas icnitas corresponden a las huellas de reptación de trilobites en los fondos marinos del Paleozoico (hasta el Devónico), desde hace de unos 570 a 360 millones de años atrás. Esas arenas hoy son rocas muy duras, las cuarcitas. A veces se observan varios metros cuadrados de pistas bilobuladas en los que esas marcas se entrecruzan. Las cruzianas son fósiles muy abundantes en roquedos cuarcíticos.

Los trilobites (del latín, "tres lóbulos") son una clase de artrópodos extintos, parecidos a los ciempiés o a las actuales cochinillas. Son los fósiles más característicos del Paleozoico (antigua «era Primaria»). Se han descrito casi 4.000 especies. Filtraban el barro o las arenas del fondo en que vivían para obtener el alimento,

Si seguimos el sendero hasta la confluencia del Arroyo Martín Pérez con el Río Guarrizas llegaremos a un cartel que marca el final del sendero del Arroyo Martín Pérez. Pero si seguimos unos 50 m. más, tras subir y bajar por unos riscos, llegaremos a la CASCADA DEL CHARCO DEL NEGRILLO.

Se trata de un mágico salto de agua seguido de un gran remanso que oculta lo más secreto de la sierra, enmarcado en un bello enclave donde la geología y la vegetación han originado un paisaje de espectacular belleza. El remanso del Charco del Negrillo es mayor que en el de La Cimbarra. La exuberancia de la vegetación es espectacular; la tranquilidad y el sosiego te inundan, el juego de luces y sombras, con un bucólico piar de aves y la visión del nadar de los peces hacen que te sientas en tu paraíso particular.

Nuevamente toca desandar camino hasta llegar a la tercera cascada del recorrido; se trata de la CASCADA DEL CIMBARRILLO. Cascada que se compone de tres saltos de agua escalonados del Arroyo de Martín Pérez. Sus aguas forman la charca del Cimbarrillo que se encuentra encerrada entre las paredes rocosas del Cimbarrillo que forma una especie de olla. Bajo una de sus paredes rocosas; en una especie de cueva se encuentra una surgencia de agua que forma la FUENTE DEL CIMBARRILLO, en la que hay un cazo encadenado para poder beber. Ascenderemos por unas escaleras para ver la cascada desde su parte alta.

Pero además de las propias cascadas, se puede admirar una vegetación de lo más diversa donde los bosques de encinas y alcornoques se entremezclan con el denso matorral mediterráneo. Ejemplares como el pino piñonero y negral y los bosques de ribera ofrecen un aroma muy agradable en toda la zona.

Siguiendo el sendero del Arroyo Martín Pérez aguas arriba llegaremos al ÁREA RECREATIVA ARROYO DE MARTÍN PÉREZ, también conocida como "Del Cimbarrillo"; es el equipamiento pensado para que el visitante pueda dedicar una jornada completa a este espacio natural, como lugar de avituallamiento entre sendero y sendero.

Dispone de una bolsa de aparcamientos a su entrada, tras la cual existe una barrera que evita que vehículos motorizados accedan al área, con lo que se consigue una completa tranquilidad para las familias al saber que los niños podrán jugar sin peligros.

Existen diversas mesas con bancos elaboradas en piedra, así como módulos de barbacoas para que, en época de peligro bajo de incendios, se puedan cocinar alimentos. Todo ello, estratégicamente situado a la sombra de quercíneas que, junto al frescor que nos aporta el arroyo, nos harán disfrutar de un agradable día de campo en un entorno de gran belleza.

No se dispone de punto de abastecimiento de agua, por lo que se recomienda traerla desde casa. Tampoco dispone de servicio de recogida de residuos sólidos urbanos, por lo que la basura habrá de ser depositada en cualquiera de los contenedores habilitados en el pueblo de Aldeaquemada cuando finalice nuestra visita.

Cerca de la entrada vadearemos el arroyo y tomaremos un sendero, algo difuso por la invasión de la flora, que en continuo ascenso conectará con un camino mucho más marcado que se sumerge en un paraje de dehesa y que nos conduce hasta LA CASA FORESTAL-RURAL NAVALACEDRA:

La Dehesa Navalacedra cuenta con 1850 ha de vegetación heterogénea, con una vegetación mixta de encinares y alcornoques, con pinar de repoblación; pino negral y pino piñonero y con abundante matorral mediterráneo de madroños, quejigos, labiérnagos, enebros, jaras, romeros etc…

La Historia de la Finca Navalacedra, se enmarca dentro del Plan de Colonización de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena del siglo XVIII, de las tierras fundadas por el Rey Carlos III, donde la superintencia repartió a cada feligresía una Dehesa boyal para el aprovechamiento de los vecinos y la vacada común, además de una Dehesa carnicera. Navalacedra fue la Dehesa de Aldeaquemada.

Con la derogación del Fuero de las Nuevas Poblaciones en 1835, Navalacedra quedó asignada como uno de los bienes de propios al Ayuntamiento de Aldeaquemada, sobreviviendo a las desamortizaciones realizadas durante el siglo XIX.

Desde un uso histórico, agrícola y ganadero, en la actualidad, la Dehesa está destinada a la explotación cinegética y turística. Como muestra de su fulgurante legado colonial, se ha llevado a cabo la restauración y puesta en valor del Patrimonio Histórico en la antigua Casa del Forestal de la Dehesa, construida en la primera mitad del siglo XX, para gestionar este bien de propios de la población.

En la actualidad, La Casa Rural «Navalacedra» está totalmente rehabilitada conservando el estilo colonial de la época y reacondicionada. También encontramos interesantes restos de chozas de pastores, majanos o cercas de piedra, junto con pequeños cortijos y antiguas aldeas coloniales como la aldea de la Tamujosa.

La Casa Rural Superior, consta de 3 habitaciones, con capacidad para un total de 6 plazas. Totalmente reacondicionada, equipada y en perfecto estado de mantenimiento. Además, la Casa Rural Navalacedra es un lugar sostenible y comprometido con el medioambiente, gracias a la utilización de energías no contaminantes y a la práctica de actividades de respeto y conservación a la naturaleza.

Situada en un entorno natural que invita a la desconexión y la contemplación de las estrellas, la Casa Rural Navalacedra se une a la cada vez más extensa red de ‘Alojamientos Starlight’.

Continuaremos por el PARAJE DE LA DEHESA, un espectacular, cuidado y verdoso paisaje nos acompaña. Atravesaremos el ARROYO DE LA NAVA, y en una encrucijada de caminos; dejaremos el CAMINO DE LA TAMUJOSA a la derecha y tomaremos el CAMINO DE LA CIMBARRA a la izquierda; que asciende hasta el COLLADO PIEDRAS BLANCAS. Denominado así por la aparición de filones de cuarzo lechoso de color claro, creando un gran contraste con las pizarras y esquistos de entorno de tonalidad oscura.

Desde este punto se puede tener una magnífica vista de la Dehesa Navalacedra, observándose el contraste de la vegetación de las repoblaciones forestales con coníferas y el típico monte mediterráneo y dehesas típicas de Sierra Morena, así como del Valle del Arroyo de la Tamujosa que domina el paisaje.

En este lugar es fácil el avistamiento de aves rapaces y planeadoras en vuelo desde las áreas de cría hasta las de alimentación de especies tan emblemáticas como el águila imperial, el águila real, la cigüeña negra, o el abundante buitre leonado. Además de especies típicas del monte mediterráneo como el rabilargo, el escribano montesino, la curruca rabilarga o una pequeña población de la escasa y rar