Páramo de la Lora - Muñata - El Tobazo

Dan lluvias en toda Cantabria aunque en menor medida en el Sur y hacia Valderredible nos dirigimos en busca del mejor tiempo. Tuvimos suerte y apenas nos pusimos la equipación de agua mientras veíamos como en Campoo llovía en condiciones.
Antes de llegar a San Martín de Elines donde comienza la ruta, nos desviamos a Arroyuelos para visitar la espectacular iglesia rupestre. Muy recomendable, nos encantó.
Entre campos de girasoles y patatales comienza la ruta en el pueblo ya mencionado, ascendiendo por caminos hasta el primer alto donde nos adentramos en el páramo de la Lora. Enorme planicie, tierra de lobos y buitres que vuelan por debajo de nuestras cabezas.
Andamos a buen paso hacia el Oeste en busca de nuestro primer objetivo, la peña Camesía a 1.130 metros. Tenemos muy buenas vistas a los numerosos pueblos de abajo y al Sur del Páramo donde se encuentran los pozos petrolíferos (que no llegamos a ver), muchos de sus caballitos todavía funcionan.
Seguimos cumbreando al borde del precipicio (ese gran escalón kilométrico que hay que ascender desde los pueblos hasta el Páramo) en busca de la cota máxima a la que vamos, El Muñata (1.180 m.). Tiene geodésico. En sus cercanías nos encontramos los restos de un caballo devorado por los buitres que no nos dejan de observar.
La vuelta la hicimos más al Sur en busca de las cuevas y cascadas del El Tobazo, estaban secas pero por ver sus oquedades y formaciones meceré la pena visitarlo.
Bajamos a Villaescusa de Ebro de noche para a la vera del río retroceder hasta el inicio. Tomamos nuestra cervecita con limón admirando la belleza de la colegiata iluminada de San Martín de Elines. Siempre me llamó la atención esta colegiata por su torre, debió ser en su tiempo como un rascacielos.
La ruta la catalogo de fácil haciendo buen tiempo, hay que tener en cuenta que es un sitio muy inhóspito, sin abrigo ni protección pero eso mismo le da cierta belleza.