PARANA (620) (Lena)-CDO. EL TUNELÓN (1.604)-ALTO EL ACÍU (1.468) (Vía Romana de la Carisa-Circuito)
near Parana, Asturias (España)
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PARANA (620) (Lena)-CDO. EL TUNELÓN (1.604)-ALTO EL ACÍU (1.468) (Vía Romana de la Carisa-Circuito)
DATOS TÉCNICOS:
RECORRIDO: 24,84
ALTURA MÁXIMA: 1.604 m.
ALTURA MÍNIMA: 620 m.
ASCENSO TOTAL: 995 m
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 6,50 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Mayo de 2007.
PARANA (620) es una parroquia del concejo de Lena en el valle del Río Fierros –capital de la que dista 13,5 kilómetros-, a la que se accede, al cabo de poco más de mil metros, por la LN-11, que a su vez arranca de la N-630, K. 73, también conocida como RUTA DE LA PLATA (Gijón-Sevilla), porque parte de su recorrido discurre por localidades, que unía la vía de la Plata romana (Mérida-Astorga).
Por su parte, COLLADO EL TUNELÓN (1.604) y ALTO EL ACÍU (1.468) son hitos en la VÍA ROMANA DE LA CARISA, que se sitúan en los kilómetros 8,75 y 13,50 respectivamente de la misma. Se trata de una antigua calzada romana de 42 kilómetros, que comienza en PENDILLA (1.340) (Villamanín-León) y termina en UJO (249) (Mieres-Asturias), pasando por CARABANZO (490) (Lena), siendo considerada en su momento una vía estratégica desde el punto de vista militar. Del trazado original sólo se conserva un pequeño tramo en la cara occidental del P. TRES CONCEJOS (2.020).
Una pista, a gran altura, cruza de sur a norte la cordillera cantábrica, marcando la divisoria entre los CONCEJOS DE LENA Y ALLER, siguiendo la línea del CORDAL DE CARROCEDO-RANERO. De la misma se desprenden sucesivamente diferentes ramificaciones, que descienden hasta los valles del RÍO NEGRO, por el este, y de los RÍOS PAJARES y LENA por el oeste. Toma el nombre del general romano Publio CARISIO, legado de LUSITANIA entre los años 26 y 22 a. C. que, según parece, intervino en las guerras contra los astures.
Tomamos una ancha pista, rumbo este, en su día acondicionada para el acceso a MINAS DE FARGOSA (1.300), en las proximidades de la vía romana, minas hoy abandonadas. En seguida atravesamos la aldea de SAN ANDRÉS (734). El itinerario asciende suavemente siguiendo el VALLE BUSICHÁN, con el lecho del Reguero de Castiello como fondo, arroyo que en algún punto del recorrido precipita formando cascadas. Cruzamos la RAMPA DE PAJARES (Busdongo-Puente de los Fierros) por encima del Ventoso (954), uno de los 61 túneles que jalonan ese trayecto de línea ferroviaria, que salva el desnivel de la cordillera cantábrica, considerada como una de las mayores obras de ingeniería en la España del XIX y uno de los pasos montañosos más difíciles de Europa.
La pista continúa el ascenso ahora por nuevo valle, VALVENIR (1.077), con el arroyo homónimo a sus pies, continuación del trayecto que en todo momento ha discurrido entre frondosa arboleda y claros de pradería, predominando el hayedo en estas alturas. Nos acercamos a la LLERA y MINAS DE FARGOSA (1.300), con restos carboníferos de la explotación y nuevas cascadas, que fluyen salvando la orografía del terreno. Últimos pasos con acusada pendiente en zigzag y habremos remontado hasta CDO. EL TUNELÓN (1.604), techo de la ruta, tras nueve kilómetros de andadura desde el punto de partida.
El collado es una encrucijada de caminos, con la VIA CARISA discurriendo de sur a norte, y la continuación de la pista hacia el este por el “Camino del Rasón”, que desciende hasta el Valle del Río Negro, en las proximidades de SANTIBÁÑEZ DE MURIAS (691). Seguimos la vía romana rumbo norte, atravesando las estribaciones occidentales del P. BOYA o CURRIECHOS (1.737). El bosque desparece para dar paso al matorral y majadas con pequeños arbustos.
Un deslumbrante escenario de sierras, cordales y macizos, con ligeras variantes de perspectiva, se irá repitiendo al mediodía y poniente, durante los cinco kilómetros de itinerario que seguiremos por la Carisa. Al sur, visible la calzada rasgando las faldas occidentales del CORDAL DE CARROCEDO (1.737), tras el cual emerge la SIERRA DEL CUADRO, destacando el P. ESTORBÍN (2.123) y TRES CONCEJOS (2.014) en sus extremos; el COLLADO PROPINDE (1.583) quebrando la línea de la cordillera cantábrica, que se prolonga en la SIERRA DE LOS PASOS DE ARBÁS, con el CELLÓN (2.029) de protagonista. Al oeste, en la lejanía, el MACIZO DE LAS UBIÑAS (2.417) al completo, culminando a su derecha con la SIERRA DEL ARAMO (1.791).
Tras poco más de un kilómetro llaneando nos encontramos con la señal de CASTIECHU LA BOYA (1.580), campamento militar romano, a los pies del pico homónimo, también conocido por CURRIECHOS (1.737). Ésta es la cima más aislada entre las altas cotas del Cordal de Carrocedo, con largas y suaves vertientes en todo su contorno. La cumbre es una amplia meseta, zona de fortificaciones por su emplazamiento, en la que, según algunos, podrían haberse guarecido hasta dos legiones romanas, unos 10.000 hombres aproximadamente. Las excavaciones se sitúan en las estribaciones suroccidentales de la misma, rodeadas por un espeso manto de brezos, habiéndose encontrado numerosos objetos, entre ellos herramientas y equipamiento militar de legionario.
El MONTE FARO (1.661), también conocido como HOMÓN DEL FARO, se encuentra a 1 kilómetro al norte del P. Boya, del que le separa el PORTILLÍN DE LA BOYA (1.593), nueva encrucijada con ramal dirección Valle del Río Negro. Es otra zona de fortificaciones con dos murallas oblicuas que, cruzando VIA CARISA, conectarían por el oeste con el CANTU BUXÁN (1.500), donde se conservan restos de lo que se cree fue una torre circular. Las primeras excavaciones del HOMÓN parecían indicar un origen astur, dando a entender un enfrentamiento entre romanos y astures con sus respectivos campamentos. Pero las pruebas del carbono-14 datan los restos entre los siglos VII y VIII.
Rodeando las estribaciones occidentales del Curriechos y Homón, el camino continúa rumbo norte, dejando poco después a la izquierda CANTU BUXÁN (1.500) y la majada homónima. Desde tan singular balconada divisamos próxima la imponente silueta del P. PEDRO GARCÍA (1.542), con matorral, especialmente brezo, en su vertiente oeste y hayas en su cara oriental. Suave descenso para recalar inmediatamente en LA CAVA (1.453), zona mixta de foresta y pradería con vistas al Valle de Congostinas. Hacia el este, en subida, una variante que culmina en CUCHU PIUYU (1.500), conjunto de instalaciones ganaderas, estratégicamente ubicadas en la cima del cordal.
Un kilómetro más y alcanzamos EL ACÍU (1.468), alto donde se bifurca vía Carisa, rodeando el P. PEDRO GARCÍA (1.542), por la derecha la pista principal y por la izquierda el camino antiguo. Descendemos por este último hasta BRAÑALOSO (1.200), majada donde abandonamos la calzada romana. La senda, ahora rumbo sur, continúa la bajada dejando a la izquierda braña TABLAO (1.150), salpicada de acebos, a cuyos pies son visibles las explotaciones abandonadas de MINAS DE LINARES (1.050).
Nuevo giro hacia el poniente para seguir el descenso hasta LINARES DE ABAJO (820) y al fondo CONGOSTINAS (675), que cruza el arroyo homónimo, reducto de un asentamiento de tropas romanas a finales del siglo IV. Nos restan poco más de cuatro kilómetros por carretera secundaria (PR AS-92) para completar el circuito, pasando previamente por BUELLES (800), pequeña aldea perteneciente a la parroquia de LAS PUENTES (820), con vistas a los valles de Pajares y Fierros.
Ruta larga, sin dificultades técnicas, que requiere cierto esfuerzo por el desnivel a superar en un tramo de nueve kilómetros. Pero en ella se conjugan la belleza y riqueza de los paisajes, valles y cumbres con el halo mítico de una calzada romana, junto a la cual se estableció el asentamiento militar de mayor altitud de la Hispania. Y, a decir de los arqueólogos que trabajaron en las excavaciones del CASTIECHU LA BOYA (1.580), “el conjunto bélico es uno de los más destacados de Europa por su magnitud y su expresividad. El paisaje donde está enclavado es soberbio y eso aporta magnitud a los acontecimientos históricos que allí tuvieron lugar”. Si a ello añadimos las fortificaciones del HOMÓN, fueran astures, visigodos o árabes, cabe parafrasear la cita de cierto personaje: “… siglos de historia nos contemplan”.
DATOS TÉCNICOS:
RECORRIDO: 24,84
ALTURA MÁXIMA: 1.604 m.
ALTURA MÍNIMA: 620 m.
ASCENSO TOTAL: 995 m
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 6,50 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Mayo de 2007.
PARANA (620) es una parroquia del concejo de Lena en el valle del Río Fierros –capital de la que dista 13,5 kilómetros-, a la que se accede, al cabo de poco más de mil metros, por la LN-11, que a su vez arranca de la N-630, K. 73, también conocida como RUTA DE LA PLATA (Gijón-Sevilla), porque parte de su recorrido discurre por localidades, que unía la vía de la Plata romana (Mérida-Astorga).
Por su parte, COLLADO EL TUNELÓN (1.604) y ALTO EL ACÍU (1.468) son hitos en la VÍA ROMANA DE LA CARISA, que se sitúan en los kilómetros 8,75 y 13,50 respectivamente de la misma. Se trata de una antigua calzada romana de 42 kilómetros, que comienza en PENDILLA (1.340) (Villamanín-León) y termina en UJO (249) (Mieres-Asturias), pasando por CARABANZO (490) (Lena), siendo considerada en su momento una vía estratégica desde el punto de vista militar. Del trazado original sólo se conserva un pequeño tramo en la cara occidental del P. TRES CONCEJOS (2.020).
Una pista, a gran altura, cruza de sur a norte la cordillera cantábrica, marcando la divisoria entre los CONCEJOS DE LENA Y ALLER, siguiendo la línea del CORDAL DE CARROCEDO-RANERO. De la misma se desprenden sucesivamente diferentes ramificaciones, que descienden hasta los valles del RÍO NEGRO, por el este, y de los RÍOS PAJARES y LENA por el oeste. Toma el nombre del general romano Publio CARISIO, legado de LUSITANIA entre los años 26 y 22 a. C. que, según parece, intervino en las guerras contra los astures.
Tomamos una ancha pista, rumbo este, en su día acondicionada para el acceso a MINAS DE FARGOSA (1.300), en las proximidades de la vía romana, minas hoy abandonadas. En seguida atravesamos la aldea de SAN ANDRÉS (734). El itinerario asciende suavemente siguiendo el VALLE BUSICHÁN, con el lecho del Reguero de Castiello como fondo, arroyo que en algún punto del recorrido precipita formando cascadas. Cruzamos la RAMPA DE PAJARES (Busdongo-Puente de los Fierros) por encima del Ventoso (954), uno de los 61 túneles que jalonan ese trayecto de línea ferroviaria, que salva el desnivel de la cordillera cantábrica, considerada como una de las mayores obras de ingeniería en la España del XIX y uno de los pasos montañosos más difíciles de Europa.
La pista continúa el ascenso ahora por nuevo valle, VALVENIR (1.077), con el arroyo homónimo a sus pies, continuación del trayecto que en todo momento ha discurrido entre frondosa arboleda y claros de pradería, predominando el hayedo en estas alturas. Nos acercamos a la LLERA y MINAS DE FARGOSA (1.300), con restos carboníferos de la explotación y nuevas cascadas, que fluyen salvando la orografía del terreno. Últimos pasos con acusada pendiente en zigzag y habremos remontado hasta CDO. EL TUNELÓN (1.604), techo de la ruta, tras nueve kilómetros de andadura desde el punto de partida.
El collado es una encrucijada de caminos, con la VIA CARISA discurriendo de sur a norte, y la continuación de la pista hacia el este por el “Camino del Rasón”, que desciende hasta el Valle del Río Negro, en las proximidades de SANTIBÁÑEZ DE MURIAS (691). Seguimos la vía romana rumbo norte, atravesando las estribaciones occidentales del P. BOYA o CURRIECHOS (1.737). El bosque desparece para dar paso al matorral y majadas con pequeños arbustos.
Un deslumbrante escenario de sierras, cordales y macizos, con ligeras variantes de perspectiva, se irá repitiendo al mediodía y poniente, durante los cinco kilómetros de itinerario que seguiremos por la Carisa. Al sur, visible la calzada rasgando las faldas occidentales del CORDAL DE CARROCEDO (1.737), tras el cual emerge la SIERRA DEL CUADRO, destacando el P. ESTORBÍN (2.123) y TRES CONCEJOS (2.014) en sus extremos; el COLLADO PROPINDE (1.583) quebrando la línea de la cordillera cantábrica, que se prolonga en la SIERRA DE LOS PASOS DE ARBÁS, con el CELLÓN (2.029) de protagonista. Al oeste, en la lejanía, el MACIZO DE LAS UBIÑAS (2.417) al completo, culminando a su derecha con la SIERRA DEL ARAMO (1.791).
Tras poco más de un kilómetro llaneando nos encontramos con la señal de CASTIECHU LA BOYA (1.580), campamento militar romano, a los pies del pico homónimo, también conocido por CURRIECHOS (1.737). Ésta es la cima más aislada entre las altas cotas del Cordal de Carrocedo, con largas y suaves vertientes en todo su contorno. La cumbre es una amplia meseta, zona de fortificaciones por su emplazamiento, en la que, según algunos, podrían haberse guarecido hasta dos legiones romanas, unos 10.000 hombres aproximadamente. Las excavaciones se sitúan en las estribaciones suroccidentales de la misma, rodeadas por un espeso manto de brezos, habiéndose encontrado numerosos objetos, entre ellos herramientas y equipamiento militar de legionario.
El MONTE FARO (1.661), también conocido como HOMÓN DEL FARO, se encuentra a 1 kilómetro al norte del P. Boya, del que le separa el PORTILLÍN DE LA BOYA (1.593), nueva encrucijada con ramal dirección Valle del Río Negro. Es otra zona de fortificaciones con dos murallas oblicuas que, cruzando VIA CARISA, conectarían por el oeste con el CANTU BUXÁN (1.500), donde se conservan restos de lo que se cree fue una torre circular. Las primeras excavaciones del HOMÓN parecían indicar un origen astur, dando a entender un enfrentamiento entre romanos y astures con sus respectivos campamentos. Pero las pruebas del carbono-14 datan los restos entre los siglos VII y VIII.
Rodeando las estribaciones occidentales del Curriechos y Homón, el camino continúa rumbo norte, dejando poco después a la izquierda CANTU BUXÁN (1.500) y la majada homónima. Desde tan singular balconada divisamos próxima la imponente silueta del P. PEDRO GARCÍA (1.542), con matorral, especialmente brezo, en su vertiente oeste y hayas en su cara oriental. Suave descenso para recalar inmediatamente en LA CAVA (1.453), zona mixta de foresta y pradería con vistas al Valle de Congostinas. Hacia el este, en subida, una variante que culmina en CUCHU PIUYU (1.500), conjunto de instalaciones ganaderas, estratégicamente ubicadas en la cima del cordal.
Un kilómetro más y alcanzamos EL ACÍU (1.468), alto donde se bifurca vía Carisa, rodeando el P. PEDRO GARCÍA (1.542), por la derecha la pista principal y por la izquierda el camino antiguo. Descendemos por este último hasta BRAÑALOSO (1.200), majada donde abandonamos la calzada romana. La senda, ahora rumbo sur, continúa la bajada dejando a la izquierda braña TABLAO (1.150), salpicada de acebos, a cuyos pies son visibles las explotaciones abandonadas de MINAS DE LINARES (1.050).
Nuevo giro hacia el poniente para seguir el descenso hasta LINARES DE ABAJO (820) y al fondo CONGOSTINAS (675), que cruza el arroyo homónimo, reducto de un asentamiento de tropas romanas a finales del siglo IV. Nos restan poco más de cuatro kilómetros por carretera secundaria (PR AS-92) para completar el circuito, pasando previamente por BUELLES (800), pequeña aldea perteneciente a la parroquia de LAS PUENTES (820), con vistas a los valles de Pajares y Fierros.
Ruta larga, sin dificultades técnicas, que requiere cierto esfuerzo por el desnivel a superar en un tramo de nueve kilómetros. Pero en ella se conjugan la belleza y riqueza de los paisajes, valles y cumbres con el halo mítico de una calzada romana, junto a la cual se estableció el asentamiento militar de mayor altitud de la Hispania. Y, a decir de los arqueólogos que trabajaron en las excavaciones del CASTIECHU LA BOYA (1.580), “el conjunto bélico es uno de los más destacados de Europa por su magnitud y su expresividad. El paisaje donde está enclavado es soberbio y eso aporta magnitud a los acontecimientos históricos que allí tuvieron lugar”. Si a ello añadimos las fortificaciones del HOMÓN, fueran astures, visigodos o árabes, cabe parafrasear la cita de cierto personaje: “… siglos de historia nos contemplan”.
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