Chorrera de San Mamés, desde la Quesería

NOTA IMPORTANTE: Esta información tiene únicamente carácter orientativo, quienquiera que haga uso y seguimiento total o parcial del track y su texto adicional asume la plena responsabilidad ante los riesgos propios de la práctica de la actividad senderista.

Esta ruta tiene por objeto recorrer el curso del arroyo del Chorro desde las inmediaciones del pueblo de San Mamés, buscando disfrutar de una espectacular cascada que forma el citado arroyo en su descenso desde las alturas del Reajo Alto (2.099 m), una de las cumbres que destacan en las estribaciones septentrionales del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Este arroyo, caudaloso en tiempo de primavera si el deshielo aumenta su curso, baña los pueblos de San Mamés y Pinilla de Buitrago antes de alimentar, con sus aguas el embalse de Riosequillo.

Nuestro recorrido, más bien un paseo algo exigente que busca disfrutar del bello panorama que ofrece este curso fluvial al despeñarse por las laderas montañosas de su garganta, parte del aparcamiento que brinda una quesería situada en las afueras de San Mamés. Se asciende primero de forma gradual por buena pista hasta alcanzar un refugio, la Casa del Leñador, desde donde el camino se adentra entre pinares y gana altrura con mayor desnivel.

Se nota lo transitado de estos lugares por las distintas indicaciones que vamos encontrando a nuestro paso y que nos guían, sin pérdida de rumbo, hasta la chorrera que ha hecho famosos a su arroyo y al pueblo que la da nombre. Se han cuidado por las autoridades locales los recodos del camino que ofrecen cierta dificultad, sobre todo aquellos que atraviesan zonas húmedas o que superan mayor desnivel, escalonándolos y dotándolos de pasarelas para vadear cursos de agua.

Llegados al paraje de la Chorrera, se han habilitado miradores protegidos en los puntos de mejor visión, y se puede recorrer toda su senda de caída hasta la cabecera donde el arroyo se arremolina entre rocas antes de deslizarse en cascada por toda la quebrada pendiente.

Tras consumir en sus diversos puntos de contemplación un buen rato, documentando el lugar, se retorna por el mismo camino cruzándose con numerosos visitantes que acuden a la zona según avanza el día, dado el mucho atractivo del paraje en esta época primaveral.

Nuestro grupo hizo un alto de nuevo en la Cas del Guarda para tomar un buen tentempié, y ahí damos por concluido el track de la ruta, pues solo restaba el regreso al aparcamiento de la quesería sin añadir nota alguna a lo ya descrito.