PARQUE DE REDES: Cordal del Cascayón al Torres

Incluidos en el desafío FEMPA 2020-21 “Montañas del Paraíso”:

70. Cascayón (1951m, nº233)
71. Entrepicos (1861m, nº236)
72. Valmartín (1932m, nº235)

- Pico Torres (con 2104 metros era el objetivo de hoy aunque lo contaremos para el desafío en otra ocasión, ya que tenemos esa ridícula limitación de que no se cuentan más de 3 al día…).

Estupenda ruta siguiendo el cordal fronterizo entre Asturias y León al lado del puerto de San Isidro (cuyas pistas de esquí y picos circundantes como el Toneo o el Requejines vamos contemplando durante casi todo el día).

Salimos desde una curva en la carretera de San Isidro en su parte leonesa y vamos subiendo poco a poco por una pista ganadera durante unos 4 kilómetros. Después comenzamos a subir campo a través en lo que será una constante el resto del día: a ratos por un buen sendero, a veces saliendo al monte bajo sobre todo para las bajadas…

Sucesivamente vamos coronando el Cascayón, el Entrepicos, el Arenal, el Porru Blanco y el Valmartín, antes de parar a comer cerca de la Ventanona, espectacular formación entre rocas de esos puntos en los que hay que pararse (como el Ojo de Buey de Peña Mea, por poner un ejemplo). Por cierto que si sabemos localizarla la veremos incluso desde la carretera.

Según avanzamos por el cordal, la vista del Torres se hace más y más imponente, es de esas montañas por las que parece imposible que transite un sendero pero el hecho es que lo hay. Sí es cierto que en esta subida final tenemos que ayudarnos con las manos y tener bastante cuidado, pero cualquier montañero medio la subirá bien. Las vistas desde la cima, muy parecidas a las que venimos disfrutando toda la jornada, pero con un 360º de quitar el hipo. Desde la Peña del Viento, el Toneo y los picos de San Isidro, Peña Ubiña y los Fontanes, el Aramo, el Sueve, Peñamayor, Picos de Europa… hasta el Espigüete allá en Palencia. El Torres se ve casi desde cualquier sitio de la Asturias central y occidental, y por tanto todo ello se alcanza desde su cima.

Bajamos de la forma más directa que pudimos, y por hacerlo nos metimos en una destrepadina en la que hubo que extremar la precaución. Si se sigue el track creo que es fácilmente evitable subiendo un poco más y dando un pequeño rodeo. Luego nos queda un poco de monte bajo con escobas y brezo, pero no hizo falta pantalón largo. Finalmente salimos a San Isidro y sólo nos queda un kilómetro de carretera para volver al coche.

Caminata muy recomendable por entretenida, por bonita, por accesible, por la compañía en el día de hoy… pero cuidado que son más de 18 kilómetros y con un desnivel respetable. Si se hace con sol llevar unos 2 litros de agua por persona; sólo hay una (estupenda) fuente ya en la bajada que nos vino muy bien.