PARQUE DE REDES: Sierra del Crespón

Incluidos en el desafío FEMPA 2020-21 “Montañas del Paraíso”:

30. Pico Fueyu (1145m, nº245)
31. Pico Faltiñosu (1159m, nº246)
32. Pico Rearcu (1181m, nº247)

Caminata entretenidísima y guapísima por la Sierra del Crespón, que domina el valle del Nalón que comprende Campiellos, Rioseco, Villamorey, Soto de Agues…

Salimos del pequeño pueblo de Villamorey siguiendo las indicaciones PR de la ruta de la Sierra del Crespón, por una pista forestal que se va haciendo pindia y estrecha hasta convertirse en un sendero que nos ofrece bonitas vistas del embalse de Rioseco, con la presa y el torreón de Villamorey, que visitaremos a la vuelta. Tras algo más de 2 km de subida llegamos a la Majada Fresnedo, donde también merece la pena detenerse a coger aire y disfrutar de las vistas.

Tras otro pequeño tramo siguiendo el PR, nos desviamos para ascender el primer pico del día. La subida hasta la cresta se hace bastante incómoda, con tramos de trepada no muy peligrosa pero que se hace entre roca, hierba y algún arbusto al que hay que agarrarse con las manos para no resbalar y perder pie. Una vez en la cresta, encontramos y perdemos el sendero continuamente el resto del día, avanzando entre rocas con tramos de bosque llenos de hojarasca invernal y resbaladiza.

Coronamos el Pico Fueyu donde encontramos vértice geodésico y un pequeño buzón de cumbre. Sin más problemas y, tras un tentempié “premio” por haber superado prácticamente todo el desnivel del día, continuamos hacia el Faltiñosu donde sólo hay un jito de cumbre. Siguiendo la cresta llegamos al Rearcu, al que se llega por una estrecha canal que hay que trepar pero que tiene muy buenos agarres. Aquí encontramos otro jito de cumbre sin más.

Para completar la Sierra continuamos hacia la Crespina, pequeña cumbre a la que se puede acceder siguiendo la cresta con otra pequeña trepada. No obstante, en este punto la prudencia (y el vértigo) me hizo buscar un pequeño rodeo por la izquierda y, aunque también con ayuda de las manos, la subida se hizo mucho menos expuesta. La bajada de la Crespina fue un poco delicada, culeando bastante por lo pindio de la pendiente, repleta de hierba en la que era fácil resbalar. Tras superar una canaluca atravesando el reguero correspondiente, un senderín nos lleva a la ladera de Les Crespes, que es un bosque entre rocas algo incómodo para progresar pero sin más peligro que meter el pie en algún hueco traicionero.

Una vez hecha cumbre en Les Crespes, última y más alta (1235 m) de la Sierra del Crespón, seguimos la cresta un pequeño tramo para iniciar el descenso, y pronto cogemos una gran canal por la que bajamos como podemos (lo digo por lo incómodo, ya que es pindia, sin sendero y con mucha piedra y hierba) y llegamos al sendero PR de la Sierra, que recorre ésta a media altura. Girando a la izquierda, sólo nos queda seguir el sendero para llegar nuevamente a la Majada Fresnedo sin dificultad. Mencionar que, por unos 50-100 metros, encontramos un cable en la pared muy bien puesto porque, si bien el sendero está bien pisado, desbrozado y es casi llano, también es algo estrecho y tiene una importante caída hacia la derecha.

Un poco más abajo decidimos visitar el Torreón de Villamorey, que preside la parte baja del embalse de Rioseco. Para ello nos metimos en un robledal lleno de roca y hojarasca, muy bonito pero un poco pesado a estas alturas del día, hasta que salimos a un sendero que nos lleva al citado Torreón. Sólo nos queda un pequeño paseo por una senda perfectamente marcada que nos lleva de vuelta a Villamorey, siendo éste un tramo para hacer incluso con niños.

Ruta espectacular, con bonitas vistas de 360º: la Xamoca siempre en primer plano, el Aramo, el Estorbín, Peña Mea, el Retriñón, el Torres, el Vízcares, el Sueve… impresionante, pese a que la vista de Ubiñas era limitada y la de Picos muy lejana. La pongo como “difícil” por el desnivel acumulado (la mayor parte en los primeros kilómetros), por lo incómodo del terreno y por tener que usar las manos para llegar a todas las cumbres, aunque tanto el peligro como la sensación de exposición me parecieron controlables. Muy recomendable para el senderista experimentado. No encontramos fuentes más allá de Villamorey.