PARQUE DE REDES: Subida al Cantu del Oso y pernocta en Brañagallones

Incluidos en el desafío FEMPA 2020-21 “Montañas del Paraíso”:

206. Porrón de Cerrosa (1812m, nº227)
207. Cantu del Oso (1793m, nº226)

Primero de dos días por Redes con pernocta en el refugio de Brañagallones, en compañía de Alberto, para finiquitar el desafío que terminó hoy, 31 de octubre de 2021.

Salimos desde Bezanes por la amplia pista que lleva hasta el refugio de Brañagallones, unos 10 kilómetros para salvar unos 600 metros. Paseo cómodo, con bonitas vistas, y llegada a la Majada de la Vega de Brañagallones, preciosa pradería con unas 30 cabañas de piedra, excelentemente cuidadas en su mayoría, con el gran refugio (antiguo hotel) en lo más alto.

Soltamos lastre (saco, comida, etc.) y tomamos otra pista que nos lleva prácticamente a nivel durante algo más de 1 kilómetro hasta la Majada de Valdevezón, donde iniciamos ascenso por buen sendero atravesando tramos de hayedo realmente bonito. Así llegamos al llamado Collado Puerco, donde ya se nos metió la nube y vimos poco más. Seguimos por el sendero progresando por una ladera herbosa hasta el primer objetivo del día, el Porrón de Cerrosa.

A partir de aquí vamos a media ladera siguiendo marcas de PR aunque por momentos el terreno es bastante incómodo, con bastante roca jalonada de arbustos y ramas. Llegamos así a una pradería que va ascendiendo hasta un tramo rocoso que nos deja en la cima del Cantu del Oso. La verdad es que la subida, aunque pindia, no es gran cosa, y la nube baja nos impidió ver las impresionantes cortadas del otro lado.

Por último, retrocedemos bajando por el prado hasta encontrar el sendero que nos baja sin más problema hasta llegar nuevamente al refugio de Brañagallones, donde terminamos el día y pasaremos la noche. La dejo moderada por distancia, desnivel, y por el tramo incómodo entre los dos picos subidos. Pero no hay pasos complicados.

Termino con una mención al refugio. Como antiguo hotel, las zonas comunes son amplias y muy cuidadas. Las habitaciones tienen literas y baño propio con bañera, lo que no es habitual en un refugio de montaña. Y la cena estaba buenísima, hay que decirlo. Muy recomendable una estancia aquí. Por lo visto, los fines de semana está bastante lleno pero por semana no suele haber problema de espacio.