Parque Natural de Izki: Santa Cruz de Campezo-Bujanda-San Román de Campezo-Muela-Peña del Santo-Korres-Soila-Antoñana
near Santikurutze Kanpezu / Santa Cruz de Campezo, País Vasco (España)
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Itinerary description
Larga y exigente ruta que recorre parte del precioso parque natural de Izki, realizando 3 cumbres como son Muela, Peña del Santo y Soila, con muy buenas vistas en los 3 casos. Si he calificado el recorrido como MODERADO ha sido por la relación distancia-desnivel, porque en algunos tramos el terreno es incómodo o complejo y porque es complicado orientarse en pequeños puntos muy cerrados sin senda visible. Por lo demás, travesía muy sencilla de realizar, con senderos cómodos y rápidos, y sorprendentemente secos, ya que hace poco ha llovido bastante pero al parecer le ha dado tiempo a secarse.
NOTA: Esta ruta forma parte de mi Vuelta a Euskadi, pero tras hacer varias modificaciones en la trazada de la misma, finalmente esta etapa empieza desde Bujanda, y no desde Santa Cruz de Campezo. Aquellos que queráis realizar el recorrido siguiendo a rajatabla mi Vuelta, tendréis que ir a este pueblo, siendo en ese caso una travesía bastante mas corta (6km para ser exactos) y sencilla de realizar que la que aquí presento.
Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 108:
Comienzo en la marquesina del pueblo de la localidad alavesa de Santa Cruz de Campezo. Atravieso el pueblo y avanzo unos cientos de metros por la carretera hasta desviarme después por la izquierda.
Ahora, camino por una larga pista de cemento con bonitas vistas a la sierra de Toloño y a 2 de mis objetivos, los montes Muela y Soila.
Al final de la pista, llego a la pequeña localidad de Bujanda. Como he comentado arriba, este pueblo será el verdadero punto de partida para esta etapa de mi Vuelta a Euskadi.
En este lugar tenéis una fuente para llenar las botellas, fuentes que encontraréis en todos y cada uno de los pueblos por los que paso a lo largo de la ruta.
Prosigo la marcha yendo ahora por un corto camino de hierba alta, hasta dar seguido con otra carretera que me llevaría hasta el próximo pueblo, San Román de Campezo. Existe la posibilidad de ir por un sendero señalizado con marcas GR y evitar así el asfalto, pero no me gustaba la pinta que tenía, y hoy no es que me sobrara el tiempo para poder hacer el cabra en cualquier parte, así que fui a lo seguro y caminé carretera arriba hasta el mencionado pueblo. Destacar que en la parte alta de la carretera hay de nuevo magníficas vistas de la sierra de Toloño, de los amplios campos de trigo y amapolas, además de un precioso perfil de los montes Muela (su nombre está bien elegido, ya que se asemeja al contorno de una muela, con muchas caries eso si) y y su vecino, la Peña del Santo.
Llego a San Román, hecho otro trago de agua y ahora doy comienzo oficialmente el ascenso al monte Muela. El sendero es estrecho pero cómodo, y las rampas son muy llevaderas. Pero, a partir de que empecé a subir los primeros metros por la arboleda, surgió la curiosa y repugnante anécdota del día. Un numeroso grupo de moscas me empezaron a perseguir y a volar muy cerca de mi, por todos los costados. Lo normal es que aparezcan un par de ellas y al cavo de un rato se piren, pero éstas hdp no, o si, pero aparecían otras, y otras... Pues esto me ocurrió en toda la parte que transcurre por monte de la ruta, es decir prácticamente la mitad del recorrido. No se cual es la razón, si por el caluroso día que hacía (28º), por el calor que mi cuerpo desprendía, o por mi dulce y deliciosa fragancia corporal. El caso es que no pude quitármelas de encima ni un momento, hasta que no llegaba o a la cima de alguno de los montes, o a los pueblos. Espero que no os pase eso a vosotros.
Un poco mas adelante, llego al collado de La Casilla. Aquí tengo opción de ir a la cima de "la Muela" o a la izquierda para ir al Peña del Santo. Primero iré al monte Muela y luego a la otra, para poder darle continuidad a la ruta.
Para ir a Muela, hay 2 opciones; seguir un fino sendero de tierra primero y luego piedra/roca, o como hice yo, ir al borde del precipicio, disfrutando en todo momento de las vistas. Lo malo que tiene esta opción es que se camina siempre sobre placas de roca irregulares, bastante incómodas y que ralentiza un poco el avance. Pero yendo despacio y asegurando cada paso, no tiene ninguna dificultad, es una variante bastante chula.
Finalmente, consigo llegar al geodésico y buzón cimero del monte Muela (1055m). En este punto en concreto, las vistas son solo de 180º por culpa de la arboleda, pudiendo ver los 3 pueblos visitados al inicio, y otros como Marañón o Bernedo y una espléndida panorámica de la sierra de Toloño casi al completo.
Tras las fotos de rigor, vuelvo al anterior collado, pero esta vez desciendo por el mencionado senderillo, haciendo así una circular por éste monte. Es aquí donde disfruto de la otra mitad de las vistas, pudiendo ver con mucho detalle buena parte de los montes que hay en este parque natural de Izki, como el Soila, Arburu y otros muchos mas de la zona, además de la sierra de Aizkorri y Aratz e incluso lo que parece ser la punta del Anboto.
Una vez en el collado, sigo recto y asciendo rumbo a la Peña del Santo. Ojo en ésta subida, la cosa se complica bastante. Lo primero, el sendero se estrecha muchísimo, hay arbustos de los que pinchan, y más adelante hay caída por la izquierda, así que aseguraos de pisar por buen sitio.
Y segundo, justo al llegar a un cruce de camino, en el cual se podría acceder a la ermita de San Román, que no lo visité porque haciendo cálculos iba justo de tiempo y he querido ir directo al grano, sin desviarme del camino principal.
Pues precisamente yendo por el camino que lleva a la cima, hay una pared rocosa de unos 10m en el que hay que trepar un poco, usando las manos para asegurar el avance. Tampoco resulta fácil apoyar los pies, hay que andar con mucho cuidado en este punto, ya que un error puede ser fatal.
Estando al loro de cada paso, realmente no es un lugar que deba daros muchos problemas, subiendo al menos no, bajando, si hicierais la ruta a la inversa, ahí habría que apoyar el culo como mínimo, yo no me atrevería.
Una vez hecho ésto, llego al cordal cimero, de nuevo cerca del precipicio. Aquí transcurre otro fino sendero, que se pierde por momentos entre la incómoda vegetación que si o si hay que atravesar.
Al final del caminillo, accedo al fin a la cruz y al bonito buzón cimero (una bruja) del monte Peña del Santo (1037m). Aquí las vistas son un poco mas amplias pero no son totales. En resumen, se ve prácticamente lo mismo que en Muela, pero pudiendo ver de forma mas amplia el lado Oeste de la zona.
Tras las fotos de rigor, me dirijo ahora hacia el Norte, y desciendo por una pequeña pedrera, que acojona a simple vista, pero que realmente no presenta ningún inconveniente, pues las rocas están bien clavadas al suelo, es bastante regular y se puede bajar con rapidez.
Pero en este lugar apareció el segundo de los "problemas", hacia donde voy ahora? Al final de la pedrera no se ve ningún camino, si un hito de piedras pero algo confuso porque no deja claro realmente el lugar a seguir. Yo tenía puesto en el track que había que ir hacia la izquierda, hasta llegar a un mirador (esto lo han hecho de la misma manera varios usuarios que han realizado esta parte de la ruta), con lo cual, me busqué la vida como pude, entrando de lleno en la cerrada arboleda, mirando posibles huecos que me llevaran por la izquierda.
Al final encontré el mirador y un sendero bien visible, que partía desde un poco más atrás, aunque si saber con claridad por dónde había que meterse para llegar hasta ahí.
El mirador no ofrece nada nuevo, es una vista del lado Oeste, igual que desde la cima del Peña del Santo.
A continuación, desciendo por el sendero, que se adentra entre un denso bosque. Por fortuna, el camino es lo suficientemente amplio y de buena calidad como para poder bajar cómoda y rápidamente. Además está señalizado con marcas PR amarilla y blanca en los árboles y mediante círculos en numerosas balizas. Importante, seguid SIEMPRE dichas marcas, os llevarán por el camino correcto.
Después, realizo varios desvíos, rumbo hacia el pueblo de Korres, siguiendo en todo momento las marcas amarillas. A mitad de camino, por el lado derecho, disfruto de una bonita vista de la cresta cimera y del imponente barranco de Izki del monte Soila.
De nuevo, otra horda de moscas seguían mi estela, tocándome las narices sin cesar. Era un suplicio cada vez que paraba para sacar fotos, beber agua o recuperar el aliento.
Tras un buen rato de cómodo descenso, asciendo ligeramente para acceder de lleno a la pequeña localidad de Korres. Aprovecho la ocasión para hacer una parada técnica en la iglesia para comer algo.
Al llegar a la altura del bar del pueblo, llego a un cruce que me ofrece 2 posibilidades: 2 PR, uno va de frente, directo hacia el mirador del Barranco de Izki o hacia la izquierda y después recto para ascender a la cima del monte Soila. Mi intención era ir a los 2 lugares, pero mi prioridad era hacer cumbre al Soila, así que voy por la izquierda.
El terreno es bastante cambiante. Al principio voy en medio de una arboleda, luego a cielo abierto por un cómodo sendero, luego este se estrecha y se adentra por una zona repleta de arbustos que algunos pinchaban. Luego, a mitad de ascenso, el protagonista es la piedra. Aquí la pendiente también es más alta, y el avance es mucho más lento, en buena parte por el cansancio que tenía encima, ya que el esfuerzo realizado ha sido alto.
Más adelante, llego a otro punto clave, el portillo de Avellanedo, situado en la cresta cimera del Soila. Si fuese a la izquierda, bajaría la conocida como "Senda el Agin, donde hay una pared rocosa con un minúsculo sendero y caída a la derecha, aunque existe la presencia de alguna que otra cuerda (una ayuda que por lo que dicen es innecesaria) y después por un empinadísimo camino de piedra/roca que me llevaría a la parte baja de la pared de este monte.
Por la derecha, iría directo a la cima del Soila. Esa es mi intención así que giro a la derecha.
El camino es estrecho y transcurre por terreno de tierra y piedras, y por momentos se pierde la senda ya que se mete de lleno por los arbustos, pero acto seguido vuelve a distinguirse.
A pocos metros de la cima, se haya una abertura conocida como la "sima tres ojos". Yo seguía yendo justo de tiempo y de fuerzas, y para ver el agujero de cerca había que desviarse del camino, y esa no era mi intención. De hecho, ni me acordé de señalar dicha sima en el track, pero que sepáis que esta en el lado izquierdo, a pocos metros de la cima.
Ahora si, hago cumbre al escarpado e imponente monte Soila (994m). Aquí si que las vistas son totales, de 360°. Las más bonitas sin duda alguna.
Hay muchas zonas que no conozco y que no puedo nombrar, pero de lo que si conozco, sería la totalidad de los valles donde se sitúan los pueblos de Santa Cruz de Campezo y mi destino, Antoñana, los ya hechos montes Muela y Peña del Santo, parte de la sierra de Toloño, el inconfundible monte Kapildui con su torre esférica, el Gorbea y las sierras de Anboto, Aizkorri y Aratz, y como no, todo el precioso y verde entorno de este parque natural de Izki. Una maravilla de vistas.
Tras las más que obligadas fotos de rigor, vuelvo sobre mis pasos, pero con la duda de adonde dirigirme ahora. Para ir a Antoñana, lo más corto sería bajar por la senda El Agin, pero lo veo peligroso, y lo más corto no siempre es lo más rápido y sencillo. Otra opción era retroceder, y descender hasta donde el terreno empezaba a ser pedregoso y empinado (aquí nace otro sendero de tierra que va cuesta abajo y que conectaría con el PR del Barranco de Izki). El problema era que tenía que andar bastante distancia para llegar hasta ahí.
Que hice al final? Atajar, y bajar por una pedrera señalizada con hitos de piedra. Lo malo es que esta pedrera a parte de ser empinada, tenía bastante piedra suelta y, quizás confiándome en exceso, acabé resbalando y llevándome un leve culetazo. Fue un aviso, tenía que bajar más despacio y asegurar el paso.
Luego ya si, llegué al sendero de tierra y aquí ya pude ir rápido y cómodo hasta el enlace con el PR. Giro a la izquierda y asciendo en suave pendiente entre un denso y bonito bosque, siguiendo de nuevo las marcas amarillas, y como no, acompañado de mis omnipresentes amigas, las moscas.
No tardo mucho en llegar a un claro, donde otro hito indica el desvío a realizar para bajar y acceder al mirador del Barranco de Izki. Bonita vista de los otros 2 montes ya hechos, del lado Este de la sierra de Toloño, y por detrás, parte de la vertical pared rocosa del Soila.
Prosigo la marcha por el sendero, ahora en suave descenso. Luego, entro otra vez entre la arboleda, y giro por 2 veces a la derecha.
Al final del camino, salgo del bosque y voy a cielo abierto hasta llegar a mi destino, el bonito pueblo de Antoñana, el cual lo recorro casi en su totalidad. Finalmente accedo a la marquesina de la localidad, donde concluyo esta exigente pero preciosa ruta.
Bye bye flies.
NOTA: Sin duda, los puntos más complejos y delicados de la travesía son:
1- El tramo intermedio situado entre el collado de La Casilla y la cima del monte Peña del Santo, que en mojado sería un verdadero problema, más aún si se hiciera bajando.
2- El corto tramo que va desde el final de la pedrera de Peña del Santo hasta el mirador, donde no es nada claro el camino a seguir, básicamente porque no hay camino y hay que tirar de intuición y de mirar constantemente el track.
3- La bajada del monte Soila, tanto si se quiere ir por el atajo de la pedrera, o bien si vais por la senda el Agin, que quizás en subida se haga bien, pero bajando, por lo que he visto en fotos, ojito, más aún en mojado.
En estos casos, como siempre digo, ir con precaución, asegurar cada paso, no os confiéis en exceso, e ir con el material y calzado adecuado, para disminuir el riesgo de posibles caídas o accidentes.
Exceptuando estos 3 puntos, el resto de la ruta es pan comido.
NOTA: Esta ruta forma parte de mi Vuelta a Euskadi, pero tras hacer varias modificaciones en la trazada de la misma, finalmente esta etapa empieza desde Bujanda, y no desde Santa Cruz de Campezo. Aquellos que queráis realizar el recorrido siguiendo a rajatabla mi Vuelta, tendréis que ir a este pueblo, siendo en ese caso una travesía bastante mas corta (6km para ser exactos) y sencilla de realizar que la que aquí presento.
Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 108:
Comienzo en la marquesina del pueblo de la localidad alavesa de Santa Cruz de Campezo. Atravieso el pueblo y avanzo unos cientos de metros por la carretera hasta desviarme después por la izquierda.
Ahora, camino por una larga pista de cemento con bonitas vistas a la sierra de Toloño y a 2 de mis objetivos, los montes Muela y Soila.
Al final de la pista, llego a la pequeña localidad de Bujanda. Como he comentado arriba, este pueblo será el verdadero punto de partida para esta etapa de mi Vuelta a Euskadi.
En este lugar tenéis una fuente para llenar las botellas, fuentes que encontraréis en todos y cada uno de los pueblos por los que paso a lo largo de la ruta.
Prosigo la marcha yendo ahora por un corto camino de hierba alta, hasta dar seguido con otra carretera que me llevaría hasta el próximo pueblo, San Román de Campezo. Existe la posibilidad de ir por un sendero señalizado con marcas GR y evitar así el asfalto, pero no me gustaba la pinta que tenía, y hoy no es que me sobrara el tiempo para poder hacer el cabra en cualquier parte, así que fui a lo seguro y caminé carretera arriba hasta el mencionado pueblo. Destacar que en la parte alta de la carretera hay de nuevo magníficas vistas de la sierra de Toloño, de los amplios campos de trigo y amapolas, además de un precioso perfil de los montes Muela (su nombre está bien elegido, ya que se asemeja al contorno de una muela, con muchas caries eso si) y y su vecino, la Peña del Santo.
Llego a San Román, hecho otro trago de agua y ahora doy comienzo oficialmente el ascenso al monte Muela. El sendero es estrecho pero cómodo, y las rampas son muy llevaderas. Pero, a partir de que empecé a subir los primeros metros por la arboleda, surgió la curiosa y repugnante anécdota del día. Un numeroso grupo de moscas me empezaron a perseguir y a volar muy cerca de mi, por todos los costados. Lo normal es que aparezcan un par de ellas y al cavo de un rato se piren, pero éstas hdp no, o si, pero aparecían otras, y otras... Pues esto me ocurrió en toda la parte que transcurre por monte de la ruta, es decir prácticamente la mitad del recorrido. No se cual es la razón, si por el caluroso día que hacía (28º), por el calor que mi cuerpo desprendía, o por mi dulce y deliciosa fragancia corporal. El caso es que no pude quitármelas de encima ni un momento, hasta que no llegaba o a la cima de alguno de los montes, o a los pueblos. Espero que no os pase eso a vosotros.
Un poco mas adelante, llego al collado de La Casilla. Aquí tengo opción de ir a la cima de "la Muela" o a la izquierda para ir al Peña del Santo. Primero iré al monte Muela y luego a la otra, para poder darle continuidad a la ruta.
Para ir a Muela, hay 2 opciones; seguir un fino sendero de tierra primero y luego piedra/roca, o como hice yo, ir al borde del precipicio, disfrutando en todo momento de las vistas. Lo malo que tiene esta opción es que se camina siempre sobre placas de roca irregulares, bastante incómodas y que ralentiza un poco el avance. Pero yendo despacio y asegurando cada paso, no tiene ninguna dificultad, es una variante bastante chula.
Finalmente, consigo llegar al geodésico y buzón cimero del monte Muela (1055m). En este punto en concreto, las vistas son solo de 180º por culpa de la arboleda, pudiendo ver los 3 pueblos visitados al inicio, y otros como Marañón o Bernedo y una espléndida panorámica de la sierra de Toloño casi al completo.
Tras las fotos de rigor, vuelvo al anterior collado, pero esta vez desciendo por el mencionado senderillo, haciendo así una circular por éste monte. Es aquí donde disfruto de la otra mitad de las vistas, pudiendo ver con mucho detalle buena parte de los montes que hay en este parque natural de Izki, como el Soila, Arburu y otros muchos mas de la zona, además de la sierra de Aizkorri y Aratz e incluso lo que parece ser la punta del Anboto.
Una vez en el collado, sigo recto y asciendo rumbo a la Peña del Santo. Ojo en ésta subida, la cosa se complica bastante. Lo primero, el sendero se estrecha muchísimo, hay arbustos de los que pinchan, y más adelante hay caída por la izquierda, así que aseguraos de pisar por buen sitio.
Y segundo, justo al llegar a un cruce de camino, en el cual se podría acceder a la ermita de San Román, que no lo visité porque haciendo cálculos iba justo de tiempo y he querido ir directo al grano, sin desviarme del camino principal.
Pues precisamente yendo por el camino que lleva a la cima, hay una pared rocosa de unos 10m en el que hay que trepar un poco, usando las manos para asegurar el avance. Tampoco resulta fácil apoyar los pies, hay que andar con mucho cuidado en este punto, ya que un error puede ser fatal.
Estando al loro de cada paso, realmente no es un lugar que deba daros muchos problemas, subiendo al menos no, bajando, si hicierais la ruta a la inversa, ahí habría que apoyar el culo como mínimo, yo no me atrevería.
Una vez hecho ésto, llego al cordal cimero, de nuevo cerca del precipicio. Aquí transcurre otro fino sendero, que se pierde por momentos entre la incómoda vegetación que si o si hay que atravesar.
Al final del caminillo, accedo al fin a la cruz y al bonito buzón cimero (una bruja) del monte Peña del Santo (1037m). Aquí las vistas son un poco mas amplias pero no son totales. En resumen, se ve prácticamente lo mismo que en Muela, pero pudiendo ver de forma mas amplia el lado Oeste de la zona.
Tras las fotos de rigor, me dirijo ahora hacia el Norte, y desciendo por una pequeña pedrera, que acojona a simple vista, pero que realmente no presenta ningún inconveniente, pues las rocas están bien clavadas al suelo, es bastante regular y se puede bajar con rapidez.
Pero en este lugar apareció el segundo de los "problemas", hacia donde voy ahora? Al final de la pedrera no se ve ningún camino, si un hito de piedras pero algo confuso porque no deja claro realmente el lugar a seguir. Yo tenía puesto en el track que había que ir hacia la izquierda, hasta llegar a un mirador (esto lo han hecho de la misma manera varios usuarios que han realizado esta parte de la ruta), con lo cual, me busqué la vida como pude, entrando de lleno en la cerrada arboleda, mirando posibles huecos que me llevaran por la izquierda.
Al final encontré el mirador y un sendero bien visible, que partía desde un poco más atrás, aunque si saber con claridad por dónde había que meterse para llegar hasta ahí.
El mirador no ofrece nada nuevo, es una vista del lado Oeste, igual que desde la cima del Peña del Santo.
A continuación, desciendo por el sendero, que se adentra entre un denso bosque. Por fortuna, el camino es lo suficientemente amplio y de buena calidad como para poder bajar cómoda y rápidamente. Además está señalizado con marcas PR amarilla y blanca en los árboles y mediante círculos en numerosas balizas. Importante, seguid SIEMPRE dichas marcas, os llevarán por el camino correcto.
Después, realizo varios desvíos, rumbo hacia el pueblo de Korres, siguiendo en todo momento las marcas amarillas. A mitad de camino, por el lado derecho, disfruto de una bonita vista de la cresta cimera y del imponente barranco de Izki del monte Soila.
De nuevo, otra horda de moscas seguían mi estela, tocándome las narices sin cesar. Era un suplicio cada vez que paraba para sacar fotos, beber agua o recuperar el aliento.
Tras un buen rato de cómodo descenso, asciendo ligeramente para acceder de lleno a la pequeña localidad de Korres. Aprovecho la ocasión para hacer una parada técnica en la iglesia para comer algo.
Al llegar a la altura del bar del pueblo, llego a un cruce que me ofrece 2 posibilidades: 2 PR, uno va de frente, directo hacia el mirador del Barranco de Izki o hacia la izquierda y después recto para ascender a la cima del monte Soila. Mi intención era ir a los 2 lugares, pero mi prioridad era hacer cumbre al Soila, así que voy por la izquierda.
El terreno es bastante cambiante. Al principio voy en medio de una arboleda, luego a cielo abierto por un cómodo sendero, luego este se estrecha y se adentra por una zona repleta de arbustos que algunos pinchaban. Luego, a mitad de ascenso, el protagonista es la piedra. Aquí la pendiente también es más alta, y el avance es mucho más lento, en buena parte por el cansancio que tenía encima, ya que el esfuerzo realizado ha sido alto.
Más adelante, llego a otro punto clave, el portillo de Avellanedo, situado en la cresta cimera del Soila. Si fuese a la izquierda, bajaría la conocida como "Senda el Agin, donde hay una pared rocosa con un minúsculo sendero y caída a la derecha, aunque existe la presencia de alguna que otra cuerda (una ayuda que por lo que dicen es innecesaria) y después por un empinadísimo camino de piedra/roca que me llevaría a la parte baja de la pared de este monte.
Por la derecha, iría directo a la cima del Soila. Esa es mi intención así que giro a la derecha.
El camino es estrecho y transcurre por terreno de tierra y piedras, y por momentos se pierde la senda ya que se mete de lleno por los arbustos, pero acto seguido vuelve a distinguirse.
A pocos metros de la cima, se haya una abertura conocida como la "sima tres ojos". Yo seguía yendo justo de tiempo y de fuerzas, y para ver el agujero de cerca había que desviarse del camino, y esa no era mi intención. De hecho, ni me acordé de señalar dicha sima en el track, pero que sepáis que esta en el lado izquierdo, a pocos metros de la cima.
Ahora si, hago cumbre al escarpado e imponente monte Soila (994m). Aquí si que las vistas son totales, de 360°. Las más bonitas sin duda alguna.
Hay muchas zonas que no conozco y que no puedo nombrar, pero de lo que si conozco, sería la totalidad de los valles donde se sitúan los pueblos de Santa Cruz de Campezo y mi destino, Antoñana, los ya hechos montes Muela y Peña del Santo, parte de la sierra de Toloño, el inconfundible monte Kapildui con su torre esférica, el Gorbea y las sierras de Anboto, Aizkorri y Aratz, y como no, todo el precioso y verde entorno de este parque natural de Izki. Una maravilla de vistas.
Tras las más que obligadas fotos de rigor, vuelvo sobre mis pasos, pero con la duda de adonde dirigirme ahora. Para ir a Antoñana, lo más corto sería bajar por la senda El Agin, pero lo veo peligroso, y lo más corto no siempre es lo más rápido y sencillo. Otra opción era retroceder, y descender hasta donde el terreno empezaba a ser pedregoso y empinado (aquí nace otro sendero de tierra que va cuesta abajo y que conectaría con el PR del Barranco de Izki). El problema era que tenía que andar bastante distancia para llegar hasta ahí.
Que hice al final? Atajar, y bajar por una pedrera señalizada con hitos de piedra. Lo malo es que esta pedrera a parte de ser empinada, tenía bastante piedra suelta y, quizás confiándome en exceso, acabé resbalando y llevándome un leve culetazo. Fue un aviso, tenía que bajar más despacio y asegurar el paso.
Luego ya si, llegué al sendero de tierra y aquí ya pude ir rápido y cómodo hasta el enlace con el PR. Giro a la izquierda y asciendo en suave pendiente entre un denso y bonito bosque, siguiendo de nuevo las marcas amarillas, y como no, acompañado de mis omnipresentes amigas, las moscas.
No tardo mucho en llegar a un claro, donde otro hito indica el desvío a realizar para bajar y acceder al mirador del Barranco de Izki. Bonita vista de los otros 2 montes ya hechos, del lado Este de la sierra de Toloño, y por detrás, parte de la vertical pared rocosa del Soila.
Prosigo la marcha por el sendero, ahora en suave descenso. Luego, entro otra vez entre la arboleda, y giro por 2 veces a la derecha.
Al final del camino, salgo del bosque y voy a cielo abierto hasta llegar a mi destino, el bonito pueblo de Antoñana, el cual lo recorro casi en su totalidad. Finalmente accedo a la marquesina de la localidad, donde concluyo esta exigente pero preciosa ruta.
Bye bye flies.
NOTA: Sin duda, los puntos más complejos y delicados de la travesía son:
1- El tramo intermedio situado entre el collado de La Casilla y la cima del monte Peña del Santo, que en mojado sería un verdadero problema, más aún si se hiciera bajando.
2- El corto tramo que va desde el final de la pedrera de Peña del Santo hasta el mirador, donde no es nada claro el camino a seguir, básicamente porque no hay camino y hay que tirar de intuición y de mirar constantemente el track.
3- La bajada del monte Soila, tanto si se quiere ir por el atajo de la pedrera, o bien si vais por la senda el Agin, que quizás en subida se haga bien, pero bajando, por lo que he visto en fotos, ojito, más aún en mojado.
En estos casos, como siempre digo, ir con precaución, asegurar cada paso, no os confiéis en exceso, e ir con el material y calzado adecuado, para disminuir el riesgo de posibles caídas o accidentes.
Exceptuando estos 3 puntos, el resto de la ruta es pan comido.
Waypoints
Information point
2,224 ft
Recto por la carretera o sendero por la izquierda
Recto por la carretera o sendero por la izquierda
Information point
2,818 ft
Hito de piedras. Derecha, hacia el mirador
Hito de piedras. Derecha, hacia el mirador
Comments (1)
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Muy buen registro fotográfico, acompañado de una muy buena descripción de la ruta, felicitaciones Jon y gracias por compartir el trazado.