Parque Natural de Redes: Ruta del Alba
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Trail stats
- Distance
- 4.64 mi
- Elevation gain
- 1,204 ft
- Technical difficulty
- Easy
- Elevation loss
- 3 ft
- Max elevation
- 2,585 ft
- TrailRank
-
77
4.8
- Min elevation
- 1,262 ft
- Trail type
- One Way
- Time
- 2 hours 22 minutes
- Coordinates
- 315
- Uploaded
- March 13, 2011
- Recorded
- October 2010
near Agüés, Asturias (España)
Viewed 45048 times, downloaded 2380 times
Trail photos
Itinerary description
El Parque Natural de Redes se encuentra en el sector Sur-Este de Asturias, queda por tanto al Oeste de los parques de Covadonga y Picos de Europa. Su eje central es la cuenca del Nalón, incluyendo los embalses de Tanes y Rioseco. En la página del parque http://www.parquenaturalderedes.es/ hay muy buena información sobre todas las rutas, además en casi todos los hoteles disponen de mapas de la zona (así se hacen las cosas).
Por alguna extraña razón no es demasiado conocido, quizás se deba a que competir con Picos de Europa es muy difícil, pero es uno de esos lugares que te hace preguntarte aquello de ¿cómo es posible que no haya conocido esto mucho antes? Tanto sus masas boscosas, como sus desfiladeros, sus cascadas y muchos de los pequeños pueblos todavía sin invadir por el turismo masivo, le convierten en algo que ningún amante de la montaña debe perderse.
La ruta del Alba, también llamada Foces del Llaimo, sigue, como es fácil adivinar el curso del río Alba; junto con la cueva Deboyu y el Tabayón del Mongayu es uno de los tres monumentos naturales del parque. Es un continuo espectáculo de cascadas, de pequeños rincones que continuamente tientan al caminante para hacer un alto y disfrutar un ratito de la calma que se respira a lo largo de todo el recorrido. Se trata de una ruta muy bien marcada, no tiene pérdida, que incluso en invierno, no tiene la más mínima dificultad técnica.
Nuestro recorrido arranca del pueblo de Soto de Agues, al que se llega tomando un desvío (SC2)de la As-117, muy cerca de Rioseco y del embalse del mismo nombre. Llegados a Soto (o Sotu) podemos dejar el coche en un amplio aparcamiento que alguien, con muy buen criterio, ha decidido construir a la entrada del pueblo, ¡así da gusto, sí señor! Desde allí nos dirigiremos al Lavadero, antigua construcción que se utilizaba antiguamente, pues eso, para lavar la ropa. Allí arranca una amplia senda, antiguo camino de pastores, hoy reacondicionado, un cartel muestra el recorrido con los principales hitos que vamos a encontrar.
A los pocos minutos veremos una extraña construcción, similar a una sucesión de piscinas que, la verdad sea dicha, desentona un tanto con el entorno, pero bueno. Se trata de una piscifactoría, que dejaremos a nuestra izquierda para empezar inmediatamente a recorrer el desfiladero que ha trazado el río Alba.
El paraje del Campurru nos recuerda que estamos en una zona de gran riqueza minera (aunque los términos riqueza y minería chirrían un poco juntos), allí estuvieron los cargaderos de la mina Cármen, que Durofelguera utilizó hasta el 67 para extraer hierro.
Poco después se alcanza la zona de Brañas de Vega y el Retortoriu, donde podríamos tomar un desvío a la izquierda para hacer una ruta circular que discurre por el Collao Isornu, yendo con tiempo no es una mala idea.
A partir de ese punto la senda pasa a ser un camino mucho más estrecho que se adentra entre unos enormes paredones, con una sucesión de cascadas y pozas de obligada parada para el fotógrafo. Pasados un par de puentes, llegamos a la Cruz de los Ríos, donde el desfiladero se abre un poco y nos permite ver con comodidad las alturas que lo circundan. Encontraremos allí una casa que utilizan los empleados del parque y unos bancos donde podremos sentarnos a comer en plan picnic.
Se regresa por el mismo recorrido que hemos hecho.
Por alguna extraña razón no es demasiado conocido, quizás se deba a que competir con Picos de Europa es muy difícil, pero es uno de esos lugares que te hace preguntarte aquello de ¿cómo es posible que no haya conocido esto mucho antes? Tanto sus masas boscosas, como sus desfiladeros, sus cascadas y muchos de los pequeños pueblos todavía sin invadir por el turismo masivo, le convierten en algo que ningún amante de la montaña debe perderse.
La ruta del Alba, también llamada Foces del Llaimo, sigue, como es fácil adivinar el curso del río Alba; junto con la cueva Deboyu y el Tabayón del Mongayu es uno de los tres monumentos naturales del parque. Es un continuo espectáculo de cascadas, de pequeños rincones que continuamente tientan al caminante para hacer un alto y disfrutar un ratito de la calma que se respira a lo largo de todo el recorrido. Se trata de una ruta muy bien marcada, no tiene pérdida, que incluso en invierno, no tiene la más mínima dificultad técnica.
Nuestro recorrido arranca del pueblo de Soto de Agues, al que se llega tomando un desvío (SC2)de la As-117, muy cerca de Rioseco y del embalse del mismo nombre. Llegados a Soto (o Sotu) podemos dejar el coche en un amplio aparcamiento que alguien, con muy buen criterio, ha decidido construir a la entrada del pueblo, ¡así da gusto, sí señor! Desde allí nos dirigiremos al Lavadero, antigua construcción que se utilizaba antiguamente, pues eso, para lavar la ropa. Allí arranca una amplia senda, antiguo camino de pastores, hoy reacondicionado, un cartel muestra el recorrido con los principales hitos que vamos a encontrar.
A los pocos minutos veremos una extraña construcción, similar a una sucesión de piscinas que, la verdad sea dicha, desentona un tanto con el entorno, pero bueno. Se trata de una piscifactoría, que dejaremos a nuestra izquierda para empezar inmediatamente a recorrer el desfiladero que ha trazado el río Alba.
El paraje del Campurru nos recuerda que estamos en una zona de gran riqueza minera (aunque los términos riqueza y minería chirrían un poco juntos), allí estuvieron los cargaderos de la mina Cármen, que Durofelguera utilizó hasta el 67 para extraer hierro.
Poco después se alcanza la zona de Brañas de Vega y el Retortoriu, donde podríamos tomar un desvío a la izquierda para hacer una ruta circular que discurre por el Collao Isornu, yendo con tiempo no es una mala idea.
A partir de ese punto la senda pasa a ser un camino mucho más estrecho que se adentra entre unos enormes paredones, con una sucesión de cascadas y pozas de obligada parada para el fotógrafo. Pasados un par de puentes, llegamos a la Cruz de los Ríos, donde el desfiladero se abre un poco y nos permite ver con comodidad las alturas que lo circundan. Encontraremos allí una casa que utilizan los empleados del parque y unos bancos donde podremos sentarnos a comer en plan picnic.
Se regresa por el mismo recorrido que hemos hecho.
Waypoints
Waypoint
1,460 ft
006 Comienzo de la Ruta del Alba
La ruta comienza junto al lavadero, en el pueblo hay un buen aparcamiento muy cerca para dejar el coche.
Waypoint
2,402 ft
006 Puente
Ruta del Alba: puente de piedra, cascadas de agua.
Waypoint
2,254 ft
Cascada
CASCADA
Waypoint
3,622 ft
Fuente 2
Fuente 2
Waypoint
2,838 ft
Refugio
Refugio de pastores al final de la Ruta del Alba.
Comments (11)
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Easy to follow
Scenery
Easy
Estupenda, sin pérdida posible, al alcance de todos los públicos... Uno de los imprescindibles de Asturias
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Easy to follow
Scenery
Easy
CON NIÑOS MEJOR HACER LOS 5 PRIMEROS KM DE ASFALTO CON BICI Y LOS 2 SIGUIENTES A PIE.
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Easy to follow
Scenery
Easy
Recorrido maravilloso para todos los públicos, perfectamente señalizado.
En la segunda parte, cuando ha terminado ya el firme regular, se puede disfrutar de cascadas, pozas y saltos de agua impresionantes, que como dice la descripción de la ruta, merecen más fama de la que tienen.
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Easy to follow
Scenery
Easy
Ruta muy fácil y recomendable.
Una pena que un entorno natural y tan bonito como el de la ruta del Alba haya sido hormigonado hasta cerca del comienzo de las hoces. Aberraciones pueblerinas, seguramente pensando en que los señoritos de ciudad irán más cómodos si regresan a casa con las deportivas inmaculadas. Lo que en la ciudad tenemos en cantidad es preecisamente hormigon. Cuando la segunda vez que me acerqué al lugar vi el destrozo me prometí no volver más y no recoemndarlo.
Aunque las hoces de Los Arrudos no sean tan bonitas, el camino de aproximación es precioso; ya era más bonito que el de Alba antes del hormigonazo. Espero que los majaderos de la zona no lo hayan estropeado. Este sí que lo recomiendo.
Hola Olhabarria. Hoy he realizado esta ruta; soy senderista desde hace años, y me encanta la naturaleza en su estado más silvestre. A mí tampoco me gusta el hormigonado de buena parte de esta ruta; pero reconozcamos que el camino hormigonado facilita que personas con movilidad reducida también puedan disfrutar de este entorno. Aunque no sé si el hormigonado se ha llevado a cabo pensando en personas con movilidad reducida. Asturias está repleta de rutas preciosas en su estado más salvaje, por lo que no debería molestarnos en exceso que algunas de las rutas se adapten a personas con movilidad reducida. También facilita que las familias con niños pequeños puedan acceder a esta zona, incluso en días lluviosos.
Hola Saez. Si pensase que la causa es la que comentas, y que es el resultado de un programa planificado y bien ponderado, con una visión general de las cosas, del estado de la naturaleza, de las amenazas, tanto de las causadas por los valores culturales como por los intereses particulares o generales, que no pierde la perspectiva que nos da el observar la tendencia que llevan las cosas, cómo ha evolucionado el mundo natural extra-humano en los últimos siglos, en nuestro entorno, dado que nuestro entorno se ha extendido de tal modo que ya lo abarca todo, la confusión de las ideas de cuidado de lo natural con su ajardinamiento y semi-urbanización, en fin, si pensase que se tiene esa amplia y compleja y visión y la intención de no seguir engulléndolo todo, podría estar de acuerdo contigo.
Pero no lo creo, no soy tan optimista sobre nuestro comportamiento y sus causas, no me lo demuestran los hechos, aunque a menudo sean muy contradictorios, la dirección que, en conjunto, van dibujando. Es por ello que, de entrada, no veo más que un interés crematístico local, que comprendo y no comparto, que nadie ha detenido, porque, en realidad, tampoco importa tanto. Si se pudiera, en la ruta de Alba y en otras muchas se pondrían parques de atracciones. Igual hasta lo acabamos viendo.
La inteligencia humana es instrumental, como la todos los animales, y no estratégica, no capaz de ver a donde llevan las cosas y capaz de cambiar de rumbo y evitarlo. Lo ves todos los días con el manido cambio climático, entre tanta palabrería y medidas inútiles, cambio que en Asturias es menos dramático que en muchos otros lugares, lo que no justifica que se minusvalore. Antes había muchos espacios como los preciosos que quedan más en Asturias que en otros lugares, pero son cada vez menos; también en Asturias han ido disminuyendo, y muchos han ido perdiendo buenas cualidades, como esta ruta.
Lo más importante no es lo que en la ruta de Alba se ha hecho, sino que es muestra de una tendencia, de una cultura, de una manera de convivir con la naturaleza que, poco a poco, y cada vez más rápidamente, nos conduce a un mundo que se agota y que yo no quiero. Sigo recomendando a los amantes de la naturaleza que no hagan esta ruta, y que se acerquen a los Arrudos.
Muchas gracias por tu reflexión. Estoy completamente de acuerdo contigo. Vengo de Andalucía, donde el cambio climático y otros impactos sobre la naturaleza están golpeando con mucha fuerza. Cada uno tenemos que poner nuestro granito de arena. Y si son dos, mucho mejor.
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Easy to follow
Scenery
Easy
Ruta muy facil y con buen camino. Imposible perderse. El río tiene buenas pozas para darse un chapuzón
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Easy to follow
Scenery
Easy
Una ruta genial para hacer con niños, incluso para llevar con una silla de paseo
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Easy to follow
Scenery
Easy
Ideal para hacer con niños. En el merendero pueden pescar truchas y comerlas allí mismo. El hormigonado de gran parte del trayecto le resta mucho encanto, pero aún así, es una ruta muy recomendable