Pasarelas del Vero, tramos antiguo y nuevo. Alquézar.
near Alquézar, Aragón (España)
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Trail photos
Itinerary description
Una de las mas populares rutas de Alquézar y de toda la provincia de Huesca son las Pasarelas del Vero.
Se trata de una ruta circular que parte del centro urbano y que desciende por el barranco de Poyuela hasta el río o Cañón del Vero, que debido a su angostura es una ruta de barranquismo.
Sin embargo, para posibilitar el paso de los senderistas por dicho cauce, se construyeron una serie de pasarelas metálicas ancladas a la roca y que le dieron gran popularidad.
Años mas tarde, a primeros de mayo de 2016, se inaguró un nuevo tramo de pasarelas espectaculares que conectan el final de las primeras a la altura del molino harinero con el puente de Fuendebaños o su camino de acceso para ser mas precisos.
La gran cantidad de personas que transitan por dichas pasarelas ha derivado en qeu el Ayuntamiento de Alquézar haya dispuesto un control en forma de taquilla, se pagan 4 euros por persona (1 € si estas federado/a) y los ingresos repercuten en el control, mejora y conservación de toda la instalación. Recordar asimismo que el Ayuntamiento hace obligatorio el uso de casco, en especial por la posible caida de piedras.
RELATO DE LA ACTIVIDAD:
En mi caso inicié la andada desde el estacionamiento superior de la villa, es un buen punto de referencia ya que no se permite estacionar en Alquézar excepto a los vecinos.
Desde el amplio y cómodo estacionamiento se avanza en dirección al Refugio de la FAM, y se sigue por una calle que desciende haciendo una gran zeta por la parte exterior de la localidad (norte).
Tambien podemos cruzar el casco urbano por sus calles, pero en mi recorrido aproveché a visitar la fuente de Monchirigüel, si bien hay que destacar que si antiguamente desde dicha fuente se podía continuar bajando hacia las pasarelas, a dia de hoy el acceso está cortado y hay que volver a subir al casco urbano. Nos acercaremos hasta poco antes de la Colegiata donde un empleado municipal nos cobrará la tasa y así iniciamos el recorrido propiamente de las pasarelas.
Comenzamos por unas escaleras, son varios tramos de escalones que nos adentran en un barranco con mucho arbolado, por tanto a la sombra. Enseguida percibimos que la senda desciende con mucha pendiente y encontraremos la primera pasarela, a la que le seguirán unas cuantas de distintas formas, el recorrido es espectacular pero como pude hablar con el encargado municipal, son muchas las personas que se equivocan en este ramo y acaban pidiendo ayuda, es un poco incomprensible porque está perfectamente indicado.
Para facilitar el descenso, recientemente las tablas del suelo han sido impregnadas de una resina ya que la malla de "gallinero" que había sido colocada para evitar resbalones, no estaba siendo efectiva.
Poco a poco con cuidado, llegaremos al cauce del Vero (señal indicativa), antes de seguir rio abajo podemos acercarnos (casi todo el mundo lo hace) a la cueva de Picamartillo, una gran abertura o cavidad tallada por las constantes avenidas del río.
Retrocedemos hasta la señal e iniciamos el tramo de pasarelas "colgadas" de la pared, el paso es un poco estrecho y si bien la barandilla te protege, no hay que olvidar que aquí los coscorrones son muy frecuentes y no debemos despistarnos. Asimismo es un punto donde la estrechez provoca caída de objetos al cauce (gafas de sol, gorra, cámaras de fotos...) pues es un lugar que la gente quiere una foto y se lía con sus pertenencias.
Continuamos las pasarelas pasando junto a una presa con su saltito de agua, más adelante la senda se mete bajo unas grandes rocas, y finalmente alcanzaremos el Molino harinero, en este punto antiguamente terminaban las pasarelas.
Ahora toca subir un poco por un camino hasta el punto en que se nos corta el paso y nos veremos obligados a descender por un sendero, éste nos conduce en breves momentos al nuevo tramo de pasarelas.
El tramo nuevo es horizontal y va completamente colgado de la pared, es un recorrido muy bonito porque las vistas son espectaculares, en especial sobre el propio cañón cubierto de una gran espesura vegetativa.
Tras este trecho se alcanza una puerta doble muy reforzada que impide ir en sentido contrario. Pasamos y llegamos a un mirador o plataforma, desde donde no solo vemos las pasarelas recién hechas y el Cañón del Vero, sino también en el alto la Villa de Alquézar.
Un descansillo y salimos de las pasarelas hacia un camino muy empinado, primero lo descendemos para visitar el magnífico puente románico de Fuendebaños, y en pleno verano incluso darnos un buen chapuzón. Luego tocará subir ( se suda de lo lindo) hasta el casco urbano, paciencia porque cuesta poco tiempo.
Antes de llegar al caserío existe una indicación a la izquierda, yo decidí seguir de frente (lo conozco) para ver primero la fuente A Pocaza, y desde ella subir a los miradores que hay junto a la Colegiata.
Pasamos por delante de la puerta del monumento - castillo y colegiata - al que podríamos acceder en visita guiada, eso ya va a gustos pero vale la pena. Como ya he estado, en mi caso me dirigiré a la cara norte de este enorme edificio, donde hay un mirador y un covacho llamados "espacio Vicente Baldellou"
Deambulando por las callejuelas, podemos disfrutar de este maravilloso pueblo "De los Más Bonitos de España" y finalmente subir al estacionamiento para finalizar la jornada.
Se trata de una ruta circular que parte del centro urbano y que desciende por el barranco de Poyuela hasta el río o Cañón del Vero, que debido a su angostura es una ruta de barranquismo.
Sin embargo, para posibilitar el paso de los senderistas por dicho cauce, se construyeron una serie de pasarelas metálicas ancladas a la roca y que le dieron gran popularidad.
Años mas tarde, a primeros de mayo de 2016, se inaguró un nuevo tramo de pasarelas espectaculares que conectan el final de las primeras a la altura del molino harinero con el puente de Fuendebaños o su camino de acceso para ser mas precisos.
La gran cantidad de personas que transitan por dichas pasarelas ha derivado en qeu el Ayuntamiento de Alquézar haya dispuesto un control en forma de taquilla, se pagan 4 euros por persona (1 € si estas federado/a) y los ingresos repercuten en el control, mejora y conservación de toda la instalación. Recordar asimismo que el Ayuntamiento hace obligatorio el uso de casco, en especial por la posible caida de piedras.
RELATO DE LA ACTIVIDAD:
En mi caso inicié la andada desde el estacionamiento superior de la villa, es un buen punto de referencia ya que no se permite estacionar en Alquézar excepto a los vecinos.
Desde el amplio y cómodo estacionamiento se avanza en dirección al Refugio de la FAM, y se sigue por una calle que desciende haciendo una gran zeta por la parte exterior de la localidad (norte).
Tambien podemos cruzar el casco urbano por sus calles, pero en mi recorrido aproveché a visitar la fuente de Monchirigüel, si bien hay que destacar que si antiguamente desde dicha fuente se podía continuar bajando hacia las pasarelas, a dia de hoy el acceso está cortado y hay que volver a subir al casco urbano. Nos acercaremos hasta poco antes de la Colegiata donde un empleado municipal nos cobrará la tasa y así iniciamos el recorrido propiamente de las pasarelas.
Comenzamos por unas escaleras, son varios tramos de escalones que nos adentran en un barranco con mucho arbolado, por tanto a la sombra. Enseguida percibimos que la senda desciende con mucha pendiente y encontraremos la primera pasarela, a la que le seguirán unas cuantas de distintas formas, el recorrido es espectacular pero como pude hablar con el encargado municipal, son muchas las personas que se equivocan en este ramo y acaban pidiendo ayuda, es un poco incomprensible porque está perfectamente indicado.
Para facilitar el descenso, recientemente las tablas del suelo han sido impregnadas de una resina ya que la malla de "gallinero" que había sido colocada para evitar resbalones, no estaba siendo efectiva.
Poco a poco con cuidado, llegaremos al cauce del Vero (señal indicativa), antes de seguir rio abajo podemos acercarnos (casi todo el mundo lo hace) a la cueva de Picamartillo, una gran abertura o cavidad tallada por las constantes avenidas del río.
Retrocedemos hasta la señal e iniciamos el tramo de pasarelas "colgadas" de la pared, el paso es un poco estrecho y si bien la barandilla te protege, no hay que olvidar que aquí los coscorrones son muy frecuentes y no debemos despistarnos. Asimismo es un punto donde la estrechez provoca caída de objetos al cauce (gafas de sol, gorra, cámaras de fotos...) pues es un lugar que la gente quiere una foto y se lía con sus pertenencias.
Continuamos las pasarelas pasando junto a una presa con su saltito de agua, más adelante la senda se mete bajo unas grandes rocas, y finalmente alcanzaremos el Molino harinero, en este punto antiguamente terminaban las pasarelas.
Ahora toca subir un poco por un camino hasta el punto en que se nos corta el paso y nos veremos obligados a descender por un sendero, éste nos conduce en breves momentos al nuevo tramo de pasarelas.
El tramo nuevo es horizontal y va completamente colgado de la pared, es un recorrido muy bonito porque las vistas son espectaculares, en especial sobre el propio cañón cubierto de una gran espesura vegetativa.
Tras este trecho se alcanza una puerta doble muy reforzada que impide ir en sentido contrario. Pasamos y llegamos a un mirador o plataforma, desde donde no solo vemos las pasarelas recién hechas y el Cañón del Vero, sino también en el alto la Villa de Alquézar.
Un descansillo y salimos de las pasarelas hacia un camino muy empinado, primero lo descendemos para visitar el magnífico puente románico de Fuendebaños, y en pleno verano incluso darnos un buen chapuzón. Luego tocará subir ( se suda de lo lindo) hasta el casco urbano, paciencia porque cuesta poco tiempo.
Antes de llegar al caserío existe una indicación a la izquierda, yo decidí seguir de frente (lo conozco) para ver primero la fuente A Pocaza, y desde ella subir a los miradores que hay junto a la Colegiata.
Pasamos por delante de la puerta del monumento - castillo y colegiata - al que podríamos acceder en visita guiada, eso ya va a gustos pero vale la pena. Como ya he estado, en mi caso me dirigiré a la cara norte de este enorme edificio, donde hay un mirador y un covacho llamados "espacio Vicente Baldellou"
Deambulando por las callejuelas, podemos disfrutar de este maravilloso pueblo "De los Más Bonitos de España" y finalmente subir al estacionamiento para finalizar la jornada.
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