Paseo circular por las tres atalayas cordobesas: Las torres del Beato, de las Siete Esquinas y de las Palomas

Realizamos esta agradable y sencilla travesía circular de algo más de ocho kilómetros gracias a las estupendas indicaciones de mraigon en la descripción de su travesía "Circular Torres Vigía de la Sierra de Córdoba: Torres del Beato y de las Siete Esquinas". Básicamente, el único aporte adicional de nuestra ruta es la visita a la Torre de las Palomas, la tercera de las torres de vigía que, junto a las torres del Beato y de las Siete Esquinas, conforman un cinturón defensivo de cercanas atalayas de origen islámico medieval, comunicadas e interconectadas visualmente (mediante señales de humo durante el día y hogueras en la noche), cuyo objetivo era facilitar un lugar alto y seguro desde el cual poder vigilar los caminos, la ciudad y las conducciones del agua. Hemos de advertir, no obstante, que a diferencia de las Torres del Beato y de las Siete Esquinas, la de las Palomas está en la finca "La Soledad" y no se encuentra en un camino público. El acceso a ella lo hicimos desde la C0-3401 (penúltimo punto de interés en esta descripción), una carreterita que une el Mirador de las Niñas con la C0-3314.

Partimos de la intersección entre la C0-3401 y la C0-3314 (37°54'24.3"N 4°52'06.2"W). Los primeros centenares de metros transcurren por una pista hormigonada que recorre la urbanización Pinar de Torrehoria entre magníficos ejemplares de alcornoques, pinos y encinas. Más tarde nos adentramos en un precioso y denso bosque mediterráneo, lleno de madroños, encinas, lentiscos, brezos, jaras y algún que otro castaño. Atravesamos varias cancelas transitables y, tras una subida suave, nos encontramos con la primera de las torres de vigía, la del Beato, llamada así porque al parecer, tras la conquista cristiana de Córdoba, la torre fue habitada por unos años por un eremita que dedicó su tiempo a la oración y a la penitencia. El robusto edificio, de planta cuadrada, tenía tres plantas y es el mejor conservado de los tres que visitamos. Desde la planta baja se accedía mediante una escalera lateral a la primera planta, que es la que utilizaban los vigías para otear a través de unas estrechas ventanas verticales, llamadas saeteras, por las que se disparaban las flechas en caso de asedio. Desde la primera planta se accedía a una azotea coronada por almenas mediante una escalera desmontable, probablemente de madera o de cuerda, por si había necesidad de aislamiento.



Continuamos nuestra senda por un camino bastante angosto y especialmente bello al estar rodeado de durillos en flor y de coronillas en el comienzo de la primavera. Poco después iniciamos un ascenso suave hasta llegar al espectacular enclave de las Casas de los Mineros y la mal llamada Torre de las Siete Esquinas, menos conservada que la anterior. Desde ella y sus alrededores se puede disfrutar de maravillosas vistas del Valle del Guadalquivir y si el día está claro puede divisarse la campiña cordobesa, la Subbética e incluso Sierra Nevada. La Torre de las Siete Esquinas fue construida alrededor del año 858. Su planta interior es cuadrada, pero la exterior está ochavada, por lo que en realidad tendría ocho esquinas y no siete.



Regresamos por el mismo sendero unos doscientos metros, pero al llegar a una bifurcación tomamos el camino de la izquierda que nos llevará tras unos centenares de metros hasta la carretera del Mirador de las Niñas (CO-3401). A poco más de medio kilómetro nos encontramos una puerta a la derecha, por la que a pesar de estar cerrada, es posible acceder a través de un cortafuegos a la Torre de las Palomas, de planta cuadrada como la del Beato, pero mucho más deteriorada. La parte superior está totalmente desaparecida, pero los muros aún resisten y podemos observar los restos del arranque de la bóveda, y el arco de la puerta este. Está claro que no ha habido mucha preocupación por la conservación de la torre, como lo demuestra el hecho de que junto a ella sorprende ver lo que parece ser un aprisco para el ganado que se habrá usado hasta hace poco tiempo.



Tras regresar a la puerta continuamos por la CO-3401 hasta regresar al punto de partida que ya está muy cerca.