Pata del Caballo: Casa forestal La Contienda-Barranco de los Laureles-Torre y V.G. del Cejo-Casa La Contienda

Nueva ruta del grupo RT-2, esta vez de ida y vuelta por el Coto Nacional Pata del Caballo (Escacena del Campo, Huelva) desde La Casa Forestal de La Contienda al camino de Aznalcollar, con desviaciones primero al Barranco de Los Laureles y segundo a la torre de vigilancia y vértice geodésico El Cejo, y vuelta por el mismo camino a la Casa de La Contienda.
Salimos de diferentes lugares de Huelva y Sevilla: Moguer, Palos, Alosno, San Bartolomé, Huelva, La Palma y Mairena del Aljarafe. Hicimos paradas por el camino para recoger a distintos senderistas en San Juan y La Palma, y nos agrupamos todos en el Manzanilla Bar, muy cerca del cruce de la carretera de Manzanilla a Paterna del Campo, donde se nos unió un nativo del lugar. En esta ocasión hemos sido 13, 2 mujeres y 11 hombres, que nos hemos reunidos para conocer tierras de Paterna y Escacena del Campo.
Para entrar en el Coto Pata del Caballo con vehículo, como hicimos nosotros, hay que pedir permiso previamente por escrito a la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Huelva.
Para atravesar el pueblo de Paterna del Campo en dirección norte a la aldea de Tujena, es recomendable usar un navegador, puesto que no hay una carretera que lo atraviese, sino que hay que callejear por el casco urbano, y no es fácil. Salimos del pueblo con verdes campos que están preparando las tierras para el famoso “garbanzo de Escacena” que se envasa en la Cooperativa Campo Tejada, y que próximamente sacará la variedad de garbanzo ecológico (después de esperar 3 cosechas sin aditivos químicos), aunque la denominación de garbanzo de Escacena se extiende a 6 pueblos de la Comarca de la Campiña de Huelva.
Poco antes de llegar a la aldea de Tujena, sale un camino de tierra que nos lleva hasta la Casa Forestal de La Contienda, después de unos 14 km. Antes hemos tenido que pasar, casi a mitad de la pista forestal, por una puerta de acceso a La Pata del Caballo, donde normalmente hay colocada una cadena con candado, y donde si no tienes permiso para circular con vehículos los tiene que dejar aparcados y hacer tus rutas desde aquí andando. Al poco de atravesar esta puerta a la derecha hay un sendero que nos puede llevar a las “pantanetas” del Río Corumbel, que son unas charcas artificiales que se hicieron en el curso del río que nace cerca de allí y que llega hasta el pantano del Corumbel Bajo (por donde pasa la carretera de La Palma a Berrocal) y desemboca en el Río Tinto.
La pista forestal está bien, pero hay que circular despacio, y en algunos tramos hay que tener especial cuidado para que le coche no dé con los bajos: mejor si llevamos coches altos. Conforme vamos subiendo al Norte el camino, el paisaje va cambiando. La última parte ha sido reforestada porque fue afectada por el gran incendio del cercano pueblo de Berrocal (a 20 km.) hace unos años.
Salimos muy temprano de nuestro lugar de origen, sobre las 8:30 salimos del Manzanilla Bar y a las 9:25 nos pusimos a andar desde La Casa de la Contienda. Dicha Casa Forestal está en buen estado, pero cerrada y semiabandonada, y es una pena que no tenga un uso regular.
Bajamos en dirección sur hasta el primer cruce, por el mismo camino que habíamos llegado en coche. Allí hay varias señales, una de las cuales nos dice los Km por el viejo camino de Aznalcollar hasta este pueblo minero de la provincia de Sevilla, que sale a nuestra izquierda, que es el que cogemos. Así llegamos por un camino que recorre de Oeste a Este la pata del Caballo durante unos km. hasta que llegamos a una desviación a la izquierda que nos indica el camino de Los Laureles; seguimos este camino y un poco más adelante, vemos una flecha de señalización que nos indica que cojamos la deviación de la izquierda. Así vamos bajando poco a poco junto al Barranco de Los Laureles, y vamos escuchando el murmullo del agua del arroyo que corre a nuestro lado, hasta que llegamos a una semiescondida fuente a nuestra derecha y un poco más adelante un pequeño puente, y desde aquí vamos disfrutando cada vez más del paisaje, y de la naturaleza. Un cartel nos avisa de que estamos delante de una de las alisadas más importantes de Europa. Así llegamos hasta una pequeña cascada, bajamos hasta el arroyo, lo atravesamos y nos metemos en el interior de una mina, por una galería, con mucho cuidado porque hay fosas a un lado y otra; es conveniente llevar linternas, aunque nosotros nos alumbramos con nuestros móviles. Un pequeño grupo de “valientes” se atrevió a subir el monte arriba y disfrutar de mejores vistas del arroyo. Esta sin duda es la mejor parte del sendero, sólo por esto ha venido la pena llegar hasta aquí. En este punto se termina teóricamente el camino y el sendero del Barranco de Los Laureles, aunque uno del grupo siguió el curso del arroyo unos 200 metros, y dice que encontró una pequeña senda que alguien ha seguido antes, cruzando el arroyo en varias ocasiones. Aquí, decidimos reponer fuerzas antes de volver atrás e ir luego en dirección a La Torre del Cejo.
Sabemos que, si se sigue el curso del arroyo de Los Laureles, más adelante subiendo a la izquierda el barranco podemos empalmar con un camino que nos lleva en dirección Oeste a la Casa de La Contienda. No hay camino por el arroyo, pero sería cuestión de investigar, con mucho cuidado de posibles resbalones y caídas, aunque nos tengamos que meter en algún momento en el agua, ya que no parece que tenga profundidad en muchos puntos.
Después de reponer fuerzas, volvemos al camino de Aznalcollar, retrocedemos un poco y giramos a nuestra izquierda a la Torre del Cejo, por un camino que llega hasta la aldea de Tujena. Pero nosotros andamos sólo un poco de trayecto, y enseguida vemos la Torre del Cejo y nos desviamos a nuestra izquierda. Antiguamente, sobre la tierra, junto a la torre de vigilancia había un vértice geodésico, que ha ya ha desaparecido, pero parece que está montado en la misma torre. Antiguamente la torre tenía un vigilante, pero ya ha sido sustituido por un sistema de cámaras automáticas por control remoto. La entrada a la plataforma de la torre está cerrada, sólo pudimos subirnos a una estrecha escalera de acceso de uno en uno, ver las estupendas vistas que se observan desde este punto elevado, y hacernos fotos.
Este era nuestro punto final, así que nos volvemos por el mismo camino hasta La Casa Forestal de La Contienda. Tres compañeros del grupo, se adelantaron y se acercaron a otra torre cercana, al Oeste de la Contienda, y vinieron diciendo que era mucho más interesante que la torre del Cejo. Es un dato que hay que tener en cuenta, para otros senderistas que estén por aquí.
El grueso del grupo llegó a la Casa Forestal de La Contienda a las 13:05, aunque tuvimos que espera un rato a los que se habían desplazado a la otra torre. Mientras estuvimos viendo por fuera la magnífica casa que es la Contienda, y lamentando que no se use para cualquier tipo de actividad.
El día estuvo gris con nubes, pero a ratos salía el sol, y aunque había amenazaba de lluvia sólo nos cayeron 4 gotas durante el camino de regreso, que no llegó a mojar ni el suelo.
Después de pasar un gran día de senderismo, compartimos almuerzo, como viene siendo costumbre, en un lugar cercano. En esta ocasión comimos el abundante y muy variado menú del día del Manzanilla Bar. Y sobre las 4 de la tarde, dimos por terminada la jornada, repartiéndonos en los coches a nuestros lugares de partida.