Pelahustán: por fincas de ganados (con mucha fortuna)
near Pelahustán, Castilla-La Mancha (España)
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Trail photos
Itinerary description
Si no tienes ángel de La Guarda operativo, no podrás hacer esta excursión (el motivo, más adelante). Podrás hacerla en sentido inverso pero acabarás embutronado.
El nombre de Pelahustán suena a remota exrepública soviética vecina de Uzbekistán y Pakinostán. Y remoto el pueblo es; llegues por donde llegues llevarás la raya del medio de la carretera entre las dos ruedas, pero no correrás peligro de cruzarte con otros vehículos. Precisamente éste era el encanto del que queríamos gozar. Con lo que no contábamos era con que la semejanza alcanzara también a lo soviético.
La vez anterior, nueve años atrás, tuvimos dificultades por esta zona porque nuestro mapa era impreciso, los caminos desaparecían y era difícil moverse campo a través hasta dar con otros senderos. Pero valía la pena porque el campo era muy variado y muy sugerente; hasta creímos descubrir ruinas de un poblado primitivo. Esta vez, con un mapa preciso y grabada nuestra ruta con exactitud en el GPS, todo debería ser muy fácil. No contábamos con que el afán “privatizador” de lo público (apandador) hubiera alcanzado con tal ímpetu a los caminos, como prueban las fotos que acompañamos.
Avanzando por una antigua cañada de ganados, encontramos todos los desvíos hacia nuestra ruta cortados por puertas con candados y profusión de letreros conminatorios. Seguimos por la cañada confiando en encontrar alternativas. En el waypoint 2 paró junto a nosotros una furgoneta de ganaderos a quienes contamos nuestras intenciones y frustraciones. Nos invitaron a subir, nos retrocedieron al waypoint 2, abrieron la portilla de la finca cuyos ganados iban a alimentar y nos explicaron cómo enlazar con nuestra ruta. No sólo nos salvaron el día sino que también nos dieron la oportunidad de ver varias cabañas de vacas moverse ágilmente en pos de la comida.
Desde el waypoint 3 (cerrado habitualmente) hasta las pintorescas ruinas del 4, nos movemos por carriles de todo terrenos. Después progresamos campo a través sorteando bardales y alguna tapia hasta dar con otro carril, que por la portilla de abrir y cerrar del waypoint 5 nos saca a lo que sería el antiguo camino de Pelahustán a Cenicientos. Este camino empedrado tiene mucho encanto y nos sube a la actual carretera en el waypoint 7. Desde aquí pensábamos ascender a un cerro vecino en el que confluyen las tres provincias de Ávila, Madrid y Toledo. Pero otra vez nos corta el camino una sólida valla con puerta fuertemente cerrada. Ya no cabe esperar una segunda intervención del Ángel de la Guarda y nos rendimos a las ganas de comer y sestear.
La vuelta no tuvo complicaciones; se cruzan portillas de abrir y cerrar, el camino se pierde en un punto pero se recupera poco más allá, pasa por rincones misteriosos y ofrece vistas generosas del prístino paisaje.
El nombre de Pelahustán suena a remota exrepública soviética vecina de Uzbekistán y Pakinostán. Y remoto el pueblo es; llegues por donde llegues llevarás la raya del medio de la carretera entre las dos ruedas, pero no correrás peligro de cruzarte con otros vehículos. Precisamente éste era el encanto del que queríamos gozar. Con lo que no contábamos era con que la semejanza alcanzara también a lo soviético.
La vez anterior, nueve años atrás, tuvimos dificultades por esta zona porque nuestro mapa era impreciso, los caminos desaparecían y era difícil moverse campo a través hasta dar con otros senderos. Pero valía la pena porque el campo era muy variado y muy sugerente; hasta creímos descubrir ruinas de un poblado primitivo. Esta vez, con un mapa preciso y grabada nuestra ruta con exactitud en el GPS, todo debería ser muy fácil. No contábamos con que el afán “privatizador” de lo público (apandador) hubiera alcanzado con tal ímpetu a los caminos, como prueban las fotos que acompañamos.
Avanzando por una antigua cañada de ganados, encontramos todos los desvíos hacia nuestra ruta cortados por puertas con candados y profusión de letreros conminatorios. Seguimos por la cañada confiando en encontrar alternativas. En el waypoint 2 paró junto a nosotros una furgoneta de ganaderos a quienes contamos nuestras intenciones y frustraciones. Nos invitaron a subir, nos retrocedieron al waypoint 2, abrieron la portilla de la finca cuyos ganados iban a alimentar y nos explicaron cómo enlazar con nuestra ruta. No sólo nos salvaron el día sino que también nos dieron la oportunidad de ver varias cabañas de vacas moverse ágilmente en pos de la comida.
Desde el waypoint 3 (cerrado habitualmente) hasta las pintorescas ruinas del 4, nos movemos por carriles de todo terrenos. Después progresamos campo a través sorteando bardales y alguna tapia hasta dar con otro carril, que por la portilla de abrir y cerrar del waypoint 5 nos saca a lo que sería el antiguo camino de Pelahustán a Cenicientos. Este camino empedrado tiene mucho encanto y nos sube a la actual carretera en el waypoint 7. Desde aquí pensábamos ascender a un cerro vecino en el que confluyen las tres provincias de Ávila, Madrid y Toledo. Pero otra vez nos corta el camino una sólida valla con puerta fuertemente cerrada. Ya no cabe esperar una segunda intervención del Ángel de la Guarda y nos rendimos a las ganas de comer y sestear.
La vuelta no tuvo complicaciones; se cruzan portillas de abrir y cerrar, el camino se pierde en un punto pero se recupera poco más allá, pasa por rincones misteriosos y ofrece vistas generosas del prístino paisaje.
Waypoints
Door
2,665 ft
5. Portilla abrefácil
Comments (4)
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Muchas gracias, rafern92, por compartir esta ruta: nos ha servido de base para diseñar las nuestra.
Saludos.
Me alegro que le sirva a un maestro que encuentro por doquier.
Donde pusisteis el waypoint 8si hubierais seguido el camino que salía hacia el norte "camino del canalon" habríais llegado al canto de las tres provincias y risco de las cuevas
Gracias porque favorecerá marchas futuras.