PEÑA ABISMO DESDE CAMASOBRES.

CONOCEMOS LAS MONTAÑAS DE CASTILLA Y LEÓN.
El grupo Gabanceda nos dirigimos de nuevo a la Montaña Palentina, más concretamente al municipio de la Pernía integrado por 12 pequeñas poblaciones situadas en preciosos valles al norte de Cervera de Pisuerga.
Nosotros ponemos nuestro punto de mira en Camasobres para ascender a Peña Abismo.
Al llegar nos damos cuenta que el protagonismo en la jornada lo va a tener la nieve.
Iniciamos la ruta en este pequeño pueblo en dirección a Peña Basa (SE) cruzando la carretera y el caudaloso arroyo. Vamos subiendo hasta alcanzar una cota que nos permite rodear el macizo por la parte oriental, dejando las cimas a nuestra derecha. Apenas hemos subido 100 m y ya podemos ver Peña Labra y Peña Abismo, vestidas de un blanco resplandeciente. A nuestros pies tenemos una gran pradera blanca, el valle del arroyo Riocerezo hacia el que descendemos cuando la pendiente nos lo permite.
Una vez en el valle, vamos remontando con dificultad debido a la nieve y a la crecida de este arroyo. En ocasiones, pocas, por el fondo del valle; la mayor parte del recorrido lo tenemos que hacer por el hayedo, ganando un poco de altura para evitar el agua. Alcanzamos un tramo donde el valle se abre permitiéndonos un mayor margen para proseguir con mayor tranquilidad sobre la abundante y blanda nieve. En un momento determinado creemos ver unas claras huellas de un gran oso, muy marcadas en la nieve.
Con paciencia y disfrutando del paisaje conseguimos alcanzar El Fresno, lugar indicado para iniciar la ascensión hacia Peña Abismo. Ahora nuestro rumbo va a ser N.
Hasta la cima vamos a tener un primer tramo con mucha nieve hasta llegar al hayedo, otro por el interior del bosque con abundante materia orgánica y poca nieve y un tercer tramo desde el collado hasta la cima con abundante nieve blanda y grandes dificultades para abrir camino.
En el lado del disfrute es necesario reflejar la belleza del hayedo en otoño, las formas caprichosas del relieve calcáreo que nos acompañan en todo momento, la variedad de aves (buitres, grajos, chovas, milanos...), la propia nieve y las imponentes vistas que tenemos en todas direcciones al llegar a este collado.
Una vez en la cima y con la suerte de tener un día tan soleado, gozamos con las vistas hacia la Sierra de Peña Labra (Peña Labra, Tres Mares. Cuchillón, Cotamañinos, Cueto Mañín), la Sierra de la Cebollera con el Sestil Alto y el P. Valdecebollas, la Sierra de Híjar, el Valle de Redondo cubierto de nieve, etc. En la lejanía, como siempre, no pueden faltar a la fiesta nuestras imponentes montañas: Curavacas y Espigüete. Más al fondo observamos con mayor dificultad los Picos de Europa.
El regreso lo hacemos siguiendo la ruta de ascenso, con alguna pequeña variante, hasta llegar a las praderas del valle del arroyo de Riocerezo. Desde aquí nos dirigimos hacia el pueblo bordeando el boque de hayas, salpicado con algunos acebos de buen porte con sus característicos frutos (drupa)y en ocasiones por el blanco prado.
Bonita ruta. Mayor esfuerzo que en otras ocasiones por la cantidad de nieve. Al estar tan blanda no necesitamos ponernos los crampones.