PEÑA CARAZO Y HORCA DE LORES DESDE EL MONASTERIO DE Stª MARÍA DE LEBANZA. CIRCULAR.

CONOCEMOS LAS MONTAÑAS DE CASTILLA Y LEÓN.
Primera ruta de montaña después de los meses de confinamiento, Abril y Mayo, por causa de la pandemia.
El grupo Gabanceda hemos elegido el entorno de La Pernía, en Lebanza (Palencia), para reiniciar nuestros itinerarios montañeros.
Iniciamos el recorrido saliendo desde el Monasterio de Stª María de Lebanza, a 2 km del pueblo. Buscamos, en dirección N, el camino que nos conduce al arroyo de la Abadía para realizar el primer tramo siguiendo la margen izquierda. Ello nos lleva a dirigirnos hacia W.
Muy pronto nuestros sentidos comienzan a activarse: canto de variedad de pajarillos, sonido cantarín del agua del arroyo, multitud de colores con las plantas en flor, el verde deslumbrante de los bosques de hayas y robles, el olor de las genistas. Bordeando, de esta manera, el Monte de La Pica vamos a salir al valle, mucho más abierto.
Ahora estamos en el Prado de las Cabras. Ya vemos algunas de las cumbres que subiremos, entre ellas La Peña Carazo (2021 m). Nos llama la atención la combinación del amarillo de las retamas y el morado de los brezos. Encontramos algunas gencianas ya en flor, clavelitos, malvavisco sivestre y otras pequeñas plantas con flores preciosas. A mitad de pradera tomamos la decisión de cambiar nuestro rumbo por la dificultad que tenemos de caminar entre tanto matorral. Tomamos rumbo S hasta alcanzar una collada y cambiar, de nuevo, hacia W siguiendo por la divisoria de los pastizales hasta la primera cima secundaria (1869 m). Abunda el matorral pero encontramos senderos con facilidad.
Desde este alto ya tenemos ante nuestros ojos el Curavacas, las Fuentes Carrionas con el Tres Provincias, el Infierno, el Peña Prieta y más a nuestra derecha vemos los Picos de Europa, con algo de nieve.
Alcanzamos la siguiente collada y tomamos un rumbo N hacia la Peña Carazo. Entre brezos y retamas conseguimos llegar a la parte alta donde domina la roca. Nos llama la atención la disposición de los estratos por la acción de la orogénesis alpina, compuestos de sedimentos marinos. Desde su cima continuamos viendo con mayor claridad el gran Curavacas, todo el macizo de Fuentes Carrionas con nieve y los Picos de Europa al fondo.
Bajamos al Camperón, ahora dominado por vacas y caballos pastando en estos prados de la alta montaña palentina. Todo un espectáculo ver las yegüas con su potrillos corriendo por el pastizal.
Solamente nos falta el Pico Horca de Lores o Carazuelo (2022 m). Salvando cantidad de retamas conseguimos hacer cumbre. Aquí sí tenemos poste geodésico. Disfrutamos durante un buen rato de las vistas de los verdes valles y las escarpadas montañas que nos rodean, ya mencionadas anteriormente.
Ya descansados, iniciamos la bajada hacia el collado que tenemos hacia N. Una vez aquí cambiamos el rumbo, ahora será E/SE hasta Lebanza. Para llegar a las praderas tenemos unos tramos complicados por la abundancia de retamas. Buscamos los pasos que siguen las vacas y vamos descendiendo como podemos. Una vez en la pradera, la dificultad desaparece. Decidimos subir hasta una verde colina evitando, en lo posible, el matorral. Aquí cambiamos el rumbo hacia S en un corto tramo para volver hacia SE cuando vemos la posibilidad de continuar por el interior de un bosque mixto de robles y hayas centenarios. Vamos buscando el arroyo de las Suertes para continuar descendiendo por este valle, prácticamente hasta Lebanza, ahora por una pista embarrada en muchos de sus tramos.
Antes de llegar al pueblo nos desviamos hacia S por una pradera para alcanzar un viejo puente sobre el arroyo de Lebanza. Pasado éste caminamos en la misma dirección hasta la carretera y a 2 km tenemos el monasterio. Aquí terminamos el recorrido.
Ruta muy recomendable para las personas amantes de nuestras montañas, con la preparación física adecuada y siempre bien equipados para realizar este tipo travesías.