Peña Chana y Murias Longas (Alto Sil / Somiedo)

Recorrido circular desde La Cueta a orillas del incipiente Sil, para ascender a Peña Chana por la majada de Llagüezos, descendiendo luego por el collado de Sobre el Agua hacia tierras de Somiedo, hasta la espléndida braña de Murias Longas. Desde ella seguimos por la collada de La Paredina hacia el este, para descender por las camperas de Cebolledo y el barranco de Bustusil hasta nuestro punto de partida en La Cueta.

La Cueta (1.442 metros) - Majada de Llagüezos (1.770 metros) - Peña Chana (2.068 metros) - Sierra de Llagüezos (cima este 2.061 metros) - Collado Sobre el Agua (1.804 metros) - Murias Longas (1.650 metros) - Collado de La Paredina (1.735 metros) - Refugio Bustusil (1.577 metros) - La Cueta (1.442 metros).

La ruta mas directa desde el centro de Asturias, es por la autopista del Huerna (AP-66), saliendo de ella poco antes del puente de Barrios de Luna. Continuar luego por la CL-626 hasta Piedrafita de Babia, para desviarse a la derecha por la LE-495 que se dirige hacia el puerto de Somiedo. A la altura de la Vega de los Viejos, seguimos de nuevo a la derecha por una estrecha carretera (LE-3306), que en 6 kms nos lleva hasta La Cueta, nuestro punto de referencia para la ruta. A la entrada del pueblo existe una pequeña zona de aparcamiento, junto a unos paneles del recorrido hacia las Fuentes del Sil.

Es La Cueta el pueblo mas alto de la provincia de León, también el primer núcleo habitado p or donde discurre el Sil. Tras 234 kms entrega sus aguas al Miño y su jerarquía por ser su afluente, en contra de lo habitual ya que el Sil supera tanto en caudal, como en longitud al Miño, de ahí el famoso dicho: "el Sil lleva el agua, el Miño la fama". Cuando hace mas de 40 años los inviernos eran crudos y duraderos, cruzábamos por sus desiertas callejuelas hacia los valles, para recorrerlos con esquíes en busca de las cumbres de la cordillera Cantábrica. En el 2017 tenia censados 38 habitantes.

Cruzando el pueblo hacia el norte, dejamos a nuestra derecha un promontorio en el que sobresale la iglesia, para seguir un camino que en ligera pendiente nos conduce a la pradera de Las Espinas, mientras llevamos a nuestra izquierda el barranco de Las Borras.

A nuestro alcance visual, tenemos siempre la alargada planicie caliza de la Sierra de Llagüezos, cuando dejamos atrás el barranco para cruzar por el reguero de Las Borras. El camino pasa a la izquierda del valle y una vez superado un refugio pastoril, seguimos una dura rampa que nos eleva por praderías, a la plataforma de la majada de Llagüezos con su restaurada cabaña, destinada principalmente a los pastores trashumantes.

Emplazada a los pies de la sierra, nos espera desde aquí lo mas exigente de la ascensión. Hemos de salvar 300 metros de desnivel por un terreno agreste, a través de un canalizo que se intuye pero que no se ve desde la majada. Dejamos a nuestra espalda el refugio para ascender por un terreno calizo, que penetra por una abertura entrando en la pedriza. Algunos jitos nos van señalizando el ascenso, que cruza la pendiente hacia un canchal donde destaca una gran piedra, que nos servirá de referencia para acometer la canal que nos elevará a la cimera de la peña.

Ya podemos ver la canal hasta entonces escondida, mas amplia de lo que esperábamos y también mas pendiente que hasta ahora. El trazado rebequil que penetra en ella se arrima a la pared de la izquierda, mientras supera la pendiente con unos cortos zigzagueos, que nos llevan a la ladera de la cumbre, situada luego a la derecha.

Gran montaña es la Peña Chana, máxima altura de la alargada Sierra de Llagüezos, frontera de Somiedo con Babia y cuenca del joven río Sil. Desde ella es posible admirar la grandiosa naturaleza somedana, con las cimas del Valle del Lago, Santa Maria del Puerto y el gigante Cornón marcando el horizonte hacia poniente, mientras las cumbres de los Albos y de Orniz lo hacen hacia oriente. Hacia el norte los límites con Teverga, con el Camín Real de La Mesa, con Los Bígaros, Peña Negra y el Michu. Al sur y ya en tierras de Babia, con los no menos grandiosos Picos Blancos y el macizo del Montihuero.

Un vértice geodésico y una vieja cruz metálica con buzón instalada en el año 1.975 (aún se mantiene en pie), señalizan esta gran montaña de la Cordillera Cantábrica, divisoria al tiempo de Babia y Somiedo.

Desde Peña Chana continuamos hacia el este por la espléndida, cómoda y amplia cimera de la sierra, hasta alcanzar su cumbre oriental (2.061 metros). Manteniendo la misma dirección, descendemos luego en constante pendiente con la bella pirámide de los Picos Blancos al frente, hasta el collado de Sobre el Agua donde poco antes, enlazamos con el sendero que comunica La Cueta con la braña Murias Longas, importante camino que antaño fue de tránsito entre los altos pastos de Babia y Somiedo.

Ya por tierras de Somiedo y una vez cruzamos la divisoria de provincias, seguimos en dirección norte hacia las Bobias de Cuevameliz, sucesivos collados con final en unos amplios pastizales al abrigo de los contrafuertes septentrionales de la Sierra de Llagüezos. No hay tregua visual, pronto vemos a nuestra derecha desde una elevada atalaya la braña de Murias Longas, imponente vega emplazada en una plataforma glaciar de inusitada belleza, uno de los parajes mas impresionantes no ya de Somiedo, sino de toda la Cordillera Cantábrica.

Descendiendo por los pastos de Cuevameliz llegamos a la planicie de Murias Longas, remanso de paz también conocido como "La Brañona". Diversos tipos de corros vaqueros somedanos de distinta evolución según su tiempo, se dispersan por sus pastizales mientras pequeños meandros, recogen los humedales que brotan al entrar en la vega. Todo ello en un paraje mágico al abrigo de los derrumbes del Lleralón, reino de los rebecos bajo las tres cumbres del Pico Los Curas, de la Sierra de la Mortera y del collado La Paredina, frontera hacia el sur con la Babia leonesa.

En Murias Longas se concentraban durante el verano gentes de otras brañas, formándose un ambiente festivo en el que brañeros, jóvenes y mozas gozaban de libertad sembrando inquietud entre las autoridades eclesiásticas, por la relajación moral que conllevaba. De la braña salían romances, refranes, cuentos y leyendas, también cantares y bailes que llegaban con el final del verano. Ya a mediados del siglo XVIII, el arzobispo de Oviedo D. Agustín González Pisador "instó a los sacerdotes para acabar con esta situación, al rey y señores de su consejo para que persiguieran y castigaran a las personas que se comportaran de esa manera".

De nuevo en ruta seguimos ascendiendo hacia el evidente collado La Paredina, unos 100 metros de tendido desnivel a superar, para cruzar el paso hacia Babia y las praderías de Cebolledo. Mientras vamos arrimándonos a las laderas orientales de los picos Blancos, el sendero desciende hacia el barranco de Bustusil. A la otra vertiente vemos el hueco de Bocanegra, sin agua a estas alturas de agosto, es en otros momentos del año, un torrente de "melenas blancas" procedente de aguas subterráneas.

Salvamos el barranco por un empedrado sendero, que nos desciende luego a cruzar el Sil por la majada de Bustusil. Luego 2 kms de amplio camino nos quedan para volver a La Cueta, nuestro punto de partida de esta estupenda ruta por montañas de Babia y Somiedo.