Peña Corada desde Prado de la Guzpeña

Ruta en la que hollaremos la solitaria cima de Peña Corada. La ruta la califico de moderada ya que en la subida hubo una buena trepadilla curiosa. Ojo al waypoint donde la indico, que no es muy fiable en cuanto a la localización. Parece más bien que está en el descenso, pero en realidad, es en la subida, como he indicado antes.

La trepada en sí no es complicada, pero se sale un poco del "senderismo puro", y hay que echar bien las manos a la roca. En cualquier caso, esta trepada se puede evitar tranquilamente si se sube por el mismo sitio por el que descendí.

Comenzamos desde la parte de arriba del pueblo de Prado de la Guzpeña, tras pasar un paso a nivel. Nada más comenzar, en lugar de seguir por la ancha pista, giro por el caminito de la izquierda, ya que así evito las fincas con perros, que nunca me hacen mucha gracia. Llegamos a una bifurcación en la que tomaremos el camino de la derecha (por el de la izquierda regresaremos), aunque ambos están bien marcados. Nuevamente llegamos a otra bifurcación, en la cual volvemos a tomar el camino de la derecha. Aquí rodearemos unas minas y ya tendremos una vista perfecta de todo lo que nos espera. Se verá perfectamente toda la cara sureste de Peña Corada. Seguimos avanzando y salimos a un bonito pilón, y un poco más adelante, un refugio. Entramos y observamos que está muy bien cuidado. Incluso tiene una pequeña cocina de gas (aunque dudo que haya bombona, no miré). Además, muy limpio y ordenado. Perfecto para pasar una noche si las condiciones lo requirieran.

Seguimos avanzando por la pista y llegamos al punto donde indico "fin senda evidente". Aquí comentar que en la ida, sí fui encontrando de primeras una pequeña senda, pero rápidamente la perdí y me tocó ir subiendo en general campo a través. Encontré algún hito pero muy furtivo y que tampoco ayudaba mucho. El camino de vuelta realmente tampoco era mucho mejor, en esta primera parte, así que se puede decir que no es fácil seguir una ruta marcada en todo el trayecto.

Seguimos subiendo y poco a poco nos acercamos a la barrera de piedras que conforma la cresta sur. Como ya indicamos al principio, en la ida tuve que realizar una bonita y divertida trepada para lograr alcanzar dicha cresta. Una vez realizada esa trepada, ya sí se encuentran hitos muy visibles y ya sí que no habrá ningún problema ni dificultad en alcanzar la cima. En ella encontramos un par de buzones con su placa. Recuerdo que hace más de 10 años, la anterior vez que subí, había otra aún más bonita, pero se ve que bien por el tiempo, deterioro o vandalismo, ya no está.

Las vistas desde la cima no serán las mejores en esta ocasión, ya que aunque el tiempo en general ha sido bueno, en la cima se ha ido echando la niebla por la parte norte y apenas se ve nada. Así que no podemos ver nada de Picos ni Montaña Palentina. Solo algo al oeste de los "picos colegas" leoneses. En cualquier caso, la temperatura es buena y no hace mucho aire, así que puedo quedarme un buen rato disfrutando de las vistas, especialmente hacia el sur.

Tras un buen rato descansando y almorzando, comenzamos a recoger. Nos damos una vuelta por los distintos puntos de la cima y afrontamos el descenso. Éste lo haremos inicialmente por la misma parte. Siempre bien indicada. Luego, para evitar destrepar por el lado de subida, seguimos hitos que siguen por la cresta sur y la abandonamos un cacho más tarde que en la ida. Durante este descenso, poco a poco comenzarán a desaparecer estos hitos y nuevamente tendremos que ir un poco a nuestra bola. Pero hay que indicar que tanto para el ascenso como para el ascenso, los tramos no hitados no son complicados, y no hay vegetación incómoda ni nada parecido.

Finalmente, antes del waypoint que señalé como "fin senda evidente", encontraremos una minisenda muy difusa, que si bien está marcada en los mapas del ign, realmente cuesta seguirla por momentos. Y ya una vez que llegamos al mismo punto del camino de ida, tan solo nos quedará desandar ya siempre por pista/senda hasta el punto de partida.