Peña de Amán 1124 m. desde San Julian de Banzo

Hermosa ruta de ascenso a la Peña de Amán, en cuyo paso final existen cinco clavijas de categoría K3 inevitables para hollar la cima. Por tanto, la actividad es de senderismo exceptuando este ultimo tramo a pocos metros de la cumbre, que se trata de una vía equipada.

DESCRIPCION DE LA RUTA:

Dejamos el coche al final de un camino agrícola, en una pequeña esplanada a 1 km. de la localidad de San Julian de Banzo.
Al ser una finca privada evitaremos dejar el coche en mal sitio, en caso de no ser posible podemos dejarlo en el estacionamiento autorizado de acceso a San Martín de la Bal d'Onsera.

Tomamos la senda descendente que cruza pronto el barranco de San martínb y recupera el desnivel hasta alcanzar el WP07 donde se divide en dos, seguimos el sendero de la izquierda porque el otro se dirige al Picón del Mediodía.

La ancha senda pasa entre grandes masas de arbustos como la coscoja o los típicos enebros, además de un sinfín de plantas mediterráneas como el romero. Rebasamos una antigua paridera y ascendemos a un colladito desde el cual se puede ver la silueta magnífica de las peñas de Amán y su gemela San Miguel.

A continuacion bajamos a cruzar el barranco de La Cobeta y seguimos progresando hacia la Peña de Amán por el mismo terreno, aunque parezca monótono la verdad es que la citada silueta de las Peñas es tan magnífica que nos tiene absortos todo el tiempo.

Rebasamos una fuente de agua y seguimos como a media ladera bajo el pico Solipatas hasta llegar a un segundo colladito, llamado Frontón de Buesa.
En este punto existe la posibilidad de bajar al río Flumen por una senda a derecha, es una ruta que hace poca gente.

Nosotros continuamos por el cordal en busca de la ladera Este de la Peña de Amán, progresaremos por una zona escalonada avanzando cada vez más hacia la cara oeste, lugar donde veremos una fajeta colgada sobre el abismo, que luego vira para ascender a una última repisa donde se ubica el paso clave.

Para coronal la cima debemos superar una panza de conglomerado en la que hay una vieja cuerda y cinco clavijas. Este paso atlético es más fácil de bajar que de subir, por lo que puede resultar insuperable a personas con poca capacidad física.

Una vez ganada la cumbre estaremos en una montaña impresionante y muy aérea, de la que te sientes feliz de haber subido aunque con cierto punto de excitación como que quieres regresar y sacarte de la cabeza ese destrepe del paso clave.

Hacemos el lógico descanso en la cima, las fotos de rigor y nos dirigimos a las clavijas que como dije se bajan con bastante facilidad. No estará de menos que llevemos una cuerda de 10 ó 15 metros por si la que hay estuviera en mal estado.

El regreso desde este pico lo haremos por el mismo sendero de ida.