Peña de los Enamorados o Indio de Antequera

Ascensión a la peña mítica de Antequera, la Peña de los Enamorados. Esta ruta para una persona acostumbrada a moverse por montaña, sin senderos, no debe tener especial complicación.

A parte de poseer una forma física aceptable, para no desfallecer y desanimarse a consecuencia de la fuerte subida, es necesario tener un buen nivel de agilidad, pues las trepas y destrepes son una constante en esta ruta.

Estas trepas y destrepes no son complicados, pues no hay pasos expuestos y la piedra agarra bien (muy importante evitar hacer la ruta con la roca mojada). Solo se requiere sensatez al moverse por la parte rocosa y no hacer ninguna trepa o destrepe por el que luego no se pueda retroceder, en el caso de que esto fuese necesario, al haber llegado a algún punto de difícil avance.

Pero vayamos por partes. La subida la vamos acometer por una canal en su cara sur, esta se verá desde el mismo aparcamiento, a la derecha de una arista rocosa, que también se usa para subir o descender de la cima.

Para llegar a esta solo tenemos que seguir paralelos a la vía del tren, cruzar por encima del puente sobre el río Guadalhorce y, tras acabar este, girar a la izquierda para descender hacia la puerta de un vallado.

En frente nos queda la arista que os comenté, la que se puede usar para subir a la cima, pero que en esta ocasión descartamos. Girando a la derecha avanzamos en busca del inicio de la canal.

Una vez en la base de la canal no hay misterio, solo se trata de subir y subir.

El terreno es terroso por lo que el agarre es bastante bueno, otro cantar sería si estuviera embarrado. Así fue como nos encontramos el terreno de la canal de bajada, a consecuencia de las lluvias de hace unos días. En nuestro caso no tuvimos ningún problema en el descenso, un buen calzado, una buena técnica en bajada y pisar por las trazas abiertas por los animales ayudó a llevar una bajada sin resbalones.

La subida por la canal acabará en un collado. En este hay que girar a la izquierda, para acometer la subida final. Ahora el terreno será totalmente diferente, haciendo apto de presencia la roca, lo que obligará a hacer un uso constante de manos para poder avanzar.

Un primer mojón de piedras nos delata por donde iniciar la subida, pero luego no habrá muchos más para guiarnos. La premisa en este punto es sencilla, subir hasta alcanzar la cuerda cimera, buscando siempre un avance fácil en la trepa. Un acebuche seco nos puede servir de referencia en esta subida.

Alcanzada la cuerda cimera, todavía nos quedarán unos 300 m más por un terreno similar a la de la reciente subida, pero ya sin desnivel. A lo lejos se verá el cilindro de cemento que hay en la cima.

En la cima de la peña de los Enamorados o Indio de Antequera, además del mencionado cilindro, nos encontraremos el buzón de los enamorados. Esta peña nos ofrece panorámicas de 360º, teniendo a nuestros pies una vasta llanura, donde destacan los pueblos de Antequera y Archidona.

La bajada de la peña se hace por su derecha, en el sentido en el que hemos llegado. Hay que descender por un terreno rocoso, similar al de la subida desde el collado. Desde la misma cima veremos un mojón de piedras que nos anuncia hacia dónde dirigirse para comenzar la bajada.

Después de este mojón no habrá más, por lo que tenemos que descender usando nuestra intuición, bajo la premisa fundamental: “no desciendas nada que no puedas volver a trepar”. No hay ningún destrepe expuesto, pero de nuevo y quizás más que en la subida, será muy necesario tener una buena agilidad. Más adelante, sí que veremos algún mojón de piedras.

Acabada la zona rocosa, vendrá el descenso por la canal, por un terreno terroso, que hoy estaba embarrado, al ser una canal de mayor zona de umbría.

En el largo descenso iremos buscando el waypoint “veredita”, a la altura de otro waypoint “acebuche/referencia”. Alcanzar esta veredita supondrá que hemos pasado lo peor de la bajada.

Más adelante dejaremos la veredita, cuando esta ya se está difuminando, para alcanzar otra mucho más clara, que se encuentra unos metros más abajo.

Finalmente, dejaremos la vereda para ir en busca de un cercano camino, quedando en ese momento tan solo 1 km para alcanzar el aparcamiento.

La Peña de los Enamorados es un peñón calizo que se alza solitario en una extensa planicie de cultivos en la zona de Antequera, a 878 msnm. Visto desde la perspectiva suroccidental, parece la cabeza de un jefe indio con plumas tumbado boca arriba, por lo que también es conocida como el “Indio de Antequera”.

Basándonos en este perfil, la cima es su nariz y la canal que usamos para subir es la que conduce hasta su ojo. La canal de bajada quedaría por detrás de ese perfil de indio, que se está viendo desde el aparcamiento.

Su nombre oficial, el de Peña de los Enamorados, proviene de una leyenda tardomedieval que narra que un joven cristiano fue apresado en los dominios de Granada durante la época medieval y enviado a servir en la casa de una rica familia mora. Allí se quedó prendado de la hija, quien le correspondió con su amor.

Obligados a mantener su idilio en secreto, los amantes solo podían verse a escondidas, hasta que, un buen día, cansados de ocultar sus sentimientos, emprendieron la huida. Pero el padre de ella no iba a permitir tal afrenta y, acompañado por su séquito, persiguió a la pareja hasta acorralarla en el lugar que hoy se conoce como la Peña de los Enamorados.

Aquel monte, más que un refugio, terminaría convirtiéndose en el escenario de su última prueba de amor. Al verse sorprendidos y para evitar entregarse, los jóvenes prefirieron poner fin a sus vidas. En un desesperado intento por permanecer juntos eternamente, se arrojaron abrazados al vacío desde la cima del peñón.

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Tened presente que tanto el track como la descripción de la ruta deben ser tomados solo como una información orientativa. El entorno natural es un entorno cambiante (donde antes había senderos puede con el tiempo no haberlos, donde antes había pasos fáciles, puede que ya no los haya…) y las condiciones climatológicas pueden complicar hasta la ruta más fácil. Por otra parte, la preparación física y técnica de cada cual añadirá o restará dificultad a cualquier ruta. Por todo ello, es responsabilidad de quién decida realizar la ruta, tomar las medidas de seguridad apropiadas para el itinerario (valorar su forma física y su preparación técnica) y llevar bien estudiada la ruta para solventar cualquier imprevisto que pueda surgir, eximiéndose la autora de responsabilidad alguna, ante cualquier percance que pudiera sufrir quién por voluntad propia o inducida realice la ruta.

QUE LA DISFRUTÉIS y, recuerda, LLÉVATE TODA TU BASURA, POR PEQUEÑA QUE ESTA SEA.