PEÑA DEL FRAILE Y PEÑA CUETO DESDE EL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DEL BREZO. INVIERNO.

CONOCEMOS LAS MONTAÑAS DE CASTILLA Y LEÓN.
El entorno elegido por los miembros del grupo Gabanceda es la Sierra del Brezo en la Montaña Palentina.
Iniciamos el itinerario en el Santuario de Nuestra Señora del Brezo, lugar digno de conocer desde los puntos de vista histórico y artístico.
Caminamos en dirección W para superar un primer tramo por pista cómoda hasta la Ermita y Refugio Cristo de la Sierra.
A partir de aquí nos queda otro tramo por pista totalmente cubierta por la nieve y huellas muy marcadas de variedad de animales herbívoros y carnívoros. Nos vamos dando cuenta que el robledal autóctono prácticamente ha desaparecido, en su lugar el dominio casi absoluto es del pino de repoblación. El matorral predominante, sin ninguna duda, es el brezo. Alcanzamos la Vallejona desde donde divisamos por poco tiempo nuestros dos objetivos para hoy: la Peña Cueto y la Peña del Fraile.
Un tercer tramo será el ascenso hasta el collado por la cara norte de la sierra, con bastante nieve y el protagonismo durante el resto del día de la pertinaz niebla. Nos ponemos los crampones y vamos subiendo en dirección S hasta el lugar mencionado. Al estar expuestos a las dos vertientes el viento cobra una relevancia inesperada uniéndose a la niebla cada vez más densa , tomamos la decisión de llegar a la primera cumbre: la Peña Cueto. En todo momento estuvimos orientados. Ni que decir tiene, las vistas fueron casi nulas por desgracia.
Desde esta cumbre volvemos hacia el collado y en este punto decidimos continuar hasta la Peña del Fraile a pesar de que las vistas van a ser de muy corto recorrido. La nieve, el viento, las bajas temperaturas añaden un mayor incentivo al recorrido. Con un esfuerzo importante alcanzamos la cima de la Peña del Fraile. Solamente pudimos disfrutar de este punto pues la niebla era muy densa y el frío muy intenso. Descendimos rápidamente hasta el collado para iniciar el descenso en diagonal por neveros con la nieve bastante dura. Con los crampones, sin problemas.
De nuevo en la Vallejona volvimos sobre nieve hasta el refugio. Aquí nos quitamos los crampones, visitamos el refugio, muy limpio, cuidado y la minúscula ermita.
La última parte hasta el santuario fue un agradable paseo.
Esta ruta bien entrada la primavera, verano, otoño no reviste ninguna dificultad. Con nieve, viento, niebla y temperaturas muy bajas ya no es lo mismo. Si se quiere realizar este recorrido es necesario una buena preparación física y llevar un equipamiento de montaña adecuado.
Nosotros, a pesar de las dificultades propias de esta estación para los que visitamos las montañas con frecuencia, hemos disfrutado de lo lindo.