Peña del Moro desde Covalanas.
near La Pared, Cantabria (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta circular de 12 Km en la que nos acercaremos a la cima caliza de la Peña del Moro de 821 metros de altitud perteneciente a la Sierra Ubal en el confín de Bizkaia con Cantabria. Y en la que también recorreremos el impresionante el Valle del Silencio.
La ruta la iniciamos en el aparcamiento existente en las proximidades de la Cueva de Covalanas (cueva incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 2008 por sus pinturas rupestres datadas con una antigüedad entre 16.000 y 23.000 años), a unos 3 km de Ramales de la Victoria, Cantabria, en la carretera N-629 que sube al puerto de los Tornos.
Volvemos a tener otro día espectacular sin una nube en el cielo, la temperatura es un poco fresca cuando iniciamos la andadura al estar despuntado el día, pero poco a poco el mercurio ira ascendiendo y parecerá otro día mas veraniego que de otoño.
A la derecha de la entrada a la cueva tenemos un sendero en el que a los pocos metros tendremos que atravesar un portillo que nos conducirá a una campa justo debajo de la mole rocosa donde se ven algunas cuevas en la pared. Volveremos a atravesar otro portillo de madera y continuaremos entre pistas de tierra y cemento por pinares hasta abandonar la pista cementada para internarnos en un bosque de hayas. El sendero está bien definido con algunos puntos y flechas pintados en rojo y algún que otro pequeño Cairn.
Vamos ganando altura poco a poco con el Pico San Vicente y la Mortera de guardaespaldas, hasta llegar al paso protegido por un vallado de madera y a la escalera que nos conducen a lo que parecen los restos de alguna antigua explotación minera. En este punto no continuamos por el camino a derecho, sino que giramos a la izquierda por otro sendero herboso.
Al llegar al Waypoint “Variante” se puede girar a la derecha hasta llegar a los Indicadores que marcan la Subida al Moro, unos trescientos metros, pero es un camino más cómodo.
Nosotros subimos a derecho por terreno un tanto complicado por el lapiaz y la hierba alta mirando donde poníamos los pies.
Hecha cumbre, era hora de disfrutar de lo que teníamos delante, del magnífico tiempo, de la paz y de la tranquilidad que se respiraba.
Tras el descanso y un pequeño refrigerio era hora de iniciar el descenso hacia el collado donde una marca roja indica la dirección que tomar hacia los indicadores de “El Mazo y el pto. de Ubal” y que anteriormente había hecho referencia y donde fue donde nos dimos cuenta que la subida por este lugar habría sido más cómoda a pesar de un pequeño rodeo.
Desde el punto anterior es seguir el sendero marcado que nos llevara hasta el Valle del Silencio, y nunca mejor dicho porque este solo era roto por el graznido de algún cuervo o un cencerro lejano.
En el Waypoint “indicadores Izquierda”, donde no se aprecia lo que ponen los carteles, empezamos a ver las marcas y algún que otro poste de PR , internándonos en un bosque en el que se agradece el frescor de su interior.
Salimos de este bosque y atravesamos una zona mas despejada de pequeños arbustos y hierba para volver a internarnos en otro arbolado cuyo sendero de tierra nos conducirá hasta el indicador de la Vía Ferrata el Cáliz. Desde este punto el terreno de tierra pasa a ser de piedra y un tamo lapiaz en el que hay que mirar donde poner los pies y las manos.
Una vez sorteado este tramo pedregoso llegamos al camino que va de Ramales a Covalanas viendo como en las paredes rocosas y las Vías Ferrata hay gran cantidad de aficionados encaramados a ellas.
Ruta preciosa y muy recomendable, sobre todo si el tiempo es como el que nosotros hemos disfrutado. Con lluvia habría que tener un poco cuidado en algunas de las zonas de lapiaz.
La ruta la iniciamos en el aparcamiento existente en las proximidades de la Cueva de Covalanas (cueva incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 2008 por sus pinturas rupestres datadas con una antigüedad entre 16.000 y 23.000 años), a unos 3 km de Ramales de la Victoria, Cantabria, en la carretera N-629 que sube al puerto de los Tornos.
Volvemos a tener otro día espectacular sin una nube en el cielo, la temperatura es un poco fresca cuando iniciamos la andadura al estar despuntado el día, pero poco a poco el mercurio ira ascendiendo y parecerá otro día mas veraniego que de otoño.
A la derecha de la entrada a la cueva tenemos un sendero en el que a los pocos metros tendremos que atravesar un portillo que nos conducirá a una campa justo debajo de la mole rocosa donde se ven algunas cuevas en la pared. Volveremos a atravesar otro portillo de madera y continuaremos entre pistas de tierra y cemento por pinares hasta abandonar la pista cementada para internarnos en un bosque de hayas. El sendero está bien definido con algunos puntos y flechas pintados en rojo y algún que otro pequeño Cairn.
Vamos ganando altura poco a poco con el Pico San Vicente y la Mortera de guardaespaldas, hasta llegar al paso protegido por un vallado de madera y a la escalera que nos conducen a lo que parecen los restos de alguna antigua explotación minera. En este punto no continuamos por el camino a derecho, sino que giramos a la izquierda por otro sendero herboso.
Al llegar al Waypoint “Variante” se puede girar a la derecha hasta llegar a los Indicadores que marcan la Subida al Moro, unos trescientos metros, pero es un camino más cómodo.
Nosotros subimos a derecho por terreno un tanto complicado por el lapiaz y la hierba alta mirando donde poníamos los pies.
Hecha cumbre, era hora de disfrutar de lo que teníamos delante, del magnífico tiempo, de la paz y de la tranquilidad que se respiraba.
Tras el descanso y un pequeño refrigerio era hora de iniciar el descenso hacia el collado donde una marca roja indica la dirección que tomar hacia los indicadores de “El Mazo y el pto. de Ubal” y que anteriormente había hecho referencia y donde fue donde nos dimos cuenta que la subida por este lugar habría sido más cómoda a pesar de un pequeño rodeo.
Desde el punto anterior es seguir el sendero marcado que nos llevara hasta el Valle del Silencio, y nunca mejor dicho porque este solo era roto por el graznido de algún cuervo o un cencerro lejano.
En el Waypoint “indicadores Izquierda”, donde no se aprecia lo que ponen los carteles, empezamos a ver las marcas y algún que otro poste de PR , internándonos en un bosque en el que se agradece el frescor de su interior.
Salimos de este bosque y atravesamos una zona mas despejada de pequeños arbustos y hierba para volver a internarnos en otro arbolado cuyo sendero de tierra nos conducirá hasta el indicador de la Vía Ferrata el Cáliz. Desde este punto el terreno de tierra pasa a ser de piedra y un tamo lapiaz en el que hay que mirar donde poner los pies y las manos.
Una vez sorteado este tramo pedregoso llegamos al camino que va de Ramales a Covalanas viendo como en las paredes rocosas y las Vías Ferrata hay gran cantidad de aficionados encaramados a ellas.
Ruta preciosa y muy recomendable, sobre todo si el tiempo es como el que nosotros hemos disfrutado. Con lluvia habría que tener un poco cuidado en algunas de las zonas de lapiaz.
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