Peña La Xamoca, desde Campiellos

En Campiellos hay un aparcamiento grande (señalizado), aunque cuando fui la mitad estaba inhabilitado por unas obras. En la plaza (donde aparece el cartel de la ruta Los Cabornos) también hay sitio para algunos coches, e incluso al avanzar por el pueblo vemos más sitio para dejar coche, aunque esas zonas yo las respetaría para los vecinos.

Según miramos el cartel, nos adentramos a la izquierda por el pueblo, y ya vemos las marcas blanca y amarilla de la ruta, y pronto empieza la pista por la que vamos a subir los primeros 4km y pico. Es una subida sencilla, con pendiente suave y con árboles a los lados que dan una sombra agradable en días soleados como el que tuve. No tiene pérdida (y por si acaso hay marcas de PR cada poco) y es una ruta bonita que termina en el mirador de Llagos, con vistas muy hermosas a todo el valle, con el embalse de Rioseco y la presa de Tanes destacando, a los pies de los picos del otro lado.

Unos metros más allá del mirador, se termina la pista y comenzamos a ir campo a través. Ahí las indicaciones ya son bastante más escasas, aunque en principio no hay pérdida. Pero una vez que pasamos una zona boscosa muy embarrada, hay que ir atentos a seguir el sendero correcto, ya que aparecen muchas vías alternativas, y muchas de ellas pasan por zonas más difíciles o simplemente que están tan cerradas que hay que volver atrás. La dificultad de esta zona es que es de rocas grandes por las que cuesta pasar y en las que es fácil pisar mal, y hay también mucho arbusto espinoso, y muchos tramos bloqueados por ramas caídas.
Entonces es importante ir mirando bien por dónde transcurre el sendero y no desviarnos, y si tenemos dudas, pues tirar por donde diga el track (aunque algún tramo malo me comí yo también).

Bueno, a pesar de lo incómodo de este tramo, tras un rato dejamos atrás lo peor, y ya es cuestion de subir por entre las rocas. Nuevamente, mejor por donde esté el sendero, porque será lo más cómodo, pero hay varias sendas diferentes que se van cruzando y separando.

Por esta zona encontré tres mastines, animales que normalmente me obligan a desviarme o dar la vuelta. En este caso estaban cuidando las cabras en una zona estrecha, y había que pasar entre los animales a la fuerza, o dar media vuelta. Los mastines al principio parecían un poco fieros, pero movían las colas, y pronto ladraban por pura rutina, porque les pagan por ello. Uno de ellos, todavía un cachorro, incluso se acercaba, pero no pude acariciarlo porque era un poco desconfiado. Aunque ladren fuerte, creo que no son peligrosos, y basta pararse a cierta distancia y hablarles un poco, para que en seguida te ignoren o te ladren mientras están acostados.

Desde ahí hasta la cima solamente queda un paseo cresteando, un poco incómodo por trascurrir entre rocas grandes, pero sin dificultad. Las vistas cuando llegamos son muy buenas, de todo el valle del Nalón por un lado, y de la Sierra de Peñamayor, zona de Nava e Infiesto por el otro lado.

La vuelta la quería hacer un poco más amplia, por el Pico les Llombes y el Carba, pero me llamaron para ir a comer así que decidí bajar por la misma pista por la que había subido. Para otra ocasión queda la ruta circular.

La ruta desde el pueblo hasta el mirador se puede calificar de fácil, teniendo en cuenta que se limita a subir 400m en 4km. A partir de ahí la pongo moderada por la dificultad de moverse por el terreno y de orientarse a veces por el mejor sendero, pero no tiene mayor dificultad.