PEÑA LAMPA CIRCULAR. INVIERNO.

CONOCEMOS LAS MONTAÑAS DE CASTILLA Y LEÓN.
Entre las localidades de Velilla del río Carrión y Besande, se encuentra esta atractiva montaña: la Peña Lampa.
El grupo Gabanceda hemos pasado multitud de veces al pié de este macizo haciendo, en ocasiones, el comentario de su bonita estampa y el espléndido sabinar que crece en sus faldas.
Temprano y con muy baja temperatura iniciamos la ascensión por una cómoda pista rumbo NE en un corto tramo.
Abandonamos la pista entre retamas y altivas sabinas para tomar un definitivo rumbo NW práticamente hasta la cima. Nos llama poderosamente la atención el sabinar que crece en estas laderas calcáreas. Es increíble cómo crecen las sabinas en la misma roca, cómo agrietan las enormes rocas, la dureza de su madera, su olor y su verticalidad.
Llegamos a la cima viendo muy pocos neveros para la época del año en la que estamos.
Desde la cumbre observamos:
- Hacia el NE: la Montaña Palentina con los Picos Curavacas, Espigüete, el P. Murcia, Tres Provincias, Peña Prieta... Más cerca, a nuestros piés, el embalse de Compuerto.
- Hacia N: Los Picos de Europa con los macizos del Cornión y los Urrieles. Anuestros piés tenemos, prácticamente helado, el embalse de Besandino.
- Más hacia W observamos las montañas de Riaño y el macizo de Mampodre.
Al estar el día sin bruma ninguna, hemos podido disfrutar de todas estas cumbres nevadas en toda su magnitud.
Continuamos por el cresterío rumbo W observando con detenimiento todas las cumbres mencionadas anteriormente y alguna sima profunda en la roca caliza. Alcanzamos otras cimas secundarias para concluir el recorrido de toda la cresta de este macizo bajando al collado Lampa. Mirando hacia el valle podemos ver algunas construcciones que nos recuerdan la importancia minera de este valle. Aún se aprecian los restos de las minas de carbón que en su día fueron explotadas por el hombre.
Continuamos desde este punto hacia la Torre Magalana. Al ser una cumbre menor, la vegetación llega hasta su cima. En este caso predominan las retamas y los brezos que tapan los escasos neveros que aún se pueden contemplar.
Ahora el rumbo será S dirigiéndonos al Alto de la Huerta. Aquí ya podemos contemplar los primeros robles en estas cimas.
Continuamos el descenso por pista para buscar la senda de bajada rumbo SE. Llegamos a un punto donde pensamos que podríamos enlazar sin problemas con otra pista. Tuvimos que transitar un buen tramo entre retamas y brezos con la incomodidad que ello supone hasta que enlazamos con un bosque de hayas. Bajando por el manto de hoja seca conseguimos llegar a la pista para llegar al punto de partida sin dificultad y disfrutando del maravilloso sabinar.
Creemos que, debido a que las retamas y brezos están muy altos, es mejor no meterse por este retamar y continuar un poco más al sur para coger una pista que luego enlaza con la que tomamos nosotros tras bajar por el hayedo. Así evitamos pasar un mal rato entre brezos y retamas.
Quitando este último percance, la ruta merece mucho la pena para pasar un buen día gozando de nuestras montañas.