Peña Mayor de Velilla, 1.869 m y Peña Mayor de Guardo, 1.839 m (Sierra del Brezo XII)
near Velilla del Río Carrión, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta que parte del Poblado de Compuerto y que, después de atravesar el Pinar de Velilla, llega a la mina abandonada de piedra y desde ahí se llega al Peña Mayor de Velilla. Después haré el Peña Mayor de Guardo para bajar a pico hasta un sendero que me llevará de regreso por el Arroyo del Pinar.
Dejando el coche en el aparcamiento del Poblado de Compuerto se coge la Senda del Pinar de Velilla hacia el oeste, bordeando el Poblado de Compuerto a cierta distancia, por arriba. El camino es muy bonito a través del pinar que, según cuentan los lugareños, es el último vestigio de los pinares milenarios que poblaban esta comarca. Se atraviesa una cerca cerrada y se continúa recto por donde las balizas indican que no es esa la dirección de la Senda del Pinar de Velilla, hasta terminar el camino, que ya es un sendero. En este punto se gira a la izquierda y se empieza a subir a pico. Se podría avanzar unos pocos metros e ir por un camino que sube a la derecha del antiguo riel (por dónde subían y bajaban el material de trabajo a la mina y la maquinaria con un cable y vagonetas) o, por donde a mí me gusta más: a través del pinar, sin sendero, a pico, encontrando sendas de animales y atravesando los helechos.
Llego a la parte inferior de la mina abandonada después de un corto pero gran esfuerzo. En el último tramo se puede encontrar un camino de aproximación a esta que facilita su acceso. Una vez más lo hallo y suspiro contento sabiendo que ya está superada esta parte del camino. Hace casi un año que no paso por aquí y me alegro de ver que, en el cobertizo que mejor se conserva de la parte inferior de la mina, aún continúa el banquito que hice con unos maderos y piedras, y el trozo de pared de piedra que hace las veces de paraviento, para que no entre tanto la brisa en una parte del cobertizo cuando un día dormí en él. La parte del hogar sigue igual, con un apartado para la leña, otro para el fuego y uno más para cocinar. Son ruinas y escombros pero me gusta haberlo acondicionado un poco y que siga así después de varios años ya. Alguien ha firmado una pared, una lástima.
En esta ocasión voy a dormir en tienda para estrenar una que tengo recientemente, Lanshan I pro, y para evitar que me huela a humo todo el equipo después. Va a ser interesante dado que dan entre -2º y -4º C por la noche.
El tiempo que me queda de luz lo invierto en montar bien la tienda y en buscar leña algo más lejos que por los alrededores. La noche genial, fría y despejada. Al fuego de maravilla, lejos de él cuidado. Finalmente la pasé sin males mayores dentro del saco con toda la ropa que tenía. El saco aguantó bien, a pesar de los años que tiene.
Al día siguiente, continúo subiendo por el camino que sale de la parte superior de la mina hacia las dos grandes hoyas que encuentro a los pocos minutos. En una de ellas veo un rebeco que trepando con trabajo sale de la misma. Ni idea que haría el rebeco ahí metido, pienso si se habrá caído, pero viéndole trepar lo dudo. Siguiendo el camino que va hacia la derecha, bordeando las hoyas y un par de construcciones pequeñas y aisladas y también ruinosas, después de unos minutos de travesía, llegamos y atravesamos una pequeña pared con bastante desnivel y los últimos árboles. También pasamos una cruz de hormigón que siempre estuvo ahí y hace unos años apareció caída en el suelo, sin saber si habría sido un alud, de nieve o piedras o alguien. Ahora se la ve nuevamente bien plantada. El camino se divide en dos para acometer esta pared, pero ambos senderos van a dar al mismo sitio y ambos son asequibles de subir sin ningún tipo de riesgo. Desde ahí se asciende muy en vertical, con o sin senda, dado que se entrecruzan varias. Llego a un primer hito grande, algo hacia la izquierda de la subida donde me quito ropa y bebo agua. Me gusta parar en este hito porque siempre me da la sensación de que he superado lo más duro de la subida. Realmente no es así, pero como hasta que cojo el ritmo me cuesta más andar y ahora tengo la sensación de que me queda poco para la cumbre, a partir de este punto se me hace muy corto y ameno.
La cumbre del Peña Mayor de Velilla queda después de continuar ascendiendo muy en vertical, pero no es una cumbre alta con 1.836 metros. Pero al ser la primera cumbre de esta parte de la montaña palentina, se observa en derredor un estupendo paisaje. Velilla cerca con su central térmica recientemente ya definitivamente cerrada. Algo más lejos Guardo y, por la otra vertiente, el Peña Lampa que nos observa desde el oeste y el Espigüete con Murcia, Peña Prieta y Curavacas al norte. El Espigüete domina el horizonte y me acuerdo cuando, en las colonias de verano, lo observaba como una torre inexpugnable.
No me paro mucho en la cumbre y continúo bajando por la cuerda para dirigirme al otro Peña Mayor, el de Guardo. Después de un rato bajando por la arista, muy cómodo y con paso alegre, llego un collado natural que hacen las rocas dejando un pasillo, una puerta, natural entre el camino que viene del Collado del Pinar y la falda que baja hasta Velilla. Este paso es ruta de los animales de la zona y hay huellas de los mismos y, otras ocasiones, les vi atravesarlo, rebecos sueltos o en manada. Además es la otra ruta que siempre he seguido para subir el pico, desde el mencionado Collado del Pinar hasta este punto, con la referencia visual de un árbol solitario que lucha por sobrevivir en la ladera norte, toda llena de piedras y de inclemencias.
Desde este punto continúo y se empieza a ascender de nuevo. Tras una fuerte subida llego al Peña Mayor de Guardo. Justo antes de llegar, unos corredores de montaña me adelantan. Me sorprendo al oír música que porta uno de ellos. Ya en la cumbre intercambiamos palabras, vienen de Guardo. Pregunto si tiene pause el aparato que sigue sonando con ganas, me dice que sí y le pido que si lo puede pausar unos minutos, que dejaré la cumbre en seguida. El tío es majo y lo para y después de contarnos por donde vamos a bajar nos despedimos.
Continúo la cresta hacia abajo y cuando llego a otro collado me desvío a la izquierda para buscar una senda que sé que hay y que facilita la bajada. En otra ocasión (Sierra del Brezo II) ya lo recorrí. Lo encuentro con facilidad y observo antes de bajarlo por donde quiero ir. Sigo una senda bien marcada que, después de bajar un trecho, se encamina directa hacia el sendero que está entre el pinar de abajo y la falda de la cuerda de las peña mayores.
Al poco el camino puede dirigirse más hacia abajo hasta el Chozo del Tío Vidal, o continuar paralelo a este pero sin bajar tanto. Sigo esta opción, puesto que desde el chozo luego hay una subida y si me mantengo por este sendero de animales me lo ahorraría. Una decisión muy acertada, es cómodo y sin desniveles y además me depara una sorpresa. Justo unos metros antes de enlazar con el camino que me llevará al Collado del Pinar, me encuentro con otro chozo que desconocía, exactamente igual que el del Tío Vidal. Desde este veo el otro y me parecen casi hasta miradores o puestos de guardia como serían la almenaras entre Gondor y Rohan.
Desde el camino solo queda seguir un rato, disfrutando del paisaje y del entorno. Hacía tiempo que no andaba por este sendero y me gusta recordar otras rutas por el mismo.
Del Collado bajo sin dilación por el sendero que, tras una buena bajada, se convierte en camino. Dejo a un lado el desvío que lleva al Pino Enroscao y luego otro que lleva al mirador del Pinar.
Tras una ruta corta, llego al aparcamiento donde como algo y me hago un café.
Esta, la subida al Peña Mayor, podría decirse que es mi ruta con cumbre favorita por el paisaje, los pinares y la sensación de soledad de la que disfrutas, así como por hacer una cumbre fácil sin grandes riesgos pero que te hace sudar y apretar los dientes en sus rampas y a cambio te permite coronarla y disfrutar de esa sensación. Parece una montaña de mayor altitud. El regreso después de coronar el otro Peña Mayor fue muy disfrutón y el regalo de encontrar el chozo mellizo del Chozo del Tío Vidal, una suerte.
Recomiendo hacerla con buen tiempo. Con nieve haría falta material de invierno y con lluvia no lo recomendaría, por tener mucha piedra, aunque con precaución y asumiendo alguna culada, no habría problema.
Dejando el coche en el aparcamiento del Poblado de Compuerto se coge la Senda del Pinar de Velilla hacia el oeste, bordeando el Poblado de Compuerto a cierta distancia, por arriba. El camino es muy bonito a través del pinar que, según cuentan los lugareños, es el último vestigio de los pinares milenarios que poblaban esta comarca. Se atraviesa una cerca cerrada y se continúa recto por donde las balizas indican que no es esa la dirección de la Senda del Pinar de Velilla, hasta terminar el camino, que ya es un sendero. En este punto se gira a la izquierda y se empieza a subir a pico. Se podría avanzar unos pocos metros e ir por un camino que sube a la derecha del antiguo riel (por dónde subían y bajaban el material de trabajo a la mina y la maquinaria con un cable y vagonetas) o, por donde a mí me gusta más: a través del pinar, sin sendero, a pico, encontrando sendas de animales y atravesando los helechos.
Llego a la parte inferior de la mina abandonada después de un corto pero gran esfuerzo. En el último tramo se puede encontrar un camino de aproximación a esta que facilita su acceso. Una vez más lo hallo y suspiro contento sabiendo que ya está superada esta parte del camino. Hace casi un año que no paso por aquí y me alegro de ver que, en el cobertizo que mejor se conserva de la parte inferior de la mina, aún continúa el banquito que hice con unos maderos y piedras, y el trozo de pared de piedra que hace las veces de paraviento, para que no entre tanto la brisa en una parte del cobertizo cuando un día dormí en él. La parte del hogar sigue igual, con un apartado para la leña, otro para el fuego y uno más para cocinar. Son ruinas y escombros pero me gusta haberlo acondicionado un poco y que siga así después de varios años ya. Alguien ha firmado una pared, una lástima.
En esta ocasión voy a dormir en tienda para estrenar una que tengo recientemente, Lanshan I pro, y para evitar que me huela a humo todo el equipo después. Va a ser interesante dado que dan entre -2º y -4º C por la noche.
El tiempo que me queda de luz lo invierto en montar bien la tienda y en buscar leña algo más lejos que por los alrededores. La noche genial, fría y despejada. Al fuego de maravilla, lejos de él cuidado. Finalmente la pasé sin males mayores dentro del saco con toda la ropa que tenía. El saco aguantó bien, a pesar de los años que tiene.
Al día siguiente, continúo subiendo por el camino que sale de la parte superior de la mina hacia las dos grandes hoyas que encuentro a los pocos minutos. En una de ellas veo un rebeco que trepando con trabajo sale de la misma. Ni idea que haría el rebeco ahí metido, pienso si se habrá caído, pero viéndole trepar lo dudo. Siguiendo el camino que va hacia la derecha, bordeando las hoyas y un par de construcciones pequeñas y aisladas y también ruinosas, después de unos minutos de travesía, llegamos y atravesamos una pequeña pared con bastante desnivel y los últimos árboles. También pasamos una cruz de hormigón que siempre estuvo ahí y hace unos años apareció caída en el suelo, sin saber si habría sido un alud, de nieve o piedras o alguien. Ahora se la ve nuevamente bien plantada. El camino se divide en dos para acometer esta pared, pero ambos senderos van a dar al mismo sitio y ambos son asequibles de subir sin ningún tipo de riesgo. Desde ahí se asciende muy en vertical, con o sin senda, dado que se entrecruzan varias. Llego a un primer hito grande, algo hacia la izquierda de la subida donde me quito ropa y bebo agua. Me gusta parar en este hito porque siempre me da la sensación de que he superado lo más duro de la subida. Realmente no es así, pero como hasta que cojo el ritmo me cuesta más andar y ahora tengo la sensación de que me queda poco para la cumbre, a partir de este punto se me hace muy corto y ameno.
La cumbre del Peña Mayor de Velilla queda después de continuar ascendiendo muy en vertical, pero no es una cumbre alta con 1.836 metros. Pero al ser la primera cumbre de esta parte de la montaña palentina, se observa en derredor un estupendo paisaje. Velilla cerca con su central térmica recientemente ya definitivamente cerrada. Algo más lejos Guardo y, por la otra vertiente, el Peña Lampa que nos observa desde el oeste y el Espigüete con Murcia, Peña Prieta y Curavacas al norte. El Espigüete domina el horizonte y me acuerdo cuando, en las colonias de verano, lo observaba como una torre inexpugnable.
No me paro mucho en la cumbre y continúo bajando por la cuerda para dirigirme al otro Peña Mayor, el de Guardo. Después de un rato bajando por la arista, muy cómodo y con paso alegre, llego un collado natural que hacen las rocas dejando un pasillo, una puerta, natural entre el camino que viene del Collado del Pinar y la falda que baja hasta Velilla. Este paso es ruta de los animales de la zona y hay huellas de los mismos y, otras ocasiones, les vi atravesarlo, rebecos sueltos o en manada. Además es la otra ruta que siempre he seguido para subir el pico, desde el mencionado Collado del Pinar hasta este punto, con la referencia visual de un árbol solitario que lucha por sobrevivir en la ladera norte, toda llena de piedras y de inclemencias.
Desde este punto continúo y se empieza a ascender de nuevo. Tras una fuerte subida llego al Peña Mayor de Guardo. Justo antes de llegar, unos corredores de montaña me adelantan. Me sorprendo al oír música que porta uno de ellos. Ya en la cumbre intercambiamos palabras, vienen de Guardo. Pregunto si tiene pause el aparato que sigue sonando con ganas, me dice que sí y le pido que si lo puede pausar unos minutos, que dejaré la cumbre en seguida. El tío es majo y lo para y después de contarnos por donde vamos a bajar nos despedimos.
Continúo la cresta hacia abajo y cuando llego a otro collado me desvío a la izquierda para buscar una senda que sé que hay y que facilita la bajada. En otra ocasión (Sierra del Brezo II) ya lo recorrí. Lo encuentro con facilidad y observo antes de bajarlo por donde quiero ir. Sigo una senda bien marcada que, después de bajar un trecho, se encamina directa hacia el sendero que está entre el pinar de abajo y la falda de la cuerda de las peña mayores.
Al poco el camino puede dirigirse más hacia abajo hasta el Chozo del Tío Vidal, o continuar paralelo a este pero sin bajar tanto. Sigo esta opción, puesto que desde el chozo luego hay una subida y si me mantengo por este sendero de animales me lo ahorraría. Una decisión muy acertada, es cómodo y sin desniveles y además me depara una sorpresa. Justo unos metros antes de enlazar con el camino que me llevará al Collado del Pinar, me encuentro con otro chozo que desconocía, exactamente igual que el del Tío Vidal. Desde este veo el otro y me parecen casi hasta miradores o puestos de guardia como serían la almenaras entre Gondor y Rohan.
Desde el camino solo queda seguir un rato, disfrutando del paisaje y del entorno. Hacía tiempo que no andaba por este sendero y me gusta recordar otras rutas por el mismo.
Del Collado bajo sin dilación por el sendero que, tras una buena bajada, se convierte en camino. Dejo a un lado el desvío que lleva al Pino Enroscao y luego otro que lleva al mirador del Pinar.
Tras una ruta corta, llego al aparcamiento donde como algo y me hago un café.
Esta, la subida al Peña Mayor, podría decirse que es mi ruta con cumbre favorita por el paisaje, los pinares y la sensación de soledad de la que disfrutas, así como por hacer una cumbre fácil sin grandes riesgos pero que te hace sudar y apretar los dientes en sus rampas y a cambio te permite coronarla y disfrutar de esa sensación. Parece una montaña de mayor altitud. El regreso después de coronar el otro Peña Mayor fue muy disfrutón y el regalo de encontrar el chozo mellizo del Chozo del Tío Vidal, una suerte.
Recomiendo hacerla con buen tiempo. Con nieve haría falta material de invierno y con lluvia no lo recomendaría, por tener mucha piedra, aunque con precaución y asumiendo alguna culada, no habría problema.
Waypoints
Intersection
5,290 ft
Enlace con camino al Collado del Pinar. No cogemos pista que sale a la derecha
Comments (2)
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Que buena ruta, una pasada la forma que tienes de explicarla. Un saludo
Muchas gracias, Luis! Es una ruta corta y genial, me encanta repetirla desde cualquier lado. Son fan de la Sierra del Brezo! Y sí, me gusta explicarla bien, así luego las recuerdo mejor.
Buenas cumbres!!