Peña Mea - Peñas Negras - Alto de la Pandiella (Pelúgano - Asturias)

Fin de semana por tierras asturianas. Después de dedicar la jornada del sábado al avistamiento de osos en el Parque Natural de Somiedo con los chicos de Somiedo Experience (http://www.somiedoexperience.com), el domingo me traslado al concejo de Aller para afrontar la subida a Peña Mea, una de las cumbres más conocida y visitada por los montañeros asturianos. En mi caso, no me conformo con tocar sólo Peña Mea sino que continuo por todo el cordal, pasando por Peñas Negras, hasta llegar al Alto de la Pandiella.

La jornada promete: el día es inmejorable y la ruta, aunque no excesivamente larga, es exigente al tener que salvar un desnivel de más de 1.000 m entre el pueblo de Pelúgano y la cumbre de Peña Mea. Para acompañar, la primavera en Asturias está en su máximo esplendor y los diferentes tonos de los verdes de los prados y los árboles son espectaculares.

Situada entre los concejos de Aller y Laviana en el Cordal del Retriñón, Peña Mea con sus 1.558 metros es el techo del concejo de Laviana. Inicio la ruta en el pueblo de Pelúgano, población allerana , a un par de kilómetros de Levinco, a su vez situado en la AS-253, dirección al Puerto de san Isidro, a escasa distancia de Cabañaquinta, capital del Concejo.
Dejo el coche en Barrobaxo, al lado de la iglesia parroquial, e inicio la ruta tomando la carretera en dirección al barrio alto o Barrocima. Tras atravesar este barrio, se toma una pista muy marcada dirección noreste y poco después esta pista se bifurca, un ramal a la izquierda en dirección Peña Mea y otro en dirección al pico de la Forcada, que será por el que regresemos.

Seguimos por la pista en continuo pero tendido ascenso en dirección al collado de Pelúgano. Esta parte de la ruta coincide con el recorrido del GR-109 Camino Natural de la Cordillera Cantábrica, y a lo largo de unos 2 km podemos contemplar las zonas de prados cercados por muretes de piedra para proteger del lobo al ganado vacuno que pasta tranquilamente.También podemos disfrutar de los ejemplares de hayas, fresnos, abedules y acebos que jalonan nuestro camino. A medida que vamos ascendiendo podemos ver a nuestra derecha las cumbres a las que vamos a ascender en la jornada de hoy: Peña Mea (1588 m) y, a su derecha, de tonos más oscuros, Peñas Negras (1536 m).

Antes de llegar al collado de Pelúgano, abandonamos la pista tomando un camino que sale a la derecha y que cruza distintas majadas con sus cabañas, hasta alcanzar la más extrema, Cerreo, con fuente, abrevadero y ejemplar de tejo solitario. Aquí enlazamos con un sendero que sale a la izquierda y que nos va a situar en el inicio de la Canal de las Cuevas, en la base de Peña Mea. Seguimos en zig-zag el sendero marcado y señalizado por las marcas blancas y amarillas de PR salvando la fortísima pendiente hasta llegar al Ojo de Buey, roca horadada por los procesos de disolución kársticos. Tras detenernos a contemplar este fenómeno de la naturaleza tan poco habitual, continuamos el ascenso por la canal, girando a la derecha y siguiendo el sendero que nos conduce por los pasos más cómodos entre las rocas hasta la cima de Peña Mea, con mojón de vértice geodésico y la pequeña instalación de una antena de comunicaciones alimentada por un panel solar.
Nos encontramos en la divisoria de los valles de Laviana y Aller y la cima nos regala unas expléndidas vistas en 360º. Después de deleitarnos con tamaña balconada continuamos la ruta para coger el sendero que atraviesa la collada el Gatu, con una rebaño de cabras pastando tranquilamente, y que nos conduce por la cimera, primero a la Campa Mea y su Fuente el Gatu y luego a la base de Peñas Negras, donde la caliza da paso a la oscura peña cuarcítica, condicionando de manera evidente el tipo de vegetación que vamos a encontrar en la subida a estas peñas, donde pasamos de las finas y verdes camperas al denso matorral de escobas, urcias y similares tipos de vegetación.
A partir de aquí el sendero desaparece totalmente y es complicado transitar por esta zona por lo que hay que ir con cuidado, intentando no desviarse en exceso. Dejando por la derecha los afloramientos rocosos llegamos a la cumbre de Peñas Negras.

Después de abandonar la cumbre, debemos afrontar un pequeño pero intenso descenso para salvar unos afloramientos rocosos y buscar el paso correcto que nos vuelve a dejar en el cordal que recorreremos, ya en continuo descenso, por una senda marcada entre las retamas y brezos hasta situarnos en el Alto de la Pandiella, amplia collada donde domina el verde del prado y donde todavía resisten unas humildes y rústicas cabañas.

Aquí abandonamos el cordal y giramos 180 grados para emprender el regreso a Pelúgano por la senda descendente que a media ladera entre brezos y retamas nos conduce hasta adentrarnos de nuevo en el bosque llegando al paraje del Cavero donde vuelve a repetirse el paisaje de las praderías cercadas y las cabañas para el ganado. A partir de aquí continuamos ya por camino jalonado por árboles que nos ofrecen su agradable sombra y en continuo descenso llegamos a Barrobaxo, punto de partida de esta espectacular y a la vez exigente ruta por el concejo de Aller.

Resumen: la ruta no tiene ninguna dificultad técnica pero sí es exigente tanto por el desnivel a salvar como por la incomodidad de recorrer el tramo de Peñas Negras. En cambio nos permite disfrutar de unas vistas y de un paisaje espectacular, con el regalo a mayores del Ojo de Buey, en el que se consigue integrar totalmente en la naturaleza el aprovechamiento ganadero existente en la zona.