Peña Montañesa (Picón d'O Libro) desde el Parking del Monasterio de San Victorian - Ermita de la Virgen del Pilar

Es inevitable fijarse en la Peña Montañesa cuando pasamos por la preciosa localidad de Ainsa de camino a Ordesa o a tantos lugares que el Pirineo de Huesca nos ofrece en esa zona del Sobrarbe, con su presencia imponente, su silueta espectacular, incluso a quienes no les gusta la montaña se fijan en ella, situada en ese lugar tan privilegiado, es una montaña muy espectacular.
Yo le encuentro similitud a nuestro querido Pedraforca, por el tipo de roca, por la falda de bosque, por su imponente presencia en su zona, no se quizás son cosas mías.
Así que llegó el día de subir a la Peña Montañesa, y aparcamos en un parking poco antes de llegar al Monasterio de San Victorian, lugar desde donde es más habitual comenzar la ruta para subir a la Peña Montañesa.
Yo recomiendo empezar la ruta cuanto más pronto mejor, ya que es una ruta dura y que en verano, que es cuando yo por ejemplo puedo hacerla, hace mucho calor en la zona, llevar también mucha agua ya que no hay fuentes durante la ruta, y sobre todo en el regreso, con el calor, hará mucha falta.
Así que a las 06:30 ya estábamos caminando, empezando a esa hora también nos evitamos el sol directo en parte de la subida y eso es de muy agradecer.
Desde el Parking sale un sendero inconfundible que se adentra en el bosque y que debemos seguir en todo momento, seguiremos las señales verdes y blancas hasta la misma cima de la Peña Montañesa.
La ruta ya empieza con fuerte subida que se mantendrá durante casi toda la ruta, primero cruzaremos por dentro del bosque, pero poco a poco vemos como las sombras son cada vez más escasas, en algún punto podemos mirar para ver por donde subiremos y nos parece imposible que se pueda llegar a subir, pero si que se puede, vaya que si se puede.
La subida no da tregua, el sendero se sigue muy bien, pedregoso, seco, con mucha pendiente, pasamos el desvío a la Faja Toro, que también se puede ir por allí pero que nosotros no tenemos la suficiente información como para ir por allí, así que haremos la subida más clásica, el paisaje es muy impresionante, paredes enormes nos vigilan y la suerte que el sol todavía no ha asomado en esta parte de la montaña, suerte que hemos madrugado mucho.
Cuando ya llevamos más o menos unos 600 metros de desnivel positivos subidos, llegamos a un collado espectacular, un espacio con una alfombra verde y unas vistas increíbles, un lugar donde aprovechamos para comer algo ya que llevamos más o menos la mitad de la subida, que no es poco.
A partir de este collado, debemos superar un tramo de roca que será el punto algo más delicado de la ruta, aunque despacio se hace bien, pero si que hay que prestar mucha atención ya que hay algún punto algo aéreo, sin ser nada difícil.
Una vez superado este paso, seguiremos subiendo por los Planos de Estibiella, que en esta época está todo amarillo de los erizones en flor, muy bonito.
Aquí ya empieza a tocarnos el sol, pero ya llevamos gran parte de la subida hecha, cuesta ver las marcas blancas y verdes pero la intuición es seguir subiendo no tiene pérdida.
Poco después ya vemos por primera vez la cima de la Peña Montañesa, es espectacular, increíble, y la subida nos da una tregua llaneando por un marcado sendero, es un tramo precioso, con unas vistas maravillosas.
Llegamos al desvío de La Tuca, que es el segundo punto más alto de la Peña Montañesa, con sus 2268 Metros, algo más baja que la cima más alta O Picón d’O Libro (2295 Metros), que así se llama nuestro objetivo de hoy, La Tuca la dejaremos para otra ocasión.
Justo después de pasado el indicador de madera de La Tuca, bajaremos un tramo por roca, una bajada escarpada pero sin peligro, aunque siempre hay que llevar cuidado, lógicamente.
Pasaremos los indicadores de madera de La Feixaneta y más adelante la canal Mayor, que sinceramente, parece imposible subir o bajar por esta canal.
Superamos este tramo rocoso tan espectacular para seguir subiendo, ya estamos más cerca de la cima, aunque nos queda el último tramo más inclinado, antes de llegar a este punto subiremos entre árboles secos en un paisaje muy solitario y de una gran belleza.
Ahora sí que encaramos la subida final, siempre iremos fijándonos en la medida de lo posible para seguir las marcas blancas y verdes que nos guiarán en esta pedregosa, vertiginosa e inclinada subida, el sendero se pierden por momentos, pero prestando atención logras volver al camino, es una subida por tartera pura y dura, con la dureza que ello implica, el perfecto colofón para llegar a la cima de esta gran montaña.
Cuando llegamos a la cima, nos espera un rebaño de cabras, que nos recuerda quién vive allí, y que nosotros somos los que venimos a visitarlas a ellas.
Las vistas son inmensas, de las más bonitas que hemos visto nunca, el Macizo de Cotiella allí delante, Punta Lierga, el Cotiella, el Mobisón Gran, que el mes pasado hemos subido, una colección de montañas increíble, Monte Perdido, Pico de Posets, el Taillón y hasta la Brecha de Roland, innumerables montañas, una maravilla, estamos muy contentos, mucho.
Además hace un día espléndido, y las cabras se han ido, toda la cima de la Peña Montañesa para nosotros solos, no podemos pedir más.
Vemos La Tuca, la segunda cima más alta de la Peña Montañesa que está muy cerca, y que en otra ocasión subiremos.
Tenemos que ir bajando aunque con mucha pena, y la bajada es dura, guardad fuerzas porque os aseguro que se nos hizo más dura que la subida, tened en cuenta que en 5 Km subimos más de 1200 m+ y que por lo tanto hay que bajarlos, el primer tramo desde la cima con la tartera se hace también duro y hay que tener cuidado de no resbalar, y el resto de la bajada también es duro pero muy bonito ya que la perspectiva cambia, y por supuesto el sol lo tenemos ya encima.
Llegamos al Parking de San Victorian muy cansados, pero muy contentos y satisfechos, algún culetazo ha habido en la bajada, pero sin mayores consecuencias por suerte.
Al llegar al coche oigo el ruido de agua y me acerco para mirar, y me encuentro una pequeña cascada que nos da la vida, este torrente está allí como por arte de magia al lado de la carretera, y nos refrescamos como locos, todo el cuerpo, con el calor que tenemos este momento es una maravilla, no lo esperábamos para nada.
Para redondear la ruta, siguiendo la carretera en dirección al Monasterio de San Victorian, a pocos metros nos encontramos la preciosa ermita de la Virgen del Pilar, con una fuente y una zona de Picnic, donde nos sentamos a comer y descansar, un regalo que la montaña nos ha hecho, la cascada y la ermita para comer y descansar.
Ruta muy exigente pero muy satisfactoria, ya podemos decir que hemos subido a la Peña Montañesa, cuando pasemos por Ainsa las próximas ocasiones, la miraremos de forma distinta, con una sonrisa en la cara recordando esta enorme ruta.