Peña Morquera (1426 m.) desde La Mata de la Bérbula

Punto de partida: La Mata de la Bérbula.
Espacio protegido:
Época recomendada: Todo el año excepto con nieve.
Elementos de interés: El conjunto arqueológico de la Guerra Civil y las vistas que ofrece la peña Morquera desde lo alto.
Tipo de camino: Senda recientemente desbrozada con balizas en prácticamente todos los desvíos. El tramo final hacia la peña se realiza campo a través sin grandes problemas.
Servicios: Los servicios más cercanos se encuentran en Valdepiélago o en La Vecilla.

Descripción del itinerario.

Muy cerca de La Mata de la Bérbula, en el curso alto del río Curueño y a los pies de peña Morquera, una atalaya donde se divisa la entrada a las hoces de Valdejeta se encuentra el conjunto arqueológico que refleja uno de los escenarios de la resistencia republicana en el Frente de León: trincheras, búnkeres, parapetos...

El comienzo de la ruta lo encontramos en las últimas o primeras casas de La Mata de la Bérbula, según por donde entremos, en una pista forestal que se desvía hacia a derecha de la carretera que da acceso a la localidad (figuras 1 y 2). Tomaremos una pista que pronto ascenderá hasta llegar al cementerio de la localidad (figura 3), para continuar por el "Alto de la Sierra" girando ligeramente hacia la izquierda en dirección hacia el bosque de robles (figuras 4 y 5).

El robledal será modesto; tras apenas 200 metros saldremos de él para ir ganando metros por un camino recientemente desbrozado de genistas y brezos (figuras 6, 7 y 8). Este tramo será el más tedioso y feo tanto como por el paisaje como por el esfuerzo pues en esta zona concentraremos los últimos esfuerzos para llegar a "La Collada". A 1329 metros de altitud tendremos unas perfectas vistas del valle de Curueño con sus pueblos más cercanos: La Vecilla, Valdepiélago, Ranedo de Curueño o La Cándana de Curueño se distinguen desde esta zona. Al otro lado podremos ver la peña Valdorria así como el propio pueblo y la afamada ermita de San Froilán (figuras 9, 10, 11 y 12).

Tomaremos sentido norte para aventurarnos en el recinto de los restos de la Guerra Civil (figuras 13 y 14). Se encuentran todos juntos, prácticamente seguidos unos de los otros. Primero veremos la casamata con su forma circular, que servía para albergar armas defensivas (figuras 15 y 16). Posteriormente podremos diferenciar los restos de un parapeto, que son los elementos que más abundan en peña Morquera, distinguiéndose hasta cinco diferentes (figuras 17, 18, 27, 36 y 37). Seguidamente encontraremos las trincheras con su forma en zig-zag (figuras 19, 20, 21 y 22), y finalmente podremos adentrarnos en el búnker de galería contemplando el valle del río Curueño (figuras 23, 24, 25 y 26).

Si te sabe a poco lo que has visto puedes completar el recorrido ascendiendo a la peña Morquera, desde donde su cima tendrás unas vistas aún mejores. Para ello no hay camino habilitado, aunque si tendremos una senda más o menos pisada (figuras 28 y 29). La peña se ve en todo momento, el camino es bastante evidente. Pese a ello, un servidor no tomó la opción más adecuada y me compliqué la vida de mala manera ascendiendo y descendiendo la peña que está justo antes de Morquera.

La cima de peña Morquera es modesta pero no lo son sus vistas. En su doble cima tendremos una panorámica del curso alto del río Curueño, comenzando por la entrada a las hoces de Valdeteja y el pueblo de Montuerto; también distinguiremos en un valle mucho más amplio Valdepiélago y Nocedo. Y si ajustamos bien la vista veremos La Vecilla. Un lugar sensacional para finalizar la ida de nuestro recorrido (figuras 30, 31, 32, 33, 34 y 35).

Impresiones.

La provincia de León aguarda tesoros ocultos que con el paso de los años la maleza los intenta desaparecer. Gracias a las asociaciones locales de la zona, se puede ascender de buena manera hacia peña Morquera para distinguir las huellas de la Guerra Civil española. Y es que el norte de la provincia de León desempeñó un papel importante en la Guerra Civil constituyéndose como un cinturón para aislar el norte. A lo largo del verano de 1936 se fue creando una línea de frente, en las montañas que separan León y Asturias, con fuertes combates por el control de los puertos. Al comienzo de la contienda, la línea del frente quedaba establecida, de este a oeste, a lo largo de los siguiente enclaves: Riaño-Lillo-Boñar-La Vecilla-La Robla-La Magdalena-San Pedro de Luna-San Emiliano-Puerto de Leitariegos. En enero de 1937 el bando republicano lleva a cabo una serie de ofensivas cuyo punto álgido será el embate en el sector de La Robla.

Ya en el mes de marzo, Franco establece como objetivo principal en el Frente Norte, la toma de los territorios republicanos. Por otra parte, el batallón 6 de Laurentino Tejerina tomó las posesiones de Cueto Salón (Robles de la Valcueva) y Peña Morquera (La Mata de la Bérbula).
En este bando había muchos mineros, lo que posibilitó la creación de galerías, ya que se conocían muy bien la zona. Estas construcciones servían de refugio ante el ametrallamiento de la aviación. El 25 de septiembre, las tropas del teniente coronel Manso, tomaron estas posesiones así como el pueblo de Valdorria, iniciando la penetración a través del valle del río Curueño. De este modo, en septiembre de 1937, el bando franquista había conseguido romper la línea de La Magdalena-La Robla-La Vecilla.

Una vez la guerra llegó a su fin, muchos republicanos se refugiaron en el monte de la fuerte represión franquista, pasando a llamarse maquis. A pesar de que las condiciones en la montaña resultaban realmente duras, la gente de los pueblos (enlaces) suministraba comida a los maquis, incluso mantenían el silencio sobre su posición.

Texto extraído de "El Diario de León".