Peña Nava y Castillo de Arreba, maravillosos paisajes de las Merindades: Desde San Miguel de Cornezuelo

Peña Nava es un monte solitario de la sierra de Albuera, siendo su máxima altura, que separa los valles de Zamanzas y Manzanedo encajonado entre los páramos de Bricia y Masa. Sirve de separación entre el valle y el cauce del Ebro que discurre por su vertiente este a través del agreste desfiladero de los Tornos. En su interior hay frondosos valles elevados y espectaculares riscos afilados. Colonias de rapaces encuentran en los riscos su hábitat mientras todo tipo de aves buscan refugio en la vegetación de ribera.

La cima que hoy nos ocupa está formada por una doble cresta calcárea afilada como un cuchillo, pero separadas por un pasillo herboso natural que nos permite un sencillo pero largo ascenso. Resulta ser un excelente mirador de una comarca poco poblada, muy verde en primavera y boscosa, donde destacan los hayedos que cubren laderas y barrancos.

También visitamos lo que queda del Castillo de Arreba. Sus dimensiones son muy reducidas con una planta aproximadamente triangular de 20 por 5 metros, repartida en tres estancias. A juzgar por la documentación que se refiere a la fortaleza, debió ser edificada por el rey de Navarra como puesto fronterizo con la Castilla de Fernando I, surgida tras la división territorial acaecida en el año 1035 tras la muerte de Sancho III el Mayor. Enfrente estaba el alfoz de Bricia, en manos castellanas, pero que antes también fue castillo navarro.

Ruta asequible pero incómoda en la zona del Portillo del Caballo. Hay mucha piedra suelta y gravilla, lo que nos obliga a transitar despacio para no tener un resbalón. Además es muy empinada, pero aparte de eso, el resto no tiene ninguna complicación. Una vez pasado ese tramo, ya el camino es muy agrable.
Las vistas son impresionantes salvo por las antenas de la cima.

Las fotos hablan por sí solas.