Peña Rueda

Salida desde los Garrafes, tras pasar Ricabo y Bueida, en Quirós y seguir un tramo corto de pista. Se deja el coche en un pequeño parking a mano derecha, desde donde se inicia la ruta.
Los Garrafes es un fenómeno natural estacional que llega con la primavera, cuando la nieve del Macizo de las Ubiñas se funde y es recogida en los grandes sifones calizos de su oculta base. Cuando el depósito de la montaña está lleno comienza a brotar con fuerza y a discurrir, primero, por un pequeño bosque de fayas y después, por las verdes praderías, así hasta que se seca.
Tras pasar los Garrafes, nos internamos en un espectacular bosque de fayas (hayas) y de avellanos siempre en ascensión continua con muy pocos descansos. Luego se traspasa otro precioso bosque de acebos, hasta que alcanzamos los primeros pastos de la base de Peña Rueda, que ya vamos viendo aparecer a nuestra izquierda. A nuestra derecha, tras seguir ascendiendo, comienza a aparecer el macizo dominado por Huerto del Diablo y el pico Ranchón, con su espectacular canalón de Ruelamuela. Este macizo será visto permanentemente en toda la ascensión a Peña Rueda, y no deja indiferente a nadie, pues es simplemente majestuoso, junto a la propia Peña Rueda. Y es que las Ubiñas esconden tesoros naturales a cada requiebro de la ruta.
Tras subir de forma continuada, llegamos a la base de Peña Rueda, en el punto denominado por los quirosanos la fuente del duernu de Chamasalgá, que sirve de abrevadero para vacas y caballos, principalmente. Aquí podemos perfectamente aprovisionarnos de agua sin problema.
A partir de aquí ya comienza propiamente la ascensión a Peña Rueda, primero ganando altura a través de la pendiente pradera y luego ya por sendero propiamente dicho. El esfuerzo es exigente, pero sin dificultades técnicas, alcanzando finalmente la bella cumbre con sus impresionantes vistas de los picos más representativos de este macizo maravilloso.