PEÑA TEN 2142 m (circular desde Ventaniella)
near Tarna, Asturias (España)
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Trail photos
Itinerary description
Aunque la subida clásica a Peña Ten es desde la parte leonesa, también es accesible desde Asturias (Ventaniella, cerca de Sobrefoz).
Para llegar al caserío y ermita de Ventaniella hay una pista que sale de Sobrefoz. Están asfaltados 6 kms y los últimos 2 kms en peor estado.
Dejamos el vehículo y hacemos caminando esos 2 últimos kms hasta el caserío de Ventaniella.
Siguiendo el camino, entramos en el hayedo y seguimos hasta la majada El Xerru, con todas las cabañas en estado ruinoso.
El camino nos llevará hasta el puerto de Ventaniella (1427 m)(provincia de León).
Al empezar la bajada, nos salimos por la izquierda, por una senda algo tapada por helechos, y buscando las zonas mas despejadas, llegamos al arroyo de la majada de la Castellana, que cruzamos y seguimos por una canal ganando altura, por senda y hitos hasta la cumbre de Peña Ten.
El regreso por el collado de Las Arriondas (1755 m) y la Colladina (1657 m)
PEÑA TEN
Peña Ten, de 2142 m s. n. m. de altitud, es una montaña española de la la cordillera Cantábrica, situada en el límite interprovincial de León —municipio de Burón— y Asturias —concejo de Ponga—. Es una de las cumbres emblemáticas de la montaña de Riaño y de Ponga, y una de las más visitadas de toda la montaña leonesa y asturiana.
La Peña Ten está situada al norte de la localidad leonesa de La Uña, siendo en su vertiente leonesa parte del parque Regional de los picos de Europa. En su vertiente asturiana se encuentra al sur de Sobrefoz, entre los caserío de Ventaniella y Arcenorio, dentro del parque natural de Ponga.
Su cumbre es un estupendo mirador, desde donde se puede admirar los cercanos picos del macizo del Mampodre, los vecinos Picos de Europa y la montaña Palentina.
HISTORIA DE VENTANIELLA : ¡Ni la VENTA ni ELLA!
Ventaniella es una casería de Sobrefoz; según la leyenda, su nombre se debe a la siguiente historia:
Los árabes tenían cuartel general en León y Gijón, por lo que circulaban mucho de una localidad a otra; entonces, este puerto de Ventaniella se llamaba Puerto Bajo, porque es el menos elevado de los situados entre El Pontón y Galicia.
Pelayo se encontraba en Arcenoriu y con él la hermana, que venía de este puerto a Ventaniella en alguna misión, pero entre esta vega y El Xerru en un lugar que se llama El Cantarillón la yegua que montaba dio un resbalón y al caer lo hizo sobre una pierna de la amazona, a la que se la rompió; arrastrándose como pudo, nuestra heroína llegó a la cercana Ventaniella, donde el casero la acogió; entonces arribaron y pidieron posada unos árabes que iban camino de León a Gijón (el territorio estaba en poder de los moros, pero éstos no se habían asentado en él); se la concedieron y en la conversación el casero se dio cuenta de que uno de los árabes hablaba mucho de medicina, pensó que sería médico (parece, además, que en esa época los árabes en medicina estaban mucho más adelantados que los españoles) y le propuso curar a una parienta suya que tenía la pierna rota.
Fueron a la habitación donde estaba la hermana de Pelayo, pero al charlar con ella el médico no se creyó que fuera familiar del ventero, pues vio que era una mujer con una cultura superior a la de éste: cuando llegó a Gijón informó a Munuza -uno de los jefes árabes- de que al pasar por el Puerto Bajo se había encontrado a una señora culta con la pierna rota; por consiguiente, Munuza encargó a tres personas de su confianza que fueran allí con el objetivo de traerse a la herida, quien seguramente era la hermana de Pelayo.
Los tres moros llegaron a Ventaniella y pidieron posada (que allí debe darse forzosamente, aunque no se tenga dinero). Ya concedida, se estaban calentando, que el fuego se atizaba en el medio de un local grande con la gente sentada en la orilla; el casero estaba sentado al pie del fuego sobre una pila de leña ya preparada en astillas para desde allí ir alimentándolo.
Entonces, los moros informaron al casero de que tenían orden de Munuza de llevarse a la mujer a Gijón. El casero alegó que era parienta suya, con lo que comenzó una discusión; en esto, uno de los moros agarró dos astillas, empezó a hacer fuego con ellas en un rincón situado junto a la puerta de la cocina -que, al igual que un tabique, era de madera- y amenazó al casero:
-¡O nos das la doncella o quemamos la casa, así que escoge: o la venta o ella!
Pero el casero, que era un hombre de agallas, agarró la astilla más larga y a los otros dos moros que estaban sentados al pie de él les propinó un golpe a cada uno en la cabeza y otro al otro, con lo que abatió a los tres, pero no los mató. Al asestar el primer astillazo a uno en la cabeza, proclamó: «¡Pues ni la venta ni ella!», y desde entonces el lugar se denomina Ventaniella, pero ellos, de todas maneras y a pesar de los golpes, pues reaccionaron, lo llegaron a dominar y se la llevaron, porque se quedó Munuza con ella y fue amante de éste, al que antes no conocía. Según otra versión, el ventero oyó que venía gente, creyó que eran individuos de Sobrefoz que lo podían defender, se armó de valor y entonces fue cuando agarró la estaca de leña y proclamó: «¡Ni la venta ni ella!», en esto llegaron los otros y aquí terminó la historia.
Para dar el asalto en Covadonga, Pelayo reunió sus fuerzas en Arcenoriu y entonces una parte de éstas bajó por el «ríu» Ponga y otra por el Sella con el fin de juntarse en Santillán para desde allí remontar la montaña y por los puertos de Covadonga llegar a Covadonga para dar la batalla a los moros. Después estableció su corte en Abamia y más tarde en Cangues y, que se sepa, a Ponga no volvió, pero de aquí salió.
Quien estaba de casero debía dar un puesto en la lumbre, incluso al que fuera más enemigo suyo, le tenía que entregar agua, sal, vinagre y fuego; también decían que la campana de la capilla de Ventaniella era milagrosa, el casero la tocaba todas las tardes para que la gente se orientara.
AVISO: Las ruta descrita así como el track y waypoints los he descargado de mi GPS después de hacerla personalmente. Aún así, debéis de considerarlos meramente orientativos. Los tracks no marcan siempre el itinerario exacto, por tanto pueden contener errores, esto es debido a que durante la grabación por GPS la recepción de los satélites puede ser débil especialmente en zonas de barrancos, desfiladeros profundos, zonas de bosque espeso, etc. Queda a la responsabilidad de quien las realice, las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán de las CONDICIONES climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física del que las realice.
Siempre recomiendo ir acompañado al monte, dejando aviso a un conocido o familiar de nuestro itinerario y tiempos previstos, llevar el teléfono con carga suficiente, agua, comida y abrigo adecuado a la época y recorrido a realizar.
Deja todo como estaba o mejor para que todos podamos seguir disfrutándolo y que las únicas huellas de tu paso sean las de tus botas.
Para llegar al caserío y ermita de Ventaniella hay una pista que sale de Sobrefoz. Están asfaltados 6 kms y los últimos 2 kms en peor estado.
Dejamos el vehículo y hacemos caminando esos 2 últimos kms hasta el caserío de Ventaniella.
Siguiendo el camino, entramos en el hayedo y seguimos hasta la majada El Xerru, con todas las cabañas en estado ruinoso.
El camino nos llevará hasta el puerto de Ventaniella (1427 m)(provincia de León).
Al empezar la bajada, nos salimos por la izquierda, por una senda algo tapada por helechos, y buscando las zonas mas despejadas, llegamos al arroyo de la majada de la Castellana, que cruzamos y seguimos por una canal ganando altura, por senda y hitos hasta la cumbre de Peña Ten.
El regreso por el collado de Las Arriondas (1755 m) y la Colladina (1657 m)
PEÑA TEN
Peña Ten, de 2142 m s. n. m. de altitud, es una montaña española de la la cordillera Cantábrica, situada en el límite interprovincial de León —municipio de Burón— y Asturias —concejo de Ponga—. Es una de las cumbres emblemáticas de la montaña de Riaño y de Ponga, y una de las más visitadas de toda la montaña leonesa y asturiana.
La Peña Ten está situada al norte de la localidad leonesa de La Uña, siendo en su vertiente leonesa parte del parque Regional de los picos de Europa. En su vertiente asturiana se encuentra al sur de Sobrefoz, entre los caserío de Ventaniella y Arcenorio, dentro del parque natural de Ponga.
Su cumbre es un estupendo mirador, desde donde se puede admirar los cercanos picos del macizo del Mampodre, los vecinos Picos de Europa y la montaña Palentina.
HISTORIA DE VENTANIELLA : ¡Ni la VENTA ni ELLA!
Ventaniella es una casería de Sobrefoz; según la leyenda, su nombre se debe a la siguiente historia:
Los árabes tenían cuartel general en León y Gijón, por lo que circulaban mucho de una localidad a otra; entonces, este puerto de Ventaniella se llamaba Puerto Bajo, porque es el menos elevado de los situados entre El Pontón y Galicia.
Pelayo se encontraba en Arcenoriu y con él la hermana, que venía de este puerto a Ventaniella en alguna misión, pero entre esta vega y El Xerru en un lugar que se llama El Cantarillón la yegua que montaba dio un resbalón y al caer lo hizo sobre una pierna de la amazona, a la que se la rompió; arrastrándose como pudo, nuestra heroína llegó a la cercana Ventaniella, donde el casero la acogió; entonces arribaron y pidieron posada unos árabes que iban camino de León a Gijón (el territorio estaba en poder de los moros, pero éstos no se habían asentado en él); se la concedieron y en la conversación el casero se dio cuenta de que uno de los árabes hablaba mucho de medicina, pensó que sería médico (parece, además, que en esa época los árabes en medicina estaban mucho más adelantados que los españoles) y le propuso curar a una parienta suya que tenía la pierna rota.
Fueron a la habitación donde estaba la hermana de Pelayo, pero al charlar con ella el médico no se creyó que fuera familiar del ventero, pues vio que era una mujer con una cultura superior a la de éste: cuando llegó a Gijón informó a Munuza -uno de los jefes árabes- de que al pasar por el Puerto Bajo se había encontrado a una señora culta con la pierna rota; por consiguiente, Munuza encargó a tres personas de su confianza que fueran allí con el objetivo de traerse a la herida, quien seguramente era la hermana de Pelayo.
Los tres moros llegaron a Ventaniella y pidieron posada (que allí debe darse forzosamente, aunque no se tenga dinero). Ya concedida, se estaban calentando, que el fuego se atizaba en el medio de un local grande con la gente sentada en la orilla; el casero estaba sentado al pie del fuego sobre una pila de leña ya preparada en astillas para desde allí ir alimentándolo.
Entonces, los moros informaron al casero de que tenían orden de Munuza de llevarse a la mujer a Gijón. El casero alegó que era parienta suya, con lo que comenzó una discusión; en esto, uno de los moros agarró dos astillas, empezó a hacer fuego con ellas en un rincón situado junto a la puerta de la cocina -que, al igual que un tabique, era de madera- y amenazó al casero:
-¡O nos das la doncella o quemamos la casa, así que escoge: o la venta o ella!
Pero el casero, que era un hombre de agallas, agarró la astilla más larga y a los otros dos moros que estaban sentados al pie de él les propinó un golpe a cada uno en la cabeza y otro al otro, con lo que abatió a los tres, pero no los mató. Al asestar el primer astillazo a uno en la cabeza, proclamó: «¡Pues ni la venta ni ella!», y desde entonces el lugar se denomina Ventaniella, pero ellos, de todas maneras y a pesar de los golpes, pues reaccionaron, lo llegaron a dominar y se la llevaron, porque se quedó Munuza con ella y fue amante de éste, al que antes no conocía. Según otra versión, el ventero oyó que venía gente, creyó que eran individuos de Sobrefoz que lo podían defender, se armó de valor y entonces fue cuando agarró la estaca de leña y proclamó: «¡Ni la venta ni ella!», en esto llegaron los otros y aquí terminó la historia.
Para dar el asalto en Covadonga, Pelayo reunió sus fuerzas en Arcenoriu y entonces una parte de éstas bajó por el «ríu» Ponga y otra por el Sella con el fin de juntarse en Santillán para desde allí remontar la montaña y por los puertos de Covadonga llegar a Covadonga para dar la batalla a los moros. Después estableció su corte en Abamia y más tarde en Cangues y, que se sepa, a Ponga no volvió, pero de aquí salió.
Quien estaba de casero debía dar un puesto en la lumbre, incluso al que fuera más enemigo suyo, le tenía que entregar agua, sal, vinagre y fuego; también decían que la campana de la capilla de Ventaniella era milagrosa, el casero la tocaba todas las tardes para que la gente se orientara.
AVISO: Las ruta descrita así como el track y waypoints los he descargado de mi GPS después de hacerla personalmente. Aún así, debéis de considerarlos meramente orientativos. Los tracks no marcan siempre el itinerario exacto, por tanto pueden contener errores, esto es debido a que durante la grabación por GPS la recepción de los satélites puede ser débil especialmente en zonas de barrancos, desfiladeros profundos, zonas de bosque espeso, etc. Queda a la responsabilidad de quien las realice, las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán de las CONDICIONES climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física del que las realice.
Siempre recomiendo ir acompañado al monte, dejando aviso a un conocido o familiar de nuestro itinerario y tiempos previstos, llevar el teléfono con carga suficiente, agua, comida y abrigo adecuado a la época y recorrido a realizar.
Deja todo como estaba o mejor para que todos podamos seguir disfrutándolo y que las únicas huellas de tu paso sean las de tus botas.
Waypoints
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EXCELENTE MIRADOR