Peña Trevinca desde Porto, por una ruta nada recomendable

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Reseña de la ruta en Adventoorer: Peña Trevinca, por una ruta nada recomendable.

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Para subir la Peña Trevinca, el pico más alto de Zamora y de Orense, me acerco al pueblito de Porto. No va a ser una buena elección, no por el pueblo, que no tiene nada de malo, sino por la ruta elegida, un poco a voleo, y cuya parte final es espantosa.

Desde Porto sale una pista en buen estado que recorro durante varios kilómetros. Cuando hace un giro a la derecha, dejo el coche y empiezo a andar. Voy subiendo junto al Arroyo del Vedul, siguiendo un caminito cuando soy capaz de encontrarlo, y atravesando los arbustos cuando no.

El dia amenaza tormenta. La ocasión no ha sido una buena elección tampoco, pero estas cosas son como son. No llevo mucho tiempo andando cuando empieza a llover. Ya está tronando desde hace un buen rato, pero en la distancia, y espero tontamente que la tormenta pase de largo por otra parte y no me caiga encima, pero no es así.

Para de llover y vuelve a empezar varias veces, hasta que tengo la tormenta encima de mí. Los truenos suenan a lo bestia y me asusto lo suficiente como para plantearme la vuelta. Es una tontería seguir y arriesgarme a que me caiga un rayo. Veo un par bien gordos a lo lejos y estoy a un tris de regresar, pero veo que por detrás de mí se abren las nubes. Espero un rato, y efectivamente deja de llover y se despeja. Menos mal. De todas formas me parece que tendría que haberme vuelto hace un rato, por si acaso.

Estoy bastante mojado, y como hay poco camino, me mojo más aún atravesando los arbustos. Desde aquí hasta la Peña Trevinca, que ya asoma detrás de una loma, me cae otro fuerte aguacero, que apenas dura cinco minutos. De repente, se van todas las nubes y el día se despeja definitivamente.

Llego a la cima ya prácticamente seco. Ahora puedo fijarme en el entorno, que está precioso, con todas las retamas y brezos (o lo que sean) en flor. Hay mucha variedad de colores, y el campo está fabuloso.

Ahora voy a recorrer el cordal que llega al Moncalvo, con la excusa de hacer algunos dosmiles sin importancia. Esta zona ya está más despejada de vegetación, pero de vez en cuando hay que atravesar más arbustos. Realmente no vale la pena hacer esta parte, y habría sido mejor volverme desde la Trevinca.

Pero ya está hecho. Subo los dosmiles absurdos hasta el Moncalvo, que tiene algo más de entidad, y sigo para cerrar el círculo.

La parte final, ya casi encima del coche, es absolutamente espantosa. No recomiendo a nadie bajar por aquí. No hay camino, hay que atravesar un infierno de arbustos y raíces y ramas, con mucho desnivel, y es lo peor de lo peor. No sé si hay una senda por alguna parte, pero mejor que bajar por esta zona es deshacer el camino de subida desde la Peña Trevinca, ya que el cordal de dosmiles no vale la pena en absoluto.

Yo bajo por aquí, y es lo peor que recuerdo. Muy vertical, muy molesto. Un asco. Resbalones, caminos sin salida, arañazos… Un incordio de principio a fin. Tardo muchísimo en llegar abajo, y acabo hecho un asco, cubierto de ramas y porquería. Nada recomendable. Un sufrimiento.

Al final consigo salir a una pista, que llega enseguida al coche. Por si no lo he dejado suficientemente claro, lo repito: esta bajada es espantosa. En realidad, toda la ruta ha sido un horror, entre la lluvia y los arbustos y la jungla. No la repetiré jamás, y no animo a nadie a hacerla.

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