Peña Trevinca desde alto la Cabrita

Peña Trevinca es la cima más alta de Galicia. Dicho esto, uno espera encontrarse bastante gente cuando acude a subirlo en un fantástico día soleado de fin de semana entrado junio. No es así. Entre los muchos hábitos de los gallegos no se encuentra el de subir a la montaña, por lo que en todo el camino nos cruzamos solo con una pareja de caminantes. El acercamiento desde mi hotel en Barco de Valdeorras lleva casi una hora, y los últimos cuatro kilómetros los hacemos por una pista ancha habilitada para la circulación de maquinaria pesada de las grande canteras de pizarra que explotan la zona alterando fuertemente el paisaje.
En seguida se abandona el comienzo de pista rodeado de escombros de pizarra apilados por los años de expolio irrespetuoso con el medio ambiente, y se coge la senda que nos lleva, dejando a la derecha la laguna del Penedo, más adelante a la izquierda la peña y lago de Claudiña, hacia Peña Surbia, que dejaremos a la derecha, bordeándola. Habremos pasado por espectaculares laderas y prados colmados de Xestas y Gencianas.
Pasaremos por el circo glacial que es el nacimiento del río Tera, pudiendo si no vamos con cuidado hacer chof en alguno de los tramos en los que la tierra se embarra en el nacimiento de este río. Tendremos la vista de Peña Negra delante nuestro y de Peña Surbia a nuestra derecha. Trevinca cima quedará oculta detrás de Peña Negra. Cogemos ya la última subida fuerte que nos va a llevar al collado que une Peña Negra con Trevinca, desde el cual con una subida ya más suave y toda la vista del valle de Meladas, enorme y con los zigzag del río, iremos llegando en un tramo corto a la cima del techo de Galicia y de Zamora, con el que también limita.
Desde aquí se puede volver exactamente por el camino por el que hemos subido, y la actividad será completamente tranquila, sin el más mínimo riesgo en primavera bien entrada o verano, ni dificultad técnica alguna.
O se puede coger el camino que nosotros hicimos de vuelta, que en lugar de repetir el sendero de subida, coge el cordal que crestea para subir también el pico de Peña Negra. En tal caso acometeremos el cordal, ya sin senda, y tras Peña Negra tendremos un tramo en el que habrá que destrepar con cuidado de no resbalar en el basalto, haciendo uso de las manos para ello. Daremos un rodeo a Peña Negra y vamos avanzando entre las aliagas y las gencianas sin camino alguno hasta encontrarnos, bastante más allá, con la senda por la que subimos, que retomamos para la vuelta.