PEÑA TREVINCA - PEÑA NEGRA - PEÑA SURVIA

Poder subir a Peña Trevinca, la montaña más alta de Galicia, era un reto que teníamos en la recámara desde hace muchos años. Y por fin nos decidimos a realizar este sueño.
Dormimos en el Hotel Rural Fonte da Cova, situado en medio de la nada. Un sitio idílico en medio de las montañas y el sitio ideal para descansar.
Desde el Hotel se coge una pista de tierra hasta la cantera que hay en la Base de Peña Cabrita. La pista está bastante bien, aunque hay que ir con precaución, ya que tiene algún que otro agujero traicionero. Nos evita hacer 4 kilómetros más en cada sentido. El coche lo dejamos en la parte de abajo de la salida de la cantera. Haceros a la idea de lavar el coche después porque va a quedar perdido de polvo y arena.
Comenzamos a caminar sobre las 9 de la mañana, con un día soleado, que prometía ser caluroso. Ya salimos en manga corta y pantalón corto.
La primera parte es la más fea, ya que hay que subir una rampa de polvo de la cantera y después rodearla durante un trayecto. Después comienza un fuerte ascenso que nos lleva al Alto de la Cabrita. Después hay un breve descenso para subir a la zona de Mana de Viaja - La Forcadura. Veremos el Teixadal de Casaio de lejos y la Lagoa do Penedo o del Peñasco.
Ahora afrontamos otro fuerte repecho para llegar al Collado Portillo de Puertas. Desde allí, por un sendero entre brezos, pasamos al lado de la Cota 2002 y vemos los Lagos de la Baña. Desde el collado tenemos una amplia panorámica del Valle del río Tera. En esta época del año está lleno de flores moradas y amarillas, que convierte esta zona del valle en idílica. Bajamos por el sendero hasta el valle, con cuidado porque hay zonas de agua, pequeñas pozas y podemos meter la pata. El nacimiento del río Tera está señalado por un poste metálico pintado de verde, blanco, rojo y amarillo.
Desde aquí gira el camino hacia la izquierda, comenzando un fuerte repecho. Hay que estar atentos ya que el camino final de subida nos queda a mano izquierda. Se ve la senda y los hitos. Una vez superado este repecho llegamos a un collado. Nosotros culminamos esta pequeña cima, el Maseirón. Desde allí hay una bonita vista del valle por el que hemos venido y de la cima de Peña Trevinca.
Ahora nos dirigimos al Hombro de Peña Trevinca, una planicie donde suele soplar bastante el aire. Y ya vemos el sendero que nos lleva en un fuerte repecho de 300 metros a la cima de Peña Trevinca (2127 metros). En la cumbre nos encontramos con otros dos senderistas que venían desde el otro lado, desde la Laguna de los Peces. Además hay una cruz de hormigón caída en el suelo.
Desde Peña Trevinca nos dirigimos a la Peña Negra (2121 metros) pasando nuevamente por el Hombro. Aquí no hay un camino claro de subida, ni siquiera una senda, pero no tiene pérdida ya que lo tenemos todo el rato a la vista. Y aquí empieza la parte más alpina o área de la ruta, ya que vamos a ir por el cordal rocoso, que tiene cierta dificultad. Sólo hay que extremar la precaución y ver bien donde se pisa. La peña negra tiene otra cima más adelante que el sigpac lo reconoce como el Geijo.
Desde allí descendemos a una planicie e iniciamos la dura subida a Peña Survia. Ésta fue para mi la ascensión más dura, ya que no hay senda alguna y es muy directa, con gran desnivel. En Peña Survia, a 2116 metros de altitud, han puesto dos hitos que marcan la cumbre.
Desde allí bajamos campo a través para reencontrar el camino de subida. Esta bajada hay que hacerla con mucha precaución, ya que el terreno está muy inclinado y es bastante herboso. Cuidado con los resbalones.
Y, una vez retomado el camino, sólo hay que volver sobre nuestros pasos para llegar al inicio.