Peña Ubiña: De Tuiza de Arriba al Meicín y Alto Terreos

Peña Ubiña es una de las grandes cumbres asturianas, considerada una de las más hermosas junto al Picu Urriellu. A pesar de su belleza es una montaña dura, sobre todo en invierno, donde han ocurrido accidentes con frecuencia, casi siempre en la vertiente asturiana, y probablemente en bastantes casos porque en ocasiones accede a ella gente no preparada para afrontar los problemas, aunque los aludes de nieve también causan víctimas periódicamente. Ya he subido anteriormente a la cima de Peña Ubiña Mayor, en 2002 (hace 16 años) con Gustavo Llobet (algunas de las fotos finales son de esa subida, sin grandes complicaciones, pero siempre un reto para el montañero neófito), pero ese no era el objetivo del día de hoy. Sobre todo porque habíamos salido de Valencia a las 6 de la mañana, para llegar a Tuiza de Arriba casi a las 3 de la tarde, 800 km. después. La idea era una toma de contacto con la montaña asturiana, en un lugar emblemático, como inicio a una semana de senderismo por estas tierras, donde nací.
El punto de partida está en la localidad de Tuiza de Arriba, a la que llegamos saliendo desde la AP-66 en la salida de Campomanes (donde su une a la N-630), y volviendo atrás por la LE-8 en dirección a Los Pontones, Riospaso y Tuiza. En Tuiza de Arriba hay un amplio parking, donde se puede dejar el coche. Aunque hay una pista asfaltada que continúa hacia el Puerto de la Cubilla, para subir a la Braña de el Meicín solo existe el sendero, que se encuentra por detrás del pueblo, en la falda de la montaña. Apresuramos el inicio de la ruta por la amenaza de lluvia y niebla, rodeando el pueblo por la derecha para llegar al sendero de ascenso.
La señalización de dicho sendero puede ser considerada escasa, pero no tiene pérdida, siguiendo el curso del arroyo de Tuiza, pasando por La Pedrosa ( a unos 1350 m. de altitud) y La Portillera antes de llegar a la Braña del Meicín (donde hay un refugio bien acondicionado y poco antes unos corrales para ganado que hoy estaban vacíos, aunque en viajes anteriores vi en ellos buena cantidad de ovejas y grandes mastines; a la derecha del refugio suele verse una pequeña laguna, a veces seca, donde el ganado puede beber, al pie del valle de Cavarrubia). Desde aquí la senda hace un giro a la izquierda poco después de pasar el refugio, para seguir por la ladera izquierda del valle que nos lleva al Puerto de Tuiza (cuya cima es el Alto Terreos), pasando por la Guariza, la fuente Terreos y La Forquetona, antes de llegar al alto (a 1886 metros). Esta parte es una subida de relativa dureza por la pendiente y la calidad del suelo (en la subida hay muchos trazos, en parte ocasionados por los caminantes y en parte por el agua, sin que sea fácil distinguir el sendero oficial en algunos puntos, aunque tampoco es necesario para progresar con bastante facilidad). Una vez alcanzado el alto vemos que realmente estamos en el collado que separa Peña Ubiña de la Peña Cerreos. Al frente nos encontramos una cerca, con varias puertas que permiten trasponerla, y un poco más allá se ve Peña Ubiña Pequeña y El Ronzón, desde donde hay excelentes vistas a la comarca leonesa de Babia (enfrente) y, a la izquierda hacia Casa Mieres (el terreno que adquirió el Ayuntamiento de esa población para que pastase su ganadería tras prohibirse que lo hiciese en el Concejo de Lena). Por los prados vecinos al sendero pastaban pacíficamente vacas, burros y caballos, con ocasionales ovejas.
Las vistas son muy bellas, pero la subida es algo dura, con buena pendiente y senderos irregulares, de tierra en la parte alta y pedregal abajo, que castigan bastante los cuadriceps y las rodillas. Este es un lugar donde el tiempo cambia con rapidez, las tormentas son temibles y la niebla puede ser muy espesa y hacer difícil el regreso; cuando uno sube debe ir preparado para lo que pueda suceder y no confiar simplemente en su buena suerte. Subir hasta el Meicín es fácil, subir al Alto Terreos debe ser reservado para personas con entrenamiento y cierta experiencia, y subir a la Ubiña requiere buen físico, material adecuado y conocimientos para resolver los problemas que pueden surgir (no es una simple ruta senderista, algunos puntos son pasos de escalada, no difíciles pero que requieren experiencia para pasar con seguridad, y en conjunto es una ruta dura, que pone a prueba tu capacidad física y también psíquica, sobre todo cuando la niebla hace desaparecer tu camino, en una época en la que no teníamos GPS y nos guiábamos por el fluir del agua en el barranco que teníamos que atravesar). En el tiempo quedan unas excelentes fotos y un recuerdo mucho más amable de la ruta.