Peña Ubiña Grande (2.417 m) y Pequeña desde Torrebarrio

Ruta de alta montaña que partiendo de Torrebarrio nos lleva a lo más alto del Macizo de las Ubiñas (con permiso de los Fontán cuya cumbre es unos metros más alta). Éste crestón calizo, erizado de cumbres, se encuentra entre Asturias y León, entre la zona de Babia Leonesa y Teverga Asturiana, por lo que desde sus cumbres se controla muy bien el Puerto de la Ventana y por tanto el paso entre Asturias y León, lo que la convirtió desgraciadamente en zona de tiros, troneras, sangre y metralla durante la Guerra Civil, y después también.
Nosotros partimos con un tiempo inmejorable del refugio que la FGM tiene en Torrebarrio; en ésta ocasión no era yo conmigo mismo sino que tuve la fortuna de contar con Miguel, Pablo, Carlos, Conchi, Federico y Guillermo, Montañeros Celtas y con una ilusión contagiosa. El refugio está en Torrebarrio de Arriba,en el barrio de la Cubilla, pero en cualquier caso encontrar la pista que nos lleva a ésta montaña es fácil y está bien señalizada. Ésta pista la abandonamos al poco rato por alguno de los diferentes caminos que en dirección E-SE nos llevarán hasta el collado Ronzón a través de pastizales de cuento, y que si tenemos suerte y nos fijamos,están sobrevolados, entre otros, por collalbas grises y gorriones alpinos, y más alto, por buitres leonados e incluso algún alimoche.
Atacamos la Peña por la zona más fácil, el Canal Sur, dejando a nuestras espaldas a Peña Ubiña pequeña, cuyo contorno se estiliza según vamos subiendo. La ascensión tiene zonas en las que hay que hacer cortas trepadas, y algún paso es bastante aéreo, por lo que si no se tiene experiencia es aconsejable ir bien acompañado y no salirse de las diferentes vías que hay aceptablemente bien marcadas con hitos o pintura, ya que no es difícil meterse en algún jardín del que puede ser complicado salir. Sustos los justos, o sea,ninguno. A principios de Mayo, que es cuando fuimos, perduraban bastantes neveros, y para nuestra sorpresa con nieve dura, por lo que en el descenso hay que ir con mucho ojo, sobre todo si se va con botas de “trekking”.
Alcanzamos la cresta Oriental en La Gorgollosa…y de aquí son dos pasos hasta la cima de Peña Ubiña; pasos que habrá que dar con cuidado, sobre todo si hay nieve, en cuyo caso es necesario el material adecuado, y también porque la belleza de lo que va asomando te puede absorber olvidando dónde pones la bota… Es una cresta corta pero pocas conozco yo tan bonitas, y como siempre, la recompensa es superior al esfuerzo realizado…Los Picos del Fontán y los tres Castillines ahí al lado, al Noroeste Somiedo y su Cornón, Peñasanta de Castilla erguida sobre los Picos…incluso Fuentes Carrionas y el inconfundible Espigüete…todo parece pequeño, y pareces encontrarte en un trono presidiendo un majestuoso paraje natural…y sin embargo, los minúsculos somos nosotros, y debemos ser conscientes de ello, ya que desde la creación del GREIM (¡aplauso!) son 22 los fallecidos en las cumbres o laderas de éste incalificable macizo montañoso.
A veces pienso que llegar bien acompañado a una cumbre tan hermosa como ésta es parecido a una borrachera, abrazos, exaltación de la amistad….un subidón vaya, sin cantos regionales (o sí)…pero un subidón.
El descenso lo hicimos por el mismo canal, con mucho ojo, y con alguna dificultad en alguno de los neveros, y teniendo siempre enfrente Peña Ubiña Pequeña, adjetivo que no debe minimizar de ninguna manera la categoría de la hermana pequeña. Llegamos por tanto de nuevo al Collado Ronzón, y en las faldas del Solmicho,mientras nos contábamos nuestras diferentes sensaciones nos papamos con consistencia los víveres que habíamos traído.
De aquí en dirección S-SE, alcanzamos la Collada Solmicho que nos lleva al alto de Rosapero, dónde teóricamente teníamos que empezar el ascenso a la Ubiña Pequeña, pero entre los “odio las pedreras” o “joder como se empina esto” y patatín y patatán…pues nos pasamos y todo ilusionados alcanzamos una cumbrecilla que estaba al lado, y claro, que remedio, miramos al Norte y vemos una Peña más alta y con una cruz…o sea, Peña Ubiña Pequeña…
Ciertamente yo no estaba por la labor de semejante trepada, pero animado por mis colegas y con la promesa de la cerve a la vuelta pues me animé y trepamos por la cara Sur de la Peña, llegando a la cima mucho antes de lo que yo pensaba, eso sí, con algún paso muy aéreo con un buen "patio", aunque con muy buenos agarres.
Descendimos de la hermana "pequeña" por su cara Noroeste, por la vía de ascensión clásica a ésta montaña.
La vuelta a Torrebarrio la hicimos por el mismo camino exceptuando un pequeño paseo rural en el que pudimos objetivar la profesionalidad con que los mastines protegen su ganado.
La dificultad como siempre es absolutamente subjetiva, dependiendo de forma física, experiencia y cabecita; yo creo que es una ruta de senderismo difícil, con alguna zona complicada, o de alpinismo fácil (por donde fuimos nosotros).
Es Peña Ubiña una montaña hermosa; muy hermosa diría yo, de las que más, pero no exenta de riesgos. Con buen ojo y sentido común el disfrute montañero está más que garantizado.